Detenido un policía en Bruselas por agredir a una indignada

La joven tiene lesiones en la cara producidas por la patada de un agente de paisano

Un policía belga ha sido detenido hoy y suspendido de sus funciones por la agresión a una indignada que el miércoles participaba en una acción de protesta frente al banco Dexia. El agente será puesto a disposición judicial este sábado, según un portavoz policial. “Yo no estaba haciendo nada. Estaba ya sentada en el suelo, esposada, cuando el policía me dio una patada en la cara”, dice Niki, la agredida, que este sábado tiene previsto participar “con ánimos redoblados” en la marcha de Bruselas.

Niki es una griega de 18 años que prefirió unirse a los indignados en España a protestar con s...

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Un policía belga ha sido detenido hoy y suspendido de sus funciones por la agresión a una indignada que el miércoles participaba en una acción de protesta frente al banco Dexia. El agente será puesto a disposición judicial este sábado, según un portavoz policial. “Yo no estaba haciendo nada. Estaba ya sentada en el suelo, esposada, cuando el policía me dio una patada en la cara”, dice Niki, la agredida, que este sábado tiene previsto participar “con ánimos redoblados” en la marcha de Bruselas.

Niki es una griega de 18 años que prefirió unirse a los indignados en España a protestar con su compatriotas en Atenas “porque el problema es global y quiero a España”. Tiene la cara convertida en un mapa, con moratones e hinchazón en ambos pómulos producidos por una patada y un bofetón de un policía de paisano. Los indignados hablan de “agresión brutal” y el calificativo se ajusta a la realidad en vista de las imágenes grabadas por ellos mismos.

Los manifestantes decidieron subrayar la Jornada Internacional del Anticapitalismo, convocada el miércoles, con una acción en la sede central del banco Dexia, que ha sido salvado por segunda en tres años por los Gobiernos belga y francés. “Estábamos unas 30 personas pegando carteles en las cristaleras del banco cuando llegó la policía y nos rodeó”, cuenta Niki, ya en el edificio universitario en que los indignados tienen su cuartel general bruselense. “A siete nos esposaron. Y cuando yo ya estaba en el suelo inmovilizada un policía me dio una patada y luego un puñetazo”.

“Somos los primeros en lamentar este comportamiento”, comenta a la agencia Belga Roland Thiébault, un portavoz policial . “Tras ver las imágenes nos hemos puesto en contacto con la fiscalía, hemos detenido al policía en su casa y lo hemos llevado a comisaría”.

Mientras, los preparativos para la marcha de este sábado siguen con normalidad entre asambleas y constantes recordatorios de que todo se ha de desarrollar pacíficamente. La marcha debe comenzar a las 14.00 en los aledaños de la Estación del Norte y, tras recorrer parte el centro de la ciudad, está previsto que termine en el parque del Cincuentenario, con intervenciones desde un estrado. Los indignados no se atreven a pronosticar la asistencia. “Ojalá haya muchas personas”, dice una de ellas.

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