El hermano de George Floyd pide al Congreso que escuche a “las calles de todo el mundo”

El testimonio se enmarca en las audiencias de una iniciativa legislativa de los demócratas para reformar el sistema policial

Philonise Floyd, el hermano de George Floyd, durante su intervención en el Congreso de Estados Unidos, este miércoles. En vídeo, el hermano de Floyd insta a los políticos a que "escuchen las calles".Vídeo: GREG NASH (AP) | Reuters
Washington -

“Hagan que esto pare”, ha pedido al Congreso de Estados Unidos Philonise Floyd, hermano de George Floyd. Un día después del emocionante funeral de su hermano mayor en Houston, Texas, Philonise Floyd ha comparecido este miércoles en el Capitolio, ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, y ha lamentado que “las peticiones de ayuda de George fueron ignoradas”. El hermano del hombre ...

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“Hagan que esto pare”, ha pedido al Congreso de Estados Unidos Philonise Floyd, hermano de George Floyd. Un día después del emocionante funeral de su hermano mayor en Houston, Texas, Philonise Floyd ha comparecido este miércoles en el Capitolio, ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, y ha lamentado que “las peticiones de ayuda de George fueron ignoradas”. El hermano del hombre fallecido a manos de la policía en Minneapolis, cuyo nombre se ha convertido en un grito global por la justicia, ha prestado el primero y más importante de una serie de testimonios destinados a enriquecer el debate sobre una propuesta legislativa, iniciativa de la mayoría demócrata en la Cámara baja, que plantea la más ambiciosa intervención federal en la policía en la historia reciente.

“Estoy cansado”, ha dicho Philonise Floyd a los legisladores. “Estoy cansado del dolor. Estoy aquí hoy para pedirles que hagan que esto pare. Paren el dolor. Hagan que no estemos cansados”.

La audiencia en el Capitolio se celebra dos días después de que la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes presentara un proyecto de ley para reformar el sistema policial y de justicia penal en respuesta a la ola de protestas desatadas tras la muerte de George Floyd, el pasado 25 de mayo. La iniciativa, entre otras cosas, limitaría las protecciones a los agentes de policía acusados de mala conducta y prohibiría la técnica de inmovilización consistente en asfixiar al detenido presionando su cuello, técnica que se aplicó en el arresto de Floyd y que, según la autopsia, provocó su muerte. La práctica ha sido ya prohibida estos días en varias ciudades, como San Diego o Houston.

“No merecía morir por 20 dólares”, afirmó Philonise Floyd, en referencia al motivo por el que se estaba arrestando a su hermano mayor, una denuncia de que había pagado un paquete de cigarrillos con un billete de 20 dólares falso. “Les pregunto, ¿eso es lo que vale la vida de un hombre negro?”.

La muerte de George Floyd, grabada en un vídeo cuyo visionado sigue produciendo un “profundo dolor” a su hermano, ha provocado una oleada de protestas que empezaron en Minneapolis y se han expandido por diversos países. Autoridades de todo el mundo, locales y nacionales, han anunciado reformas legislativas. En Estados Unidos, el último ha sido el distrito de Columbia, entidad administrativa que engloba a la ciudad de Washington, capital del país, que ha aprobado una serie de reformas, entre otras, la prohibición de contratar a agentes de policía con historial de mal comportamiento y la obligación de hacer públicos los nombres de los agentes que emplean la fuerza contra los ciudadanos. Grandes ciudades como Los Ángeles y Nueva York han prometido retirar financiación de sus cuerpos de policía y destinar esos fondos a servicios sociales.

La ola de protestas ha alcanzado también a los monumentos públicos en honor a colonizadores y a líderes confederados, que han sido atacados en diversas ciudades del país. Incluso Paramount ha cancelado la emisión de Cops, el reality televisivo que glorifica a la policía y que lleva 30 años en antena; y HBO ha retirado temporalmente de su servicio de streaming Lo que el viento se llevó, clásico épico sobre la guerra civil, estrenado en 1939, por su representación de prejuicios raciales.

“Por favor escuchen la demanda que les estoy haciendo, las de mi familia y la demanda que suena en las calles de todo el mundo”, ha pedido Philonise Floyd. “Gente de toda procedencia, género y raza se ha unido para pedir un cambio. Hónrenles, honren a George, y hagan los cambios necesarios que conviertan a la policía en la solución, no en el problema”.

A cinco meses de las elecciones, la muerte de George Floyd ha colocado el tema del racismo sistémico y los excesos de la policía en el centro del debate político. Los demócratas han asegurado que su intención es actuar rápido, de modo que puedan votar el proyecto de ley en la Cámara baja antes de final de mes. Pero es tan probable que la mayoría demócrata permita la aprobación del proyecto de ley en la Cámara de Representantes, como improbable es que prospere, al menos en su integridad, en un Senado controlado por los conservadores. Los líderes republicanos de la Cámara alta han anunciado que presentarán su propia propuesta para hacer frente a la discriminación racial y la violencia policial, iniciativa que le han encomendado a Tim Scott, el único senador republicano afroamericano.

“Quizá hablando con ustedes hoy consiga que esta muerte no sea en vano”, ha dicho el hermano pequeño de George Floyd. “Quizá consiga que sea más que una cara en una camiseta, más que otro nombre en una lista que no para de crecer”.

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