Elecciones en Honduras 2021: las claves de una votación deslucida por las acusaciones de fraude

Los hondureños acuden a las urnas en unas generales que marcarán el futuro del presidente Juan Orlando Hernández, señalado de vínculos con el narcotráfico

La bandera de Honduras hondea el 23 de noviembre en una céntrica calle de Tegucigalpa.ORLANDO SIERRA (AFP)

El mes electoral en Latinoamérica lo cerrarán los hondureños, que el próximo domingo acuden a las urnas para elegir al sucesor del controvertido presidente Juan Orlando Hernández. Serán unas elecciones deslucidas por acusaciones de fraude y los señalamientos de supuestos vínculos con el narcotráfico de Hernández, que han sido investigados por las autoridades de Estados Un...

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El mes electoral en Latinoamérica lo cerrarán los hondureños, que el próximo domingo acuden a las urnas para elegir al sucesor del controvertido presidente Juan Orlando Hernández. Serán unas elecciones deslucidas por acusaciones de fraude y los señalamientos de supuestos vínculos con el narcotráfico de Hernández, que han sido investigados por las autoridades de Estados Unidos. Las encuestas señalan que la elección se decidirá a dos bandas, entre el candidato del oficialista Partido Nacional, Nasry Asfura, y la líder de Libertad y Refundación, Xiomara Castro. Según el último sondeo —publicado en octubre— en un tercer puesto está el candidato del Partido Liberal, Yani Rosenthal, quien cumplió una condena de tres años en Estados Unidos por lavado de dinero.

¿Qué se vota?

Además de presidente, los más de cinco millones de hondureños llamados a las urnas deberán elegir:

  • 128 diputados al Congreso
  • 20 diputados al Parlamento Centroamericano
  • 298 alcaldes

¿Qué candidatos tienen mayores posibilidades de triunfo?

Una encuesta del Centro de Estudios para la Democracia (Cespad), publicada a finales de octubre, pone a la cabeza de las preferencias electorales a Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya, derrocado por el golpe de Estado que en 2009 lo sacó a punta de pistola y en pijama del poder y que polarizó a la sociedad hondureña. El sondeo revela que la candidata de Libertad y Refundación cuenta con el 38% de las preferencias de votos, frente al 21% de su rival más cercano, el conservador Asfura, que tiene el 21% de la intención de votos.

¿Qué está en juego en las elecciones?

Los hondureños acuden a las urnas en un país polarizado, bajo la permanente sombra del golpe de Estado de 2009 y golpeado con dureza por la pandemia y el azote de los huracanes Eta e Iota. Datos del Banco Mundial muestran que Honduras es el segundo país más pobre del continente, después de Haití: casi la mitad de la población (4,8 millones de personas) vive con menos de 5,50 dólares al día y el 14,8% de los hondureños sobrevive con menos de 1,90 dólares por día. “Las proyecciones sugieren que la proporción de personas que viven por debajo de la línea de pobreza de 5,50 dólares al día podría aumentar al 55,4 por ciento en 2020, lo que resultaría en más de 700.000 nuevos pobres, mientras que la desigualdad aumenta ligeramente”, advierte el organismo. Mientras, el tamaño de la clase media de Honduras (18%) se encuentra entre los más pequeños de la región. Es, además, uno de los países más violentos de América, con más de 38 homicidios por cada 100.000 habitantes. Al menos 29 asesinatos por motivaciones políticas en el último año ha teñido de sangre la campaña desde que se convocaron las elecciones en septiembre del año pasado, según datos de Naciones Unidas.

La pobreza y la violencia hacen que decenas de miles de hondureños dejen el país en oleadas migrantes para buscar mejores opciones de vida. Además de administrar las estadísticas de pobreza y violencia, quien triunfe en las elecciones del domingo deberá luchar con una de las tasas de corrupción e impunidad más altas del continente, así como intentar poner fin a la violencia contra líderes comunitarios, activistas y periodistas. El otro gran reto es fortalecer las instituciones y mantener la independencia de los poderes.

¿Hay posibilidades de fraude en las elecciones?

La oposición ha expresado su preocupación sobre la posibilidad de una manipulación de los resultados de la votación para favorecer al candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura. El país ha impulsado importantes reformas del sistema electoral, pero la debilidad de las instituciones hondureñas refuerza los temores de fraude. “Hay una combinación de factores que aumentan el potencial para que esta elección sea conflictiva”, explica Tiziano Breda, analista para Centroamérica del Crisis Group, un organismo centrado en la resolución de conflictos. “El primero es que estamos llegando a un proceso con nuevas instituciones electorales, que nunca han manejado una elección. Ha habido atrasos, por ejemplo, en contratar a empresas para la transmisión de resultados”, expone Breda. Estas nuevas instituciones electorales, agrega, ya no están totalmente controladas por el oficialismo, sino que los tres grandes partidos del país tienen presencia en ellas, lo hace más difícil cometer un fraude en la elección.

¿Cuál es el futuro del presidente Juan Orlando Hernández?

La gran incógnita sobre el proceso electoral es qué papel jugará el presidente Hernández para garantizar la hegemonía de su partido y lograr favorecerlo frente a las acusaciones de corrupción que pesan sobre él. Un juez de la corte federal de Manhattan dictó a finales de marzo una sentencia de cadena perpetua más otros treinta años de cárcel contra Juan Antonio Tony Hernández, hermano del presidente, tras ser declarado culpable de cuatro cargos que presentó el Departamento de Justicia de los Estados Unidos relacionados con narcotráfico, incluyendo el envío de toneladas de cocaína a territorio estadounidense. Las autoridades de ese país, además, han acusado al mandatario de haber recibido en 2013 sobornos de narcotraficantes para financiar su campaña presidencial. En las acusaciones se señala a Hernández de dar protección a líderes “narcos” y presentaron una supuesta cita del mandatario en la que afirma que quería “meter la droga en las narices de los gringos inundando los Estados Unidos de cocaína”. Para los expertos, Hernández necesita garantizar el triunfo del Partido Nacional para lograr protección. “La permanencia en el poder del Partido Nacional parece ser una cuestión vital para para asegurar la impunidad del presidente y de quienes, desde las cúpulas, también están involucrados en casos de corrupción”, dice Breda.

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