La izquierda de Francia rechaza las primarias entre candidatos progresistas que propone Anne Hidalgo
Los principales candidatos, que rondan el 20% de voto en total, se oponen a la idea de un aspirante presidencial único
El no a la propuesta de la socialista Anne Hidalgo de celebrar unas primarias de la izquierda para elegir un único candidato a las presidenciales de Francia ha sonado alto y claro este jueves desde prácticamente todos los partidos afectados. Y con ello, advierten muchos observadores, se aleja aún más la ya difícil clasificación a segunda vuelta de un postulante de izquierdas en los comicios de abril, para los que n...
El no a la propuesta de la socialista Anne Hidalgo de celebrar unas primarias de la izquierda para elegir un único candidato a las presidenciales de Francia ha sonado alto y claro este jueves desde prácticamente todos los partidos afectados. Y con ello, advierten muchos observadores, se aleja aún más la ya difícil clasificación a segunda vuelta de un postulante de izquierdas en los comicios de abril, para los que ninguno llega siquiera al 10% de intención de voto de forma individual. Todos están, además, muy alejados de sus rivales de centro, derecha y extrema derecha entre los que, por el momento, parece que se decidirá el próximo inquilino —o inquilina— del Elíseo.
La idea de una izquierda unificada, que en España tiene su eco en la iniciativa que impulsa la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz para aglutinar a las fuerzas políticas a la izquierda del PSOE, parece más complicada que nunca al otro lado de los Pirineos.
Uno de los rechazos más tempranos y contundentes ha sido el del ecologista Yannick Jadot. “No, no participaré en unas primarias de izquierda”, respondió el candidato verde —surgido de unas primarias internas en septiembre— en la emisora Europe 1 a la pregunta de si su negativa se mantendrá “cueste lo que le cueste” a la izquierda ese no. “Hay que ser serios; las elecciones son en cuatro meses y medio”, destacó, a la par que recordó que la pasada primavera impulsó uno de los últimos intentos —frustrados— de que los principales partidos de izquierda buscaran cómo presentar un frente común en las presidenciales. En esos encuentros que quedaron en nada participó la propia Hidalgo, quien hace no tanto tampoco parecía muy predispuesta a este proceso. “No soy favorable a este tipo de primarias”, dijo el 19 de noviembre.
Sin embargo, el miércoles, Hidalgo afirmó: “Esta izquierda fracturada, esta izquierda que desespera a muchos de nuestros conciudadanos debe unirse, debe unirse para gobernar”. “Hay que organizar unas primarias de esta izquierda arbitrada por nuestros conciudadanos”, aseveró.
El no de Jadot es un revés importante para Hidalgo, no solo por sus buenos resultados en las elecciones europeas y locales de los últimos años. Además, las alianzas entre los dos partidos no son inéditas: en 2017, el ecologista dio un paso atrás para unir fuerzas con el candidato socialista Benoît Hamon, que acabó cosechando los peores resultados de la historia del PS, aunque ahora podrían empeorar, según las encuestas.
Francia Insumisa, el partido de izquierda populista de Jean-Luc Mélenchon y el más reticente a cualquier acercamiento a las otras formaciones progresistas, también ha sido contundente. “Anne Hidalgo no nos puede proponer la máquina de perder que el PS inauguró en 2016″, dijo el diputado insumiso Éric Coquerel en referencia a las primarias socialistas de entonces —en las que perdió el ex primer ministro Manuel Valls, que acabó apoyando a Emmanuel Macron—. “Si hay varias candidaturas, es que hay varios proyectos, como sucede en la derecha”, agregó.
“No es la solución”, coincidió el candidato comunista, Fabien Roussel, pese a que apenas registra un 2% de intención de voto. “Unas primarias arreglan el problema de la persona, pero no es la persona lo que hay que encontrar, sino lo que nos puede unir” y, hoy en día, “hay muchas diferencias” entre los partidos.
Buena parte de los candidatos consideran que la propuesta de Hidalgo responde a un intento desesperado por salvar su propia carrera al Elíseo. La alcaldesa de París suspendió inesperadamente el miércoles su agenda para regresar a la capital y anunciar, en el informativo de la noche de TF1, su propuesta de primarias, horas después de que una encuesta del instituto Elabe para varios medios le diera apenas el 3% de la intención de voto, una de las cifras más bajas desde que se declaró candidata y que tiene un peligro añadido: los partidos solo recuperan los costes de campaña a partir del 5% de sufragios. Por debajo de esa cifra, las cuentas no salen y podrían suponer la ruina del PS, que ya tras el fracaso de 2017 tuvo que sanear sus cuentas y vender su histórica sede en la calle de Solférino, cerca de la Asamblea Nacional.
Pero si bien es verdad que Hidalgo no remonta en las encuestas, tampoco a sus rivales de la izquierda les va mucho mejor. Un sondeo del instituto Ipsos para Le Parisien y Franceinfo publicado este jueves indica que ninguno de los candidatos lograría llegar a una segunda vuelta en estos momentos.
El que más votos recibiría es Mélenchon. Pero con un 8%, quedaría muy lejos del candidato ultra Éric Zemmour (14%) y de las postulantes de extrema derecha, Marine Le Pen, y de la derecha tradicional de Los Republicanos, Valérie Pécresse, ambas con un 16% de intención de voto. Es más, ni todos los principales candidatos de izquierda reunidos (Mélenchon, Jadot con un 7%, Hidalgo con un 5% y el 2% de Roussel) suman juntos más votos que el actual presidente, Emmanuel Macron, a la cabeza de la primera vuelta con un 25%, de acuerdo con este sondeo aún muy preliminar, pero que confirma los malos resultados de la izquierda encuesta tras encuesta.
A ello apeló el equipo de campaña socialista, lanzado este jueves a defender la propuesta de su candidata. “A día de hoy, la izquierda está perdida”, dijo el patrón de los socialistas en el Senado, Patrick Kanner. “Estamos todos en el fondo de la piscina, ninguno hemos podido traspasar el techo de cristal que nos permitiría estar por encima del 10%”, recordó. “Ante eso, hay dos soluciones. O bien consideramos que estar en el fondo de la piscina no está tan mal, nos acercamos al sumidero y desaparecemos, o bien damos un impulso para salir a la superficie. Anne Hidalgo ha dado ese impulso, algo que no gusta a todos, lo hemos entendido, pero hoy, ¿cuál es la solución? (…) La izquierda existe y nos pide que nos unamos y presentemos una esperanza, con responsabilidad”, dijo en la cadena BFM TV.
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