El nuevo primer ministro de Perú logra el apoyo del Congreso

Pedro Cateriano militó en dos partidos de derecha y es amigo de Vargas Llosa, junto a quién batalló por la presidencia en 1990

El primer ministro de Perú Pedro Cateriano

El primer ministro de Perú Pedro Cateriano, el séptimo en ejercer el cargo desde julio de 2011, tuvo el aval político del Congreso con 73 votos a favor, 39 abstenciones del fujimorismo, y 10 en contra, tras una sesión sumergida en un clima político preelectoral y un conflicto social a causa de un proyecto minero: el político más experimentado del Gobierno de Humala ha saltado su primera valla.

El abogado Cateriano asumió el cargo a inicios de abril y conversó con las cabezas de los principales partidos políticos...

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El primer ministro de Perú Pedro Cateriano, el séptimo en ejercer el cargo desde julio de 2011, tuvo el aval político del Congreso con 73 votos a favor, 39 abstenciones del fujimorismo, y 10 en contra, tras una sesión sumergida en un clima político preelectoral y un conflicto social a causa de un proyecto minero: el político más experimentado del Gobierno de Humala ha saltado su primera valla.

El abogado Cateriano asumió el cargo a inicios de abril y conversó con las cabezas de los principales partidos políticos: el líder más antiguo del Partido Popular Cristiano (derecha), Luis Bedoya Reyes; el expresidente aprista Alan García Pérez (centro-derecha); el exmandatario Alejandro Toledo, de Perú Posible (centro-derecha); y Keiko Fujimori, la candidata presidencial de Fuerza Popular (derecha). A la salida de dicha cita, él y la excongresista fujimorista lucieron incómodos al estrecharse la mano para las fotos. El primer ministro, abierto antifujimorista y antiaprista, ha intentado equilibrar sus declaraciones.

Su crítica al aprismo se inició cuando fue diputado entre 1990 y 1992, como miembro de una comisión investigadora del primer Gobierno aprista (1985-1990), que acusó de enriquecimiento ilícito a García. Su período como diputado, que iba a ser de cinco años, terminó en 1992 con el autogolpe de Fujimori, quien cerró el Congreso y el Poder Judicial. Entonces militaba en el Fredemo, la agrupación política liberal que fundó el escritor Mario Vargas Llosa para batallar por la presidencia contra Fujimori en 1990; desde entonces son amigos. Fue también viceministro de Justicia durante el Gobierno de Toledo, como miembro del Frente Independiente Moralizador, partido aliado a Perú Posible.

A diferencia des us predecesores en el cargo ellos, no forma parte del partido oficial Gana Perú

La noche del lunes, los cuatro parlamentarios del Apra votaron a favor de la investidura de Cateriano. Según el analista político Juan de la Puente, la bancada aprista dio sus cuatro votos por el contexto preelectoral: “El Apra cree que puede cosechar más con la moderación porque quiere correr al centro, mientras que el fujimorismo será oposición dura hasta el final”.

El séptimo primer ministro fue, desde julio de 2012 hasta abril, ministro de Defensa, y un operador político cercano al presidente Humala —militar en retiro— y a la primera dama Nadine Heredia, quien participa en las decisiones del Gobierno. Ha tenido mayor recorrido político que sus predecesores en el cargo y, a diferencia de ellos, no forma parte del partido oficial Gana Perú. Asimismo, es cercano al constitucionalista Francisco Eguiguren, quien fue ministro de Justicia en el primer gabinete de 2011.

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De los 73 votos que consiguió Cateriano, seis eran del Partido Popular Cristiano, que está a favor del proyecto minero Tía María, que pretende extraer cobre a cielo abierto en un valle agrícola de Arequipa. Aunque, como ministro de Defensa, rechazó las críticas a los militares por violaciones de derechos humanos al aplacar los coletazos de Sendero Luminoso, el pasado lunes sí condenó la actuación violenta de la Policía Nacional en la provincia de Islay contra los agricultores que se oponían a la operación minera en Tía María.

En su primera comparecencia en el Congreso, el primer ministro aludió al conflicto en Tía María y a sus ancestros: “Mi padre me enseñó la historia de Arequipa, una historia rebelde. Pero no podemos imponer mediante la fuerza bruta un proyecto”, comentó Cateriano, de quien Vargas Llosa ha destacado su honestidad y su compromiso con la democracia.

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