Guaidó propone un pacto para celebrar elecciones justas y “salvar a Venezuela”

El líder opositor busca cabalgar sobre las recientes concesiones del chavismo y neutralizar el embate de sus oponentes internos

El líder opositor venezolano Juan Guaidó habla con los medios en Caracas, el 9 de abril de 2021. En vídeo, el mensaje lanzado por Guaidó este martes para buscar una solución a la crisis del país mediante un proceso de negociación.Vídeo: MANAURE QUINTERO / REUTERS / EFE

El líder opositor venezolano Juan Guaidó ha propuesto este martes un pacto político, que tenga a la comunidad internacional como garante, con el objeto de aprobar un cronograma de elecciones presidenciales, parlamentarias y municipales justas y verificables; pide además la entrada masiva de vacunas, la liberación de los presos políticos, la reinstitucionalización del país y el regreso de los exiliados. Guaidó ha dirigido el mensaje al presidente Nicolás Maduro, pero es indudable que tiene como destinatarios la comunidad int...

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El líder opositor venezolano Juan Guaidó ha propuesto este martes un pacto político, que tenga a la comunidad internacional como garante, con el objeto de aprobar un cronograma de elecciones presidenciales, parlamentarias y municipales justas y verificables; pide además la entrada masiva de vacunas, la liberación de los presos políticos, la reinstitucionalización del país y el regreso de los exiliados. Guaidó ha dirigido el mensaje al presidente Nicolás Maduro, pero es indudable que tiene como destinatarios la comunidad internacional, que lo ha reconocido como mandatario interino del país y la propia oposición, que se ha comenzado a abrir a la vía electoral.

A cambio, Guaidó ofrece a Maduro y a la cúpula chavista el compromiso de que, de seguir sus lineamientos, se respetarán todos los derechos políticos del chavismo, el inicio de un proceso de justicia transicional y que sean levantadas, progresivamente, las sanciones personales y colectivas que pesan sobre el régimen bolivariano y su partido, acusado de haber organizado los cuestionados comicios presidenciales de 2018, en los cuales quedó garantizada la reelección de Maduro. Las sanciones, no obstante, están impuestas sobre Estados Unidos, que no ha hecho ningún pronunciamiento oficial sobre la posibilidad de flexibilizarlas.

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“Nadie confía en la dictadura”, ha agregado Guaidó en un mensaje grabado que ya circula en las redes sociales. “Lo que estamos proponiendo solo lo lograremos si contamos con mayor presión, tanto nacional como internacional”. Poco después, Maduro respondió a Guaidó en una transmisión televisada que “los diálogos ya están en curso”. Maduro añadió -con sorna- que Guaidó “se quedó solo y llegó tarde”, y confirmó personalmente aquello que ya asomaba la nueva directiva del Consejo Nacional Electoral: la organización de unas elecciones generales que excluyan a la presidencia y al Parlamento. “Nadie le consulta nada a Guaidó. El rumbo del país ya va fijado hacia unas megaelecciones este año 2021, y él trata de pegar un brinco”.

Guaidó formula esta propuesta en momentos en que aumentan las versiones en torno a la cercanía de una nueva intermediación del Gobierno de Noruega; y mientras el régimen chavista hace algunas concesiones importantes a sus adversarios, como el nombramiento de un Consejo Nacional Electoral con presencia opositora, la autorización del ingreso de ayuda humanitaria al país y el reconocimiento de crímenes de Estado cometidos en Venezuela por funcionarios chavistas.

Aunque la zanja de desacuerdos sigue siendo demasiado honda, las noticias de las últimas horas siguen sorprendiendo. Freddy Guevara, uno de los colaboradores más cercanos de Juan Guaidó, ha reconocido también que conversó con el dirigente chavista Francisco Torrealba sobre los contenidos del Acuerdo de Salvación Nacional. Poco después, Maduro comentó con desdén: “Si él [Guaidó] quiere dialogar, que se sume, pero que no se crea que es un líder”.

Las medidas de Maduro procuran enviar mensajes persuasivos a la Corte Penal Internacional, que ha encontrado causas para enjuiciar al Estado venezolano por crímenes de lesa humanidad, y en un contexto en el cual se produce un intento de acercamiento con el Gobierno de Joe Biden en Estados Unidos.

El nombramiento del nuevo Consejo Nacional Electoral –en un acuerdo que Maduro adelantó con una facción opositora en la cual destacan Henrique Capriles Radonski y Stalin González- ha ido despertando el interés de dirigentes regionales para participar en las elecciones de gobernadores y alcaldes de este año. En la mayoría de ellos descansa la certeza de que el terrible cuadro social del país les permitirá obtener victorias, independientemente de las decisiones amañadas de la institucionalidad chavista. Tal circunstancia tiende a debilitar la estrategia vigente de Juan Guaidó.

En su mensaje, Guaidó hizo alusión a “el falso dilema” de las elecciones de gobernadores, “con un CNE que no reconocemos, y que Maduro controla”. El próximo señuelo de Maduro, afirmó Guaidó, “nos debe encontrar unidos. A los liderazgos que durante años se han sacrificado por este país y ven en ese hito una oportunidad, cuenten conmigo para luchar por verdaderas condiciones electorales que nos permitan elegir, no ir a una trampa”.

Hace poco, Carlos Ocariz, dirigente fundamental del partido Primero Justicia, el mismo de Capriles –con interés en postular su nombre a la gobernación del Estado de Miranda- propuso un proceso en el cual quede relegitimado el liderazgo de la oposición. “Sin duda somos una mayoría, pero desorganizada y desordenada. Propongo que arranquemos el proceso de relegitimación de toda la dirigencia en Venezuela, desde parroquias, municipios y Estados”.

Guaidó adelanta una jugada en la que procura coincidir con sus adversarios internos en la oposición, convocando mecanismos consultivos, pero colocando una línea de parámetros mínimos. “Proteger espacios de gobernabilidad es muy importante” agregó. “Pero sin caer en las mentiras del régimen. Si este esfuerzo no está englobado en un marco general de negociación, con ayuda del mundo democrático, la dictadura seguirá haciendo trampas y robándose cada elección”, dijo.

El pulso electoral va tomando fuerza en el seno de los partidos que respaldan a Guaidó, los más grandes e importantes de la oposición. En especial en Acción Democrática, el más antiguo de todos, y el que tiene mayor tradición electoral del país. Los dirigentes de estos partidos, que siguen deliberando sobre el tema, se limitan a declarar que seguirán luchando “por obtener condiciones electorales idóneas para participar”, en la misma línea y en los mismos términos que propone Juan Guaidó.

“Quiero enviar un mensaje a los que tienen aspiraciones legítimas en nuestro país, incluyendo a quienes ya lideraron a la oposición durante varios años”, concluyó Guaidó, en clara alusión a Capriles. “Estoy dispuesto a facilitar y participar en mecanismos que nos permitan construir la mejor unidad posible. Pero conspirar con la dictadura para legitimarse mutuamente como gobierno y oposición leal, no conduce a la libertad, sino a la sumisión y normalización de esta tragedia”

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