Zapatero rechazará el proyecto de presupuestos de Blair si elimina los fondos que recibe España

"España no puede ser el país sobre el que recaiga el mayor coste económico de la ampliación", advierte el Gobierno

España no aceptará un nuevo proyecto de presupuesto comunitario que implique que deje de recibir fondos estructurales, algo que el Gobierno no quiere que ocurra hasta 2013, cuando venzan las perspectivas financieras que ahora se están negociando. Así lo ha manifestado el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, en rueda de prensa, y este mismo mensaje lo tansmitirá mañana José Luis Rodríguez Zapatero a Tony Blair, quien ha abierto una ronda de contactos para lograr un consenso en torno a las cuentas comunitarias después de que ayer los Veinticinco rechazaran su última propuest...

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España no aceptará un nuevo proyecto de presupuesto comunitario que implique que deje de recibir fondos estructurales, algo que el Gobierno no quiere que ocurra hasta 2013, cuando venzan las perspectivas financieras que ahora se están negociando. Así lo ha manifestado el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, en rueda de prensa, y este mismo mensaje lo tansmitirá mañana José Luis Rodríguez Zapatero a Tony Blair, quien ha abierto una ronda de contactos para lograr un consenso en torno a las cuentas comunitarias después de que ayer los Veinticinco rechazaran su última propuesta, que tacharon de "inaceptable, injusta, insolidaria y antieuropea".

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Los Veinticinco en bloque, a excepción de Reino Unido y Malta, rechazaron ayer el borrador de cuentas presentado por la presidencia de turno británica, tanto por el recorte de ayudas a los países más pobres como por el aumento de los ingresos que recibe el Reino Unido por el llamado cheque británico.

Por lo que respecta a España, la reciente revisión al alza del crecimiento español, frente al estancamiento de los grandes países europeos, inquietan a las autoridades españolas, que temen perder cuantiosas ayudas. Varias regiones españolas pueden perder parte de los fondos europeos. Por ello, en la negociación España plantea un objetivo claro: seguir siendo beneficiario neto de fondos hasta el final del periodo presupuestario, es decir, que siga recibiendo más de lo que aporta y no convertirse en contribuyente neto hasta 2013. Es lo que fuentes del Ejecutivo califican como "problema español" y que consideran que debe ser reconocido en las negociaciones y el acuerdo final.

La negociación es "extremadamente difícil", reconoce en todo caso el Gobierno, debido al "efecto estadístico" propiciado por la modificación de los parámetros de medición del bienestar europeo tras la ampliación de la Europa comunitaria a veinticinco miembros, muchos de ellos más pobres que España.

El Ejecutivo de Zapatero plantea que el presupuesto comunitario debe ser "suficiente" para garantizar el cumplimiento de los objetivos planteados, y también "equitativo", es decir, que reparte entre los países socios el coste de la ampliación. La advertencia, en este sentido, es clara: "España no puede ser el país sobre el que recaiga el mayor coste económico de la ampliación". Además, el recorte de los fondos debe ser "gradual", no abrupto, dando margen a los estados para adaptar sus cuentas y presupuestos internos a la nueva situación.

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Firmeza

Moraleda ha hecho hincapié en que las dificultades de la negociación provocadas por el "efecto estadístico" se agravan por los antecedentes, ya que algunos países, como Francia, Alemania, Austria, Suecia y Holanda, adoptaron en el pasado mecanismos diversos para "blindarse" ante la ampliación, y España no. "No lo decimos para criticar, para justificar una posición, sino para recordar", ha precisado.

Pese a las dificultades de la negociación, Moraleda ha asegurado que el presidente del Gobierno será "firme en la defensa de los intereses españoles". "Dijo 'no' al compromiso de Luxemburgo, y dirá 'no' si el compromiso final no es beneficioso para España". "Vemos con satisfacción que Tony Blair vaya a cambiar la propuesta que presentó y esperamos que la próxima se acerque a los intereses defendidos por España, si no es así, no será aceptada", ha insistido Moraleda.

Los dos ámbitos de destino de esos fondos que España señala como prioritarios dentro del presupuesto comunitario son la inmigración y la innovación tecnológica, dos asuntos que España debe afrontar con colaboración de la Unión Europea.

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