Un supuesto miembro del ISIS mata un policía turco

Un supuesto militante de Estado Islámico (ISIS) acabó este domingo  con la vida de un policía turco mientras era transferido a instancias policiales, tras lo cual fue abatido por otro agente. Los hechos sucedieron en Estambul cuando el presunto yihadista fue detenido junto a otros cuatro sospechosos por agentes de la policía turca ante la sospecha de que se tratase de un comando que preparaba un atentado, según informó el canal de televisión NTV. El sospechoso en cuestión fue introducido en torno a las 22.45 hora local (21.45 hora peninsular) en un vehículo policial para ser llevado a la Direc...

Un supuesto militante de Estado Islámico (ISIS) acabó este domingo  con la vida de un policía turco mientras era transferido a instancias policiales, tras lo cual fue abatido por otro agente. Los hechos sucedieron en Estambul cuando el presunto yihadista fue detenido junto a otros cuatro sospechosos por agentes de la policía turca ante la sospecha de que se tratase de un comando que preparaba un atentado, según informó el canal de televisión NTV. El sospechoso en cuestión fue introducido en torno a las 22.45 hora local (21.45 hora peninsular) en un vehículo policial para ser llevado a la Dirección General de Seguridad, situada en la avenida Vatan de la ciudad del Bósforo, donde también se encuentra la sede de la Unidad Antiterrorista de la Policía.

Aparentemente, el detenido no fue esposado y mientras se encontraba dentro del vehículo extrajo un cuchillo con el que atacó al agente de policía que iba a su lado, que resultó gravemente herido y falleció poco después cuando fue ingresado en el hospital universitario de Bezmialem. Ante el ataque, el otro agente que iba en el vehículo sacó su pistola y disparó al detenido, que murió en el acto. Un grupo de policías y un fiscal fueron desplazados a la zona para investigar las circunstancias del asesinato, entre ellas, cómo un detenido, pudo tener acceso a un cuchillo mientras era transportado por la policía.

Desde el inicio de la guerra civil en Siria, Turquía se convirtió en terreno de paso y organización para las células del Estado Islámico que enviaban a sus combatientes al país árabe. Sin embargo, la presión internacional hizo que, a partir de 2015, el Gobierno de Ankara comenzase a tomarse en serio la lucha contra el grupo yihadista, lo que lo convirtió en objetivo de sus atentados. Ese mismo año, células del ISIS -formadas principalmente por turcos- atacaron dentro del país, pero sus objetivos en principio fueron sobre todo aquellos relacionados con la oposición kurda (durante 2015, al menos 142 personas murieron en Turquía en atentados del ISIS). Al año siguiente, el grupo yihadista modificó su estrategia y, utilizando principalmente a militantes extranjeros, atacó el corazón del turismo con dos atentados en el centro de Estambul y otro en su principal aeropuerto (durante todo 2016, murieron 120 personas en ataques atribuidos al ISIS). 2017 se inauguró con un nuevo ataque de Estado Islámico, en este caso contra el club Reina de Estambul durante las celebraciones de Año Nuevo, en el que fallecieron 39 personas y unas 70 resultaron heridas.

Sin embargo, la mayor presencia policial y militar en las calles del país a raíz del estado de emergencia que rige en el país desde la fallida sublevación militar del pasado año y las operaciones policiales contra el ISIS han reducido la operatividad del grupo yihadista. Las detenciones de presuntos miembros del ISIS son constantes -durante el mes de julio, cerca de 500 supuestos yihadistas fueron arrestados y 74 durante la primera semana de agosto-, aunque llama la atención la reciente decisión de un tribunal turco de suspender la prisión preventiva que pesaba sobre Burhan Gök, uno de los acusados de participar en el atentado contra un mitin del principal partido kurdo de Turquía en 2015, en el que murieron 4 personas, y vinculado también con Ibrahim El Bakraoui, uno de los atacantes implicados en los atentados de Bruselas de marzo de 2016.