Debate presidencial en Ecuador: 16 candidatos, turnos de un minuto y doble jornada

El formato desalienta los cruces entre los aspirantes con más posibilidades en las elecciones del 7 de febrero

Guayaquil -
Siete de los 16 candidatos a la presidencia de Ecuador participan de la primera jornada de debate el sábado, en Quito.El Comercio (EFE)

Poner a debatir a 16 candidatos a presidente en dos jornadas, con 14 participantes y dos ausentes, resultó este fin de semana en Ecuador en un ejercicio de promoción personal más que de confrontación de ideas para enderezar al país ante sus problemas económicos, sanitarios y de corrupción. Las críticas iniciales al formato, que dividía a los aspirantes al Palacio de Carondelet y desinflaba las posibilidades de...

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Poner a debatir a 16 candidatos a presidente en dos jornadas, con 14 participantes y dos ausentes, resultó este fin de semana en Ecuador en un ejercicio de promoción personal más que de confrontación de ideas para enderezar al país ante sus problemas económicos, sanitarios y de corrupción. Las críticas iniciales al formato, que dividía a los aspirantes al Palacio de Carondelet y desinflaba las posibilidades de ver enfrentarse a aquellos con más opciones, se acentuaron con la puesta en escena del sábado y del domingo: cada uno aprovechó sus turnos de un minuto de duración como altavoz particular sin alusión a los vecinos.

“Vamos a impulsar la inversión en infraestructura y carreteras. Vamos a reducir impuestos y eliminar trámites para promover el emprendimiento y de esa manera generar empleo”, lanzó el sábado Guillermo Lasso, cabeza de la alianza del Movimiento CREO y del Partido Social Cristiano. ¿Cómo? ¿Con qué fondos? Ni lo precisó ni nadie le preguntó. Sus oponentes coincidían: todos van a crear empleo o recuperar los que se eliminaron por el impacto de la pandemia de la covid-19. También van a atraer inversión extranjera y frenar los casos de corrupción. Van a estabilizar la economía y van a preocuparse por los problemas de pobreza y hambre que se han agudizado en el último año. Y también se preocuparán por las dificultades de los agricultores, por las estrecheces del sistema sanitario o por la falta de oportunidades de los jóvenes, mujeres y grupos vulnerables.

La misma tónica promocional definió los cuatro bloques temáticos que estaban dedicados, primero, a la economía, producción y empleo; segundo, a salud pública y pandemia; tercero, a seguridad ciudadana; y cuarto, a corrupción. Esos temas se abordaron también en la jornada del domingo con los otros siete candidatos que aspiran a suceder a Lenín Moreno. La ausencia de Andrés Arauz, candidato auspiciado por el expresidente Rafael Correa y uno de los que pugnan por hacerse con la presidencia ecuatoriana, descafeinó el posible enfrentamiento con Lasso, su principal oponente en cuanto a intención de voto.

Arauz, de la alianza Unión por la Esperanza, declinó participar esta vez porque, según aclaró, solo lo hará en la convocatoria oficial del Consejo Nacional Electoral, que es obligatoria. Hasta que la máxima autoridad electoral defina esta semana el orden de intervención de cada candidato y quiénes se enfrentarán este sábado y este domingo –también será un debate de doble jornada–, los votantes ecuatorianos seguirán a la expectativa de saber si habrá una confrontación directa de planes de Gobierno entre los dos postulantes a la lidia prevista para el 7 de febrero.

Además de Lasso y Arauz, hay otros dos aspirantes a presidente que están acaparando protagonismo en campaña, Xavier Hervas, de Izquierda Democrática, y el representante del movimiento indígena, Yaku Pérez, que tampoco se presentó al debate organizado por el periódico El Comercio.

Descrédito en el CNE

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Además de convocar un nuevo debate presidencial este fin de semana, el Consejo Nacional Electoral, organizador y auditor de los comicios, enfrenta un impasse jurídico que ha ralentizado la impresión de papeletas y ha sembrado dudas sobre su institucionalidad. Cuatro de los cinco miembros del CNE, incluida su presidenta, han sido destituidos por un juez del Tribunal Contencioso Electoral por no acatar una resolución que permitía a un candidato participar en las elecciones pese a no haber cumplido todos los requisitos de postulación a tiempo.

La polémica por la candidatura de Álvaro Noboa, del movimiento Justicia Social, que arrastra semanas de decisiones encontradas entre el CNE y el TCE, sigue sin resolverse definitivamente, pero, en aras de respetar el cronograma de convocatoria a las urnas, se decidió seguir adelante con la impresión de papeletas sin incluirlo. Los cuatro vocales destituidos apelarán el fallo.

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