Putin da una paga extra a militares y jubilados antes de las elecciones

El Ayuntamiento de Moscú sorteará 20 pisos y 100 coches entre los votantes por internet

Putin asiste de forma telemática a una reunión del Consejo de Seguridad desde Moscú el pasado 27 de agosto.- (AFP)

A tres semanas de que se celebren las elecciones legislativas rusas y con la desaprobación del presidente Vladímir Putin (68 años) más alta en años, el Kremlin ha decretado el desembolso de sendas pagas extraordinarias para dos caladeros de votos muy importantes: las fuerzas de seguridad y los pensionistas.

El presidente ruso firmó ayer con efecto inmediato el pago de 15.000 rublos, unos 173 euros al devaluado cambio actual, “a las personas que ...

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A tres semanas de que se celebren las elecciones legislativas rusas y con la desaprobación del presidente Vladímir Putin (68 años) más alta en años, el Kremlin ha decretado el desembolso de sendas pagas extraordinarias para dos caladeros de votos muy importantes: las fuerzas de seguridad y los pensionistas.

El presidente ruso firmó ayer con efecto inmediato el pago de 15.000 rublos, unos 173 euros al devaluado cambio actual, “a las personas que prestan sus servicios en algunos organismos estatales”. En un país donde el sector público ocupa más de un tercio del empleo, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), los decretos benefician a militares, policías, fiscales, empleados del sistema penitenciario y miembros de la Guardia Nacional. La única excepción ajena a las fuerzas del Estado son los bomberos, protagonistas de la infatigable lucha contra los incendios forestales que han destruido millones de hectáreas en Siberia este verano.

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El otro colectivo beneficiado por este repentino gesto de generosidad es también uno de los más decisivos en los comicios. El lunes fue aprobado el pago de otros 10.000 rublos, unos 115 euros, a más de 43 millones de jubilados, un porcentaje nada desdeñable de los 110 millones de personas llamadas a las urnas el 19 de septiembre. Para comprender el alcance de este pago, dos datos: la nómina mensual media de un jubilado era 15.744 rublos (182 euros) a principios de año, mientras que el salario medio ruso alcanzaba en mayo los 56.171 rublos (650 euros), según el Ministerio de Trabajo.

El Kremlin ha justificado el insólito pago a los agentes con el objetivo de “garantizar su protección social”, según recoge el texto legal publicado en su página web. Precisamente las elecciones legislativas de septiembre llegan en un momento de gran tensión. Putin promulgó en junio una ley que prohíbe participar en los comicios a cualquier persona vinculada a grupos extremistas, incluso de forma retroactiva, y a lo largo de este verano fueron incluidas en esta lista las plataformas opositoras lideradas por Alexéi Navalni.

La detención del activista en enero nada más llegar al control de pasaportes del aeropuerto de Sheremétievo tras su convalecencia en Berlín desató una oleada de protestas por todo el país que se saldaron con miles de detenidos y un despliegue policial sin precedentes. Asimismo, otros tipos de veto han alcanzado a decenas de iniciativas. Algunas ONG y medios de investigación como Proekt han sido prohibidos en el país tras ser declarados “organizaciones indeseables”, mientras que otros diarios rusos han recibido la etiqueta de “agente extranjero” y, con la ley en la mano, podrían tener vedado informar de las elecciones si así lo decide el comité electoral.

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Bajada del poder adquisitivo

La paga extra preelectoral acentuará su efecto debido a la fuerte caída del poder adquisitivo, que se nota de forma generalizada en muchas otras capas sociales. La inflación interanual ronda el 6,7%, más de dos puntos y medio por encima del 4% objetivo del banco central ruso, y hace pocos días una encuesta del centro Levada expuso que un 39% de los rusos se han visto obligados a renunciar este año a la compra de algunos alimentos básicos por falta de dinero. Una crisis económica que pasa factura al Gobierno pues, según esa misma organización de investigaciones sociológicas, también considerada agente extranjero, un 37% de los ciudadanos desaprueban la gestión de Putin, el mayor porcentaje desde finales de 2013, justo antes de la euforia desatada por la anexión de Crimea.

Esta paga se suma además a otras dádivas que las autoridades contemplan para fomentar el voto. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Moscú sorteará 20 apartamentos y 100 coches entre quienes voten por internet, una medida que ya se puso en práctica en julio de 2020 durante el referendo de la nueva Constitución.

Las encuestas sitúan vencedor al partido de Putin, Rusia Unida, aunque su apoyo ha caído hasta el 30% de los votos, diez puntos menos que en 2016, según el Centro Ruso de Investigación de Opinión Pública (Vtsiom) y la Fundación de Opinión Pública (FOM). Le sigue de lejos el Partido Comunista de Rusia (16%) y el 9% del populista Partido Liberal Democrático de Rusia (9%). Como cabezas de lista por Rusia Unida figuran dos históricos de la era Putin, los ministros Serguéi Lavrov (Exteriores) y Serguéi Shoigu (Defensa).

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