Se suicida un coronel chileno procesado por una desaparición en 1973
Un coronel retirado de Carabineros de Chile, procesado por el secuestro y desaparición en 1973 de un opositor a la dictadura militar, se suicidó a finales del pasado mes de julio de un disparo en el hospital de la institución, confirmaron ayer fuentes judiciales.
El oficial, identificado como Luis Hidalgo López, había sido procesado el 16 de julio pasado por el juez de la Corte de Apelaciones de Temuco Fernando Carreño, como autor del secuestro y desaparición, en octubre de 1973, del militante del Movimiento de Acción Popular Unitario (Mapu) Juan Bautista Bastías Riquelme.
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Un coronel retirado de Carabineros de Chile, procesado por el secuestro y desaparición en 1973 de un opositor a la dictadura militar, se suicidó a finales del pasado mes de julio de un disparo en el hospital de la institución, confirmaron ayer fuentes judiciales.
El oficial, identificado como Luis Hidalgo López, había sido procesado el 16 de julio pasado por el juez de la Corte de Apelaciones de Temuco Fernando Carreño, como autor del secuestro y desaparición, en octubre de 1973, del militante del Movimiento de Acción Popular Unitario (Mapu) Juan Bautista Bastías Riquelme.
Aunque el suicidio del oficial retirado fue mantenido en reserva por la institución policial, fuentes del Servicio Médico Local confirmaron que el cadáver de Hidalgo López llegó proveniente de ese centro hospitalario y que la autopsia determinó que la causa de muerte fue un "traumatismo encefálico por disparo".
Hidalgo López fue ingresado en el hospital algunos días después de su procesamiento, tras ser notificado del mismo y de la correspondiente orden de arresto, afectado por un estado depresivo. Según una fuente de la policía, la decisión judicial lo dejó muy abatido.
Juan Bastías tenía 25 años y su detención fue practicada por Carabineros ante varios testigos en la zona de Allipén, en la región de La Araucanía, a unos 700 kilómetros al sur de Santiago, en octubre de 1973; desde esa fecha permanece desaparecido.
El suicidio del coronel se suma al de los agentes represivos Germán Barriga Muñoz, Gonzalo Asenjo Zegers y Carlos Marcos Muñoz, también procesados por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Según el Informe Rettig, que en 1991 documentó las violaciones de los derechos humanos cometidas durante el régimen militar, en Chile hubo 3.197 víctimas en ese periodo, de las cuales 1.192 corresponden a detenidos desaparecidos.