Asesinado a tiros un prestigioso fiscal de Guatemala

Juan Carlos Martínez, un fiscal guatemalteco encargado de importantes casos, como el asesinato de los diputados salvadoreños en febrero de 2007 y de la muerte violenta de los policías acusados de ese crimen, o el atentado que costó la vida al asesor en materia de seguridad del Ministerio del Interior, el venezolano Víctor Rivera, murió ametrallado a primeras horas de ayer en un camino rural del este del país.

Martínez sufrió una emboscada cuando regresaba de la aldea Coatepeque, a donde se había desplazado el fin de semana para estar con su familia. El ataque se produjo poco antes de ll...

Juan Carlos Martínez, un fiscal guatemalteco encargado de importantes casos, como el asesinato de los diputados salvadoreños en febrero de 2007 y de la muerte violenta de los policías acusados de ese crimen, o el atentado que costó la vida al asesor en materia de seguridad del Ministerio del Interior, el venezolano Víctor Rivera, murió ametrallado a primeras horas de ayer en un camino rural del este del país.

Martínez sufrió una emboscada cuando regresaba de la aldea Coatepeque, a donde se había desplazado el fin de semana para estar con su familia. El ataque se produjo poco antes de llegar al kilómetro 85 de la carretera que conduce hacia El Salvador. Según la versión oficial facilitada por la policía, unos vecinos que circulaban por el lugar encontraron un coche ametrallado, en cuyo interior yacía un hombre muerto: el fiscal Juan Carlos Martínez.

Martínez fue el fiscal encargado de la investigación del asesinato de los cuatro policías que masacraron a los diputados salvadoreños al Parlamento Centroamericano y a su chofer, el 19 de febrero de 2007. Seis días después, los presuntos responsables murieron violentamente en el interior de su celda en la cárcel de alta seguridad de El Boquerón, en medio de un confuso motín.

El pasado jueves, un tribunal de Guatemala absolvió, por falta de pruebas, a 13 pandilleros, todos ellos miembros de la violenta organización Mara Salvatrucha que, según la versión de la acusación, habrían sido los encargados de matar a los guardias asesinos. Se da la circunstancia de que desde que se conoció la sentencia absolutoria, es decir, desde el mismo viernes, el fiscal asesinado ayer había empezado a preparar una apelación a la sentencia absolutoria.