El fisco francés halla 12 cuentas ocultas de Liliane Bettencourt

La dueña del imperio L'Oreal mantuvo, hasta 2010, 100 millones de euros en bancos de Suiza y Singapur

Liliane Bettencourt, de 89 años, heredera del imperio L'Oréal, y su marido André, fallecido en 2007, ocultaron durante décadas al fisco francés la existencia de doce cuentas bancarias domiciliadas en Suiza y Singapur, según revelan los datos de un informe de Hacienda revelada hoy por la web de información política Mediapart. Las cuentas fueron halladas en agosto pasado por un inspector del fisco francés con la ayuda de los nuevos tesoreros de Bettencourt, ahora incapacitada por los jueces, tirando del hilo de las cintas piratas grabadas en casa de la millonaria por su mayordomo.

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Liliane Bettencourt, de 89 años, heredera del imperio L'Oréal, y su marido André, fallecido en 2007, ocultaron durante décadas al fisco francés la existencia de doce cuentas bancarias domiciliadas en Suiza y Singapur, según revelan los datos de un informe de Hacienda revelada hoy por la web de información política Mediapart. Las cuentas fueron halladas en agosto pasado por un inspector del fisco francés con la ayuda de los nuevos tesoreros de Bettencourt, ahora incapacitada por los jueces, tirando del hilo de las cintas piratas grabadas en casa de la millonaria por su mayordomo.

Las doce cuentas secretas de la tercera fortuna de Francia contenían a 31 de diciembre de 2010 casi 100 millones de euros, frente a los 121 millones que había en ellas dos años antes, y se encontraban en seis entidades bancarias distintas: las suizas Banque Cantonale Vaudoise (BCV), UBS, Julius Bär, Hyposwiss y Baring Brothers, y, en Singapur, una sucursal de la LGT, banco original de Liechtenstein.

La ocultación supera de largo cuanto dejaban imaginar las conversaciones grabadas por el mayordomo, en las que el antiguo administrador de Bettencourt, Patrice de Maistre, evocaba la existencia de dos cuentas en Suiza.

Según las averiguaciones de Hacienda, las doce cuentas fueron cerradas y repatriadas a finales de 2010, poco después de la explosión del escándalo que generó la dimisión del entonces ministro de Trabajo, Eric Woerth, que fue también titular de Hacienda y tesorero del partido gubernamental UMP entre 2007 y 2010.

Las cuentas fueron halladas en agosto
por un inspector
con la ayuda de los nuevos tesoreros de la anciana millonaria

Los extractos de las cuentas en el extranjero muestran que los administradores de Bettencourt realizaron frenéticos movimientos de dinero precisamente en esos tres años, de 2007 a 2010. Por ejemplo, la cuenta del banco Hyposwiss, abierta a nombre de la sociedad Noblesse Trading Inc., pasó, entre el 31 de diciembre de 2007 y el 31 de diciembre de 2009, de tener 23.421.267 euros a tener cero euros.

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Otra cuenta secreta, contratada con la Banque Cantonale Vaudoise bajo el nombre ficticio Sulki, transfirió entre el fin de 2008 y el final de 2009 a diversas cuentas sin nombre más de 59 millones de euros.

La cuenta más dotada y activa, bautizada como Bora, cerrada en 2008 y que llegó a tener en su balance 92 millones de euros, fue abierta en los años setenta, tras el acuerdo accionarial firmado por L'Oréal con el grupo suizo Nestlé. Mediapart repasa diversas trasferencias millonarias realizadas desde esa cuenta entre 2000 y 2008, y las califica como “sospechosas por naturaleza”.

Las dudas de que parte de todo ese dinero situado en paraísos fiscales pudo servir para financiar de forma secreta a la UMP, el partido de Nicolas Sarkozy, flotan sobre la exclusiva de Mediapart, ya que la propia Liliane Bettencourt es una declarada admiradora de Sarkozy y ha admitido en diversas entrevistas que ella y su difunto marido (que de joven fue simpatizante nazi) han financiado a lo largo de los años a la derecha francesa.

Mediapart emplaza a las autoridades judiciales de Burdeos que investigan a la familia Bettencourt por blanqueo de dinero, fraude fiscal y financiación ilegal, a enviar comisiones rogatorias a Suiza y Singapur para descubrir el destino real de los fondos secretos.

La web dirigida por Edwy Plenel recuerda que, entre 2007 y 2010, siendo ministro de Hacienda Eric Woerth, las autoridades fiscales francesas nunca investigaron a la millonaria, pese a tener en el punto de mira la evasión fiscal.

En esa época, la mujer de Woerth, Florence, era una de las administradoras de una parte del patrimonio familiar de los dueños de L’Oreal. A raíz del escándalo, Woerth dimitió como tesorero del partido en junio de 2010, y finalmente renunció a su cargo de ministro de Trabajo en noviembre de 2010, según admitió, por “consejo” expreso del presidente de la República, Nicolas Sarkozy.

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