El Consejo de Seguridad se reunirá el domingo para abordar la escalada en Gaza, pese a la reticencia de Estados Unidos

El secretario de Estado Blinken defiende retrasar el encuentro para dejar actuar a la diplomacia, pero la embajadora de Biden en la ONU confirma la cita

El presidente Joe Biden, este jueves en la Casa Blanca.TASOS KATOPODIS / POOL (EFE)

Tras dos reuniones a puerta cerrada esta semana, el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una sesión pública este domingo, si logra vencer definitivamente las reticencias de Estados Unidos, que ha frenado la adopción de una resolución sobre la escalada de la tensión en Gaza. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, ha indicado este jueves que esperar unos pocos días, hasta comienzos de la semana que viene, podría permitir “que los esfuerzos diplomáticos e...

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Tras dos reuniones a puerta cerrada esta semana, el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una sesión pública este domingo, si logra vencer definitivamente las reticencias de Estados Unidos, que ha frenado la adopción de una resolución sobre la escalada de la tensión en Gaza. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, ha indicado este jueves que esperar unos pocos días, hasta comienzos de la semana que viene, podría permitir “que los esfuerzos diplomáticos en curso fructifiquen y podamos asistir a una desescalada real” del conflicto, el peor desde la última guerra de Gaza, en 2014.

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“Estamos abiertos y apoyamos una discusión en la ONU, para comienzos de la semana próxima. Espero que esto nos dé algo de tiempo para que la diplomacia surta algún efecto y ver si de verdad podemos lograr una reducción real de las tensiones”, dijo Blinken en rueda de prensa. El jefe de la diplomacia estadounidense señaló también que los ataques con misiles desde Gaza deben acabar; que Israel “tiene derecho a defenderse” -la misma expresión utilizada la víspera por el presidente Joe Biden- y que Washington ha involucrado “con urgencia” a sus aliados en la región -Egipto y Jordania, entre otros- para que “prevalezca la calma”.

Poco después, la embajadora de EEUU ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, aseguró a través de su perfil de Twitter que el Consejo se reunirá este domingo.

Diplomáticos acreditados en la ONU aseguraron al diario The Times of Israel que EE UU, un estrecho aliado de ese país, había sugerido inicialmente que una reunión virtual -la sede de la ONU en Nueva York sigue cerrada por la pandemia- y abierta al público se celebrara el próximo el martes y no este viernes, como se contemplaba, pero finalmente Washington habría cedido, de creer a la embajadora, a las presiones de Noruega, China y Túnez. El borrador de resolución que la Administración de Biden ha frenado se debe precisamente a Noruega. Las delegaciones de EEUU y el Reino Unido lograron esta semana que el texto incluya una declaración de condena a la violencia de las brigadas de Hamás, según fuentes diplomáticas cercanas a la negociación.

El clamor de la comunidad internacional, y de muchas voces en el interior de EEUU, que exige a la Administración de Joe Biden una mayor implicación en la crisis como principal actor capaz de propiciar un cese de las hostilidades, ha ido en aumento a medida que pasaban las horas y las imágenes de destrucción y muerte en Gaza e Israel acaparaban titulares. Pero la contradicción entre las declaraciones de Blinken y la asertividad de la embajadora Thomas-Greenfield es otra muestra de las reticencias de la Casa Blanca a dejarse engullir por una guerra prácticamente abierta.

Tras manifestar su apoyo inquebrantable al “legítimo derecho a la seguridad y defensa” de Israel, este miércoles, Biden ha vuelto a dar testimonio de ello asegurando que la respuesta israelí a los ataques con cohetes lanzados por las brigadas de Hamás “no ha sido suficientemente significativa”. “Una de las cosas que he visto hasta ahora es que no ha habido una reacción excesivamente significativa”, ha declarado el presidente este jueves a los periodistas en la Casa Blanca. “La cuestión es cómo llegar a un punto en el que se reduzcan significativamente los ataques, especialmente los ataques con cohetes que se lanzan de manera indiscriminada contra centros de población” israelíes, ha añadido, según la agencia Bloomberg.

Las declaraciones de Biden no han sido del agrado de algunos demócratas progresistas, incluida la representante palestino-americana Rachida Tlaib, que criticó al presidente por no mencionar a los palestinos muertos por los bombardeos israelíes. Las congresistas Alexandria Ocasio-Cortez e Ilhan Omar, ambas integrantes destacadas del denominado The Squad (el escuadrón), se han solidarizado con los civiles palestinos y condenado a Israel por su política de desalojo de familias palestinas y el trato dado a los civiles.

El resto de la clase política estadounidense, y especialmente los republicanos, han expresado su apoyo a Israel. El candidato favorito de las primarias demócratas a la alcaldía de Nueva York ha debido disculparse públicamente por un tuit en el que este lunes lamentaba los ataques de Hamás a Israel, sin mencionar la pérdida de vidas palestinas. Tras recibir un aluvión de críticas, muchas de ellas de correligionarios, Yang enlazó el martes otro tuit en el que se compadecía de las víctimas palestinas, “igual que de las israelíes”.

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