El peronismo celebra dividido su ‘Día de la Lealtad’ en Argentina

Un ataque vandálico al monumento a las víctimas de la covid-19 empaña las distintas marchas de los simpatizantes del Gobierno de Alberto Fernández

Miles de personas festejan el 'Día de la Lealtad Peronista' con una marcha a favor del gobierno en la Plaza de Mayo, en Buenos Aires.Juan Ignacio Roncoroni (EFE)

La sociedad argentina está polarizada entre peronistas y antiperonistas. Pero entre los primeros, que recuperaron el poder hace dos años con la victoria de Alberto Fernández en las elecciones presidenciales, la convivencia es cada vez más difícil. A menos de un mes de los comicios legislativos, la frágil unidad en el seno del gobernante Frente de Todos no se mantiene entre sus simpatizantes, que celebraron el ...

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La sociedad argentina está polarizada entre peronistas y antiperonistas. Pero entre los primeros, que recuperaron el poder hace dos años con la victoria de Alberto Fernández en las elecciones presidenciales, la convivencia es cada vez más difícil. A menos de un mes de los comicios legislativos, la frágil unidad en el seno del gobernante Frente de Todos no se mantiene entre sus simpatizantes, que celebraron el Día de la Lealtad divididos y con críticas. El kirchnerismo marchó a la céntrica Plaza de Mayo el 17 de octubre, día que se considera fundacional del movimiento creado por Juan Domingo Perón en 1945. La CGT, la mayor central sindical argentina, y la mayoría de movimientos sociales afines al oficialismo optaron por retrasar los festejos a hoy, lunes. La oposición aprovechó la fractura del peronismo para rechazar con contundencia la propuesta de diálogo realizada días atrás desde las filas oficialistas.

El kirchnerismo, encabezado por la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, exige al Gobierno de Alberto Fernández que amplíe el gasto social para hacer frente a la dura realidad social de un país con el 40,6% de su población en la pobreza. Se opone también a cualquier política de ajuste fiscal, pese a que el país no está en condiciones de devolver el préstamo de 44.000 millones de dólares realizado por el Fondo Monetario Internacional en 2018 y está en negociaciones para reestructurar esa deuda.

“Quiero decirle al señor presidente que este acto es el inicio de una lucha hasta que consigamos no pagar la deuda”, dijo la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, el domingo. “Le digo que nos da mucha tristeza lo que pasa, porque siempre se junta con los ricos”, agregó Bonafini, una de las referentes del ala más dura del kirchnerismo. A metros de Bonafini, estaban presentes algunos destacados políticos kirchneristas, como el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y candidatos del Frente de Todos como Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollan.

Un día más tarde, los sindicatos argentinos mostraron su gran poder de convocatoria con una gran movilización a la Plaza de Mayo. “La CGT es la reserva desde donde el movimiento nacional puede reconstruir el tejido social y fortalecer la política como herramienta transformadora” dijo la central sindical oficialista en un documento leído en la concentración. Unos y otros se acusan mutuamente de la derrota electoral en las primarias del pasado 12 de septiembre.

Las distintas marchas quedaron empañadas por un ataque al monumento de las víctimas de la covid-19 instalado en la céntrica plaza porteña. El domingo, un grupo de personas pisó las piedras que representan a algunos de los más de 116.000 fallecidos por la pandemia en el país sudamericano para arrancar carteles que criticaban la gestión del Gobierno en la crisis sanitaria.

El ataque fue condenado tanto por oficialistas como por opositores. Para estos últimos, es un argumento más para rechazar la propuesta de diálogo postelectoral. “No se puede dialogar con un gobierno que tiene una falta total de empatía con los ciudadanos”, tuiteó Patricia Bullrich, titular del Pro, uno de los partidos que integran la alianza opositora Juntos por el Cambio. “Pisotean las piedras en memoria de quienes ya no están, [Martín] Insaurralde insulta a [Mauricio] Macri y el ministro estrella del gobierno sigue con sus amenazas mafiosas. Mientras tanto, [Sergio] Massa ofrece diálogo. Ni con señales de humo se puede hablar con esta gente. ¿Ustedes son de la campaña del sí?”, agregó.

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La derrota electoral del peronismo el pasado 12 de septiembre provocó una dura pugna interna que se saldó con una renovación del Ejecutivo. Si se confirman las encuestas, que auguran un nuevo castigo en las urnas el próximo 14 de noviembre, las divisiones complicarán aún más la gobernabilidad en los dos años que restan del mandato de Fernández.

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