La ONU condena la matanza de un centenar de civiles en el oeste de Níger

España reitera su apoyo a la lucha antiterrorista en el Sahel y pide que los actos no queden impunes

Agencias
Niamey -
Imagen de la localidad de Chombangú, en la región nigerina de Tilláberi, este domingo.STR (EFE)

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado los ataques atribuidos a yihadistas el sábado contra dos localidades ubicadas en el oeste de Níger que se saldaron con la muerte de al menos un centenar de civiles, lo que supone la mayor masacre yihadista contra civiles en el Sahel. “El secretario general confía en que las autoridades nigerinas no escatimarán esfuerzos a la hora de identificar y llevar rápidamente a...

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El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado los ataques atribuidos a yihadistas el sábado contra dos localidades ubicadas en el oeste de Níger que se saldaron con la muerte de al menos un centenar de civiles, lo que supone la mayor masacre yihadista contra civiles en el Sahel. “El secretario general confía en que las autoridades nigerinas no escatimarán esfuerzos a la hora de identificar y llevar rápidamente ante la justicia a los responsables de este acto atroz y aumentar la protección a los civiles”, ha señalado este lunes el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric.

“Guterres reafirma la solidaridad y el apoyo de la ONU al Gobierno y al pueblo de Níger en su lucha contra el terrorismo, el extremismo violento y el crimen organizado, y ha trasladado sus profundas condolencias a los familiares de las víctimas”, ha añadido. El Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha emitido un comunicado en el que también ha condenado los ataques y ha trasladado “su más sincero pésame al Gobierno y al pueblo nigerino”, así como a los familiares de las víctimas, además de desear una “pronta recuperación de los heridos”. “España sigue apoyando todos los esfuerzos destinados a luchar contra la lacra del terrorismo en la región del Sahel y espera que este tipo de actos no queden impunes”, ha remarcado el Gobierno.

Por su parte, el Ministerio de Interior de Níger ha declarado tres días de duelo nacional. El comandante del Ejército al frente de la región afectada, Mamane Sani, ha desvelado que el Gobierno ha anunciado planes para incrementar la presencia de seguridad en la zona tras los ataques, según recoge la agencia alemana de noticias DPA. Así, ha manifestado que las autoridades tienen el objetivo de desplegar de forma permanente una compañía para aumentar las operaciones y patrullas, dado que el Gobierno tiene poco control de las zonas desérticas, más allá de las ciudades y núcleos de población, huecos que son aprovechados por los yihadistas.

Los ataques fueron ejecutados contra las aldeas de Chombangú y Zarumdareye, cerca de la frontera con Malí. El alcalde de la localidad de Tondikiwindi de la que dependen administrativamente las dos aldeas, explicó el domingo que son 70 muertos en Chombangú y 30 en Zarumdareye, según Radio France Internationale. El alcalde de Tondikiwindi ha detallado que los ataques y la matanza de civiles llegaron como represalia después de otro intento de asalto previo que fue rechazado por jóvenes organizados como fuerzas de autodefensa, que mataron a dos de los asaltantes.

Una delegación oficial encabezada por el primer ministro nigerino, Brigi Rafini, y el ministro del Interior, Alkach Alhada, se desplazó el domingo hasta la zona para “apoyar moralmente a la población”. Por su parte, el presidente del país, Mahamadou Issoufou, calificó los ataques de “cobardes y bárbaros”.

Esta región es conocida como la de las tres fronteras por la cercanía de las demarcaciones de Níger, Burkina Faso y Malí y es objetivo habitual de los grupos yihadistas. En los últimos meses ha habido repunte de estos ataques, principalmente obra de Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS, en sus siglas en inglés), Boko Haram y su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA). Boko Haram e ISWA han centrado sus ataques en la cuenca del lago Chad, mientras que ISGS y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), filial de la organización terrorista Al Qaeda en Malí, lo han hecho en la frontera que conforman Níger, Malí y Burkina Faso.

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