El presidente de Alemania pide recuperar el espíritu de cooperación internacional de 1945
“Solo puedes amar este país con el corazón roto”, dice Steinmeier en los actos por la conmemoración del final de la Segunda Guerra Mundial
Alemania conmemoró este viernes el final de la II Guerra Mundial con un inédito acto oficial que tuvo lugar en la Neue Wache, el monumento central de la República Federal a las víctimas de la guerra y la tiranía y en el cual solo participaron el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier; la canciller, Angela Merkel; junto a los presidentes del Bundestag, Wolfgang Schäuble (CDU); del Bundesrat, Dietmar Woidke (SPD), y del Tribunal Constitucional, Andreas Voßkuhle.
Después de una breve ceremonia donde los líderes alemanes depositaron flores, el presidente Steinmeier pronunció un...
Alemania conmemoró este viernes el final de la II Guerra Mundial con un inédito acto oficial que tuvo lugar en la Neue Wache, el monumento central de la República Federal a las víctimas de la guerra y la tiranía y en el cual solo participaron el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier; la canciller, Angela Merkel; junto a los presidentes del Bundestag, Wolfgang Schäuble (CDU); del Bundesrat, Dietmar Woidke (SPD), y del Tribunal Constitucional, Andreas Voßkuhle.
Después de una breve ceremonia donde los líderes alemanes depositaron flores, el presidente Steinmeier pronunció un emotivo discurso donde afirmó que Alemania solo se puede amar con “el corazón roto” a causa de las atrocidades que se cometieron durante el nazismo y la guerra.
“Le pido a todos los alemanes que recuerden a las víctimas de la guerra y del nacionalsocialismo. Piensen en lo que significa el 8 de mayo para su vida y para lo que hacen", dijo el mandatario que recordó que la idea de esta fecha como liberación de la tiranía nazi nació gracias a un discurso pronunciado el 8 de mayo de 1985 por el entonces presidente Richard von Weizsäcker
“Creo que hoy tenemos que leer la frase de Von Weizsäcker de otro modo, cuando dijo que la liberación no es algo que esté terminado. En 1945 nos liberaron y hoy tenemos que librarnos de la tentación de un nuevo nacionalismo”, dijo Steinmeier. “La liberación vino de fuera, tenía que venir de fuera, este país estaba demasiado maniatado por su propia culpa. No ocurrió en un solo día, fue un camino largo y doloroso, de décadas de lucha contra el silencio. El 8 de mayo de 1945 fue el final de la dictadura nazi, el fin de noches y bombas y marchas de la muerte, de crímenes alemanes sin precedentes y de la quiebra”, subrayó.
Por eso, dijo el dirigente, Alemania es un país que solo se puede amar “con el corazón roto. Quien lo niegue no solo niega los crímenes del nazismo sino todo lo bueno que hemos hecho desde 1945. La memoria no es una vergüenza, el negacionismo sí lo es", sostuvo el presidente.
A causa de la pandemia, todos los actos oficiales que habían sido programados para la conmemoración de este aniversario se han suspendido y en su lugar las autoridades eligieron el simbólico edificio ubicado en la avenida Unter den Linden de la capital. Los máximos representantes oficiales del país depositaron sendas ofrendas florales en el edificio, en cuyo centro hay una escultura de Käte Köllwitz que representa a una madre con un hijo muerto en sus brazos.
Para Steinmeir, la lección clave de la guerra —ese “Nie wieder” (nunca más) que se ha convertido en un principio nacional— encierra también un nuevo significado que se puede traducir como un "nunca más solos”, un llamamiento indirecto a sus compatriotas a asumir más responsabilidad ante Europa y el mundo. “Tenemos que mantener Europa unida, si no lo conseguimos no somos dignos del 8 de mayo. Si Europa fracasa, fracasa el 'nunca más’. Debemos pensar, sentir y actuar como europeos”, recalcó.
“No tenemos que aceptar que el orden y la paz” establecidos a partir de 1945 “se evaporen ante nuestros ojos”, afirmó el presidente alemán. "Queremos más y no menos cooperación en el mundo, inclusive en la lucha contra la pandemia”, agregó.
La solemnidad del acto oficial para conmemorar la llamada liberación de Alemania fue apocada también en parte por las posiciones del ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) que condenó la decisión de convertir el 8 de mayo en un día festivo en Berlín. Alexander Gauland, máximo dirigente del partido, afirmó que se trata de una fecha de "derrota absoluta” y que Alemania había perdido ese día su autonomía para “modelar su futuro”.