Llegan a París 10 policías rumanos para abordar la inmigración gitana

Los agentes están especializados en infracciones judiciales y crimen organizado y estarán al menos tres meses en Francia

Rumania ha enviado hoy a Francia 10 policías en el marco del plan de cooperación entre los dos países para abordar la inmigración de gitanos rumanos, según informó Bucarest. La misión de los agentes en territorio francés durará tres meses, y podría prolongarse otros tres meses más, informa Efe.

Los agentes están especializados en infracciones judiciales y crimen organizado, y viajan acompañados del responsabl...

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Rumania ha enviado hoy a Francia 10 policías en el marco del plan de cooperación entre los dos países para abordar la inmigración de gitanos rumanos, según informó Bucarest. La misión de los agentes en territorio francés durará tres meses, y podría prolongarse otros tres meses más, informa Efe.

Los agentes están especializados en infracciones judiciales y crimen organizado, y viajan acompañados del responsable del Departamento Schengen del Ministerio del Interior rumano. Los Gobiernos de París y Bucarest acordaron esta medida el pasado 9 de septiembre, en una reunión bilateral en la capital rumana para limar asperezas por la deportación de gitanos y buscar soluciones conjuntas al problema.

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La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, ha avanzado esta mañana que se analizará la legalidad de las expulsiones "lo más rápido posible" y ha reiterado el apoyo de la Comisión Europea a su responsable de Justicia, Viviane Reding.

Una circular del 5 de agosto del ministro del Interior francés a la policía en la que ordenaba dar prioridad a la expulsión de romaníes rumanos de Francia desató un conflicto entre ese país y la Comisión Europea. Viviane Reding, criticó los engaños franceses y evocó a la II Guerra Mundial.

En una tensa reunión, los líderes de los Veintisiete se limitaron la semana pasada, en el Consejo Europeo, a censurar a la comisaria de Justicia y Derechos Humanos, pero eludieron el rapapolvo a París. Los dirigentes de los Estados miembros señalaron que Nicolas Sarkozy había expuesto sus razones y que ahora tocaba a la Comisión investigar la actuación francesa.

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La comparecencia de Zapatero en Bruselas, en la que defendió a Sarkozy, descolocó a los socialistas españoles, que habían mantenido un firme rechazo a las expulsiones. De hecho, mientras el presidente español comparecía ante la prensa, el Grupo Socialista registraba en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que se afirma que "las expulsiones colectivas son contrarias al derecho comunitario, a los valores y principios europeos".

La Unión Internacional Romaní ha anunciado que presentará una denuncia por al expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros llevadas a cabo por el Gobierno francés. "Nos sentimos como David contra Goliat", apuntó el viernes el presidente de la Unión Romaní en España, Juan de Dios Ramírez Heredia, quien criticó a los dirigentes europeos "por no tener coraje para pararle los pies a Sarkozy".

Francia ha repatriado desde agosto a cerca de 1.000 gitanos rumanos y búlgaros que vivían en campamentos ilegales en varias ciudades galas.

Caldera: "Inaceptable"

El secretario de Estudios y Programas de la Comisión Ejecutiva del PSOE, Jesús Caldera, ha asegurado que está "preocupado" por lo sucedido en Francia con los gitanos. "Creo que se sancionará al Gobierno francés porque no ha actuado correctamente", ha advertido.

En declaraciones realizadas a RNE recogidas por Europa Press, Caldera ha apoyado las últimas declaraciones de José Luis Rodríguez Zapatero respecto a este tema, ya que "con ellas recuperó ese gran compromiso que siempre hemos tenido". "Estamos por la defensa de los derechos humanos, por la integración y rechazamos cualquier uso del fenómeno migratorio para enfrentar a los ciudadanos", ha recordado Caldera de las palabras del presidente.

"Debemos hacer un esfuerzo en favor de la tolerancia y estoy seguro de que el Gobierno considerará lo que ha ocurrido como inaceptable", ha subrayado el ex ministro.

Gitanos deportados llegan a Bucarest.REUTERS