La justicia británica mantiene a Assange en prisión
La juez Baraitser deniega la libertad condicional al fundador de Wikileaks por riesgo de fuga
La juez británica Vanessa Baraitser ha rechazado este miércoles la libertad condicional de Julian Assange, de 49 años, solicitada por la defensa del fundador de Wikileaks después de que la misma magistrada denegara el pasado lunes la extradición del preso a Estados Unidos. “El resultado de la apelación todavía se desconoce. Assange todavía tiene incentivos para fugarse, y debe permitirse al Gobierno estadounidense que recurra la decisión. Assange...
La juez británica Vanessa Baraitser ha rechazado este miércoles la libertad condicional de Julian Assange, de 49 años, solicitada por la defensa del fundador de Wikileaks después de que la misma magistrada denegara el pasado lunes la extradición del preso a Estados Unidos. “El resultado de la apelación todavía se desconoce. Assange todavía tiene incentivos para fugarse, y debe permitirse al Gobierno estadounidense que recurra la decisión. Assange ya ha mostrado previamente su voluntad de evadir las órdenes de este tribunal”, ha dicho la magistrada del tribunal de Old Bailey, en una vista cuyo único propósito era decidir la situación del hacker australiano. Assange fue condenado a casi un año de cárcel por la justicia británica por saltarse las restricciones de su libertad provisional en 2012.
Baraitser decidió el pasado lunes, en una sentencia histórica, denegar la entrega de Assange al Gobierno de EE UU, que le acusa de varios delitos contra la seguridad nacional. En colaboración con la exsoldado Chelsea Manning, obtuvo y publicó documentos confidenciales sobre la intervención militar de Estados Unidos y sus aliados en Irak y Afganistán. La magistrada no cuestionó en su fallo la ilegalidad de los actos denunciados, pero antepuso la protección personal del preso. Por motivos de salud mental, “el riesgo de que Assange se suicide, si se permitiera la extradición, es elevado”, sentenció.
Los abogados defensores del hacker han argumentado en la vista que su fuga, hace ocho años, cuando acabó recluido en una habitación de la Embajada de Ecuador en Londres, se produjo en “circunstancias totalmente diferentes”. Desde entonces, Assange ha iniciado una relación con Stella Morris y ha tenido dos hijos con ella. La defensa ha asegurado que su cliente estaría dispuesto a residir junto a ellos en su domicilio londinense, e incluso a llevar un brazalete de control remoto para que se conociera su paradero en todo momento. “La experiencia de recluirse en la Embajada de Ecuador acabó resultando una experiencia sumamente desagradable. Estuvo encerrado durante siete años, hasta que un cambio de Gobierno [en Ecuador] condujo a un cambio de posición oficial. Es algo que no tiene voluntad de volver a repetir”, ha dicho a la juez el abogado Edward Fitzgerald.
Los abogados que representan al Gobierno de Estados Unidos han puesto en duda la credibilidad de las promesas de Assange, y han señalado a la magistrada que ya hay Gobiernos dispuestos a ofrecerle asilo, como el de México. No tendría siquiera que abandonar el Reino Unido, ha dicho la letrada Clair Dobbin. “Simplemente le bastaría con acceder a la embajada de otro país”.
La situación sanitaria de la prisión de Belmarsh, donde ya se han registrado algunos positivos por covid-19, no ha convencido tampoco a la juez. “La situación ahora es peor que antes de Navidad, por lo que se encontraría más seguro junto a su familia, aunque esté sujeto a estrictas medidas de seguridad”, ha argumentado Fitzgerald.
“La decisión es una enorme decepción. Julian no debería estar ya en la prisión de Belmarsh. Exijo al Departamento de Justicia [de EE UU] que retire sus acusaciones y al presidente que le conceda el perdón presidencial”, ha dicho la pareja de Assange a las puertas del tribunal, donde unas decenas de seguidores del fundador de Wikileaks se habían congregado.
Assange supo burlar a sus anfitriones ecuatorianos y a los servicios de inteligencia británico y estadounidense y fue padre hasta en dos ocasiones desde su situación de confinamiento. Morris, de 37 años, una abogada de origen sudafricano, pero con nacionalidad sueca, reveló al diario británico Mail on Sunday que llevaba cinco años ocultando al mundo su romance con Assange, con el que ha tenido dos niños, Gabriel, de 2 años, y Max, de uno. “En los últimos cinco años he descubierto que el amor hace soportables las circunstancias más insoportables, pero ahora es diferente”, ha contado Morris.