EE UU amplia el plazo para retener datos de no sospechosos de terrorismo

Los servicios de inteligencia podrán conservar información durante cinco años

Edificio del Centro Nacional de la Lucha Antiterrorista de Estados Unidos.

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos podrán conservar los datos de los ciudadanos que no sean sospechosos de terrorismo hasta un máximo de cinco años, según las nuevas directrices aprobadas para el Centro Nacional de la Lucha Antiterrorista (NCTC en sus siglas en inglés). Hasta ahora la información debía destruirse a los seis meses de su obtención. El NCTC fue creado en 2004, es el encargado de analizar, agrupar e integrar la información antiterrorista del resto de las agencias de inteligencia del país y tiene acceso a 30 bases de d...

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Los servicios de inteligencia de Estados Unidos podrán conservar los datos de los ciudadanos que no sean sospechosos de terrorismo hasta un máximo de cinco años, según las nuevas directrices aprobadas para el Centro Nacional de la Lucha Antiterrorista (NCTC en sus siglas en inglés). Hasta ahora la información debía destruirse a los seis meses de su obtención. El NCTC fue creado en 2004, es el encargado de analizar, agrupar e integrar la información antiterrorista del resto de las agencias de inteligencia del país y tiene acceso a 30 bases de datos del Gobierno.

Las nuevas reglas aprobadas este jueves por el fiscal general, Eric H. Holder, llevan más de un año en período de pruebas para determinar su efectividad. Además de ampliar el período de almacenamiento los datos, facultan al NCTC a hacer un mayor número de copias de las bases de datos y a extrapolar su contenido para investigar el rastro de células terroristas. “Un día puedes revisar algo y pensar que no tiene nada que ver con el terrorismo, pero qué pasa si a los 12 meses se vuelve relevante”, señaló Robert S. Litt, consejero general de la Dirección Nacional de Inteligencia, órgano del que depende el Centro.

La Casa Blanca sostiene que el cambio de directrices permitirá identificar más rápidamente a los terroristas al agilizar el acceso de los agentes a la información antiterrorista y garantizará, al mismo tiempo, la protección de los datos de los ciudadanos, algo que ponen en duda los defensores de las libertades civiles. “Es una expansión absoluta de la autoridad de vigilancia del Gobierno”, ha denunciado en un comunicado Marc Rotenberg, director ejecutivo del Centro de Información Electrónica Privada que considera que infringe la Ley Federal de Privacidad.

La Casa Blanca sostiene que el cambio de directrices permitirá identificar más rápidamente a los terroristas

Los contrarios a la reforma denuncian que supone una reedición de facto de la Ley de Recopilación Total de Información (Total Information Awareness Act), promulgada por George W. Bush tras los atentados del 11-S y que contempla la posibilidad -derogada posteriormente por el Congreso- de cruzar datos a partir de información personal derivada de viajes, pagos con tarjetas de crédito o llamadas telefónicas. Por el momento, se desconoce el uso que se va a hacer de esos datos comerciales a los que agencias como el FBI tienen acceso.

Las antiguas directrices, de 2008, permitían al NCTC obtener directamente determinados datos de las agencias de inteligencia, pedir a una de ellas que recopile información para el Centro, o copiar íntegramente cualquier base de datos de aquellas para analizar la información por su cuenta. Las nuevas reglas refuerzan esta última facultad y obligan al resto de las agencias a consultar con el NCTC el límite de tiempo para almacenar su propia información.

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