Cientos de personas protestan en Moscú contra las reformas que permiten a Putin perpetuarse en el poder
Un centenar de personas son detenidas en la movilización para la recogida de firmas contra las enmiendas a la Constitución, que dan al presidente ruso todavía más poder
Ni la lluvia ni la prohibición de manifestarse han impedido la protesta. Cientos de personas han salido a la calle este miércoles en San Petersburgo y Moscú contra la reforma de la Constitución, que permite al presidente ruso, Vladímir Putin, perpetuarse en el poder y volver a concurrir a unas presidenciales por otros dos mandatos consecutivos. Las autoridades habían vetado la protesta debido a la pandemia de coronavirus, ...
Ni la lluvia ni la prohibición de manifestarse han impedido la protesta. Cientos de personas han salido a la calle este miércoles en San Petersburgo y Moscú contra la reforma de la Constitución, que permite al presidente ruso, Vladímir Putin, perpetuarse en el poder y volver a concurrir a unas presidenciales por otros dos mandatos consecutivos. Las autoridades habían vetado la protesta debido a la pandemia de coronavirus, así que los organizadores, la llamada Campaña del No, un grupo de activistas y políticos de la oposición, decidieron convertirla en una recogida de firmas. Con ellas planean recurrir ante el Supremo la legalidad de la consulta ciudadana sobre las enmiendas. La votación, que terminó de dar luz verde a las enmiendas el pasado 1 de julio, sí se celebró en toda Rusia durante siete días pese a la covid-19. Un centenar de personas han sido detenidas durante la manifestación en el centro de Moscú, según la organización OVD-info.
“No al Putin eterno”, “Rusia sin Putin” o “Putin, ladrón”, han reclamado los manifestantes. Un buen número de ellos, con mascarillas con un ‘no’ escrito en color negro o carteles con lemas contra el líder ruso. Rodeados por la policía y varias furgonetas antidisturbios, los manifestantes reclamaron la dimisión de Putin y clamaron contra la votación popular del pasado 1 de julio. En San Petersburgo, un millar de personas ha hecho cola para firmar la demanda contra la votación de las enmiendas que la Campaña del No planea tener lista la semana que viene, según explica una de sus coordinadoras, Tatiana Usmánova.
“Esto es una vergüenza, no podemos quedarnos callados mientras Putin aspira a convertirse en zar y reinar para siempre y en terminar de ejecutar sus maniobras autocráticas”, criticaba bajo un paraguas plateado Yulia Karetnikova, de 35 años.
La reforma de la Constitución dibuja una Rusia más nacionalista y tradicional y proporciona al presidente ruso una influencia aún mayor. El Kremlin ha dicho que la votación popular y el claro resultado positivo (un 78% dijo sí, con un 65% de participación) es un “voto triunfal de confianza” al líder ruso. También que los cambios garantizan la estabilidad de Rusia. Sin embargo, desde la semana pasada se han registrado varias protestas en distintos puntos de Rusia.
Y no solo por la reforma de la constitución, en la ciudad de Jabárovsk, en el lejano oriente ruso, cientos de ciudadanos han salido a la calle este miércoles por quinto día consecutivo para reclamar la liberación de su gobernador, Serguéi Furgal, arrestado el pasado jueves y acusado de asesinatos. A los ciudadanos les chirría que los supuestos delitos, de hace más de 15 años, afloren justo ahora. Furgal es uno de los pocos gobernadores que no pertenece al partido del Gobierno y en el krai de Jabárovsk se registró solo un 42% de participación en la consulta popular.
Además, la oposición denuncia que la consulta ha estado plagada de irregularidades, y que tras la votación se ha recrudecido la represión a medios independientes y a políticos alejados del Kremlin. La semana pasada, dos activistas rusos de la campaña contra la reforma constitucional fueron detenidos y la policía registró las casas de otros cinco. “Hay que salir a la calle, movilizaciones como esta permiten a la gente ver que no está sola. Somos muchos, más de lo que parece”, afirmaba rodeado de decenas de personas en la plaza Pushkinskaya Aleksander Soloviov, de la facción de Moscú del Partido de los Cambios. A su alrededor, los manifestantes coreaban lemas de apoyo a las protestas de Jabárovsk.