Bélgica permitirá a los extranjeros no comunitarios votar en las municipales en 2006

Noruega, Suecia, Dinamarca, Holanda e Irlanda reconocen también el derecho al voto de los ciudadanos no europeos

Los diputados belgas han aprobado esta noche un proyecto de ley que permitirá a los extranjeros que no pertenezcan a la Unión Europea (UE) votar, bajo determinadas condiciones, en las elecciones municipales a partir de 2006. El texto ha sido adoptado con los votos al apoyo del partido verde y del democristiano, ambos en la oposición, ya que la mayoría liberal socialista estaba muy dividida.

La ley, que se aplicará en el próximo escrutinio municipal previsto para dentro de dos años, estipula que para votar, los ciudadanos extranjeros no comunitarios deberán estar establecidos en Bélgica ...

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Los diputados belgas han aprobado esta noche un proyecto de ley que permitirá a los extranjeros que no pertenezcan a la Unión Europea (UE) votar, bajo determinadas condiciones, en las elecciones municipales a partir de 2006. El texto ha sido adoptado con los votos al apoyo del partido verde y del democristiano, ambos en la oposición, ya que la mayoría liberal socialista estaba muy dividida.

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La ley, que se aplicará en el próximo escrutinio municipal previsto para dentro de dos años, estipula que para votar, los ciudadanos extranjeros no comunitarios deberán estar establecidos en Bélgica desde al menos cinco años. Además, tendrán que inscribirse previamente en un censo electoral, así como firmar una declaración en la que se comprometen a adherirse a los principios de la democracia. Sin embargo, los extranjeros no comunitarios no podrán presentarse como candidatos en estas elecciones.

El texto ha sido adoptado gracias al apoyo de los partidos francófonos Ecolo (Verdes) y el Centro Demócrata Cristiano, ambos en la oposición, ya que la mayoría liberal socialista estaba muy dividida sobre la cuestión. El Partido Liberal Demócrata flamenco (VLD) del primer ministro, Guy Verhofstadt, ha votado en contra del texto, adoptado por mayoría con el apoyo de 80 diputados. En cambio, 58 diputados han dicho no y tres se han abstenido.

El peligro de la extrema derecha

Varios diputados de la oposición han visto en la adopción de la ley por una mayoría "alternativa", que se produce cuatro meses antes de las elecciones regionales, una prueba de la fragilidad de la coalición de partidos en el poder. Las regionales están consideradas como un test para el Gobierno. Además, es una ley que ha salido adelante no sin polémica social. Para el diputado cristiano demócrata flamenco (CDV) Pieter De Crem, la medida provocará el desplazamiento de numerosos electores hacia la extrema derecha flamenca, representada en el Vlaams Blok. De hecho, el pasado martes, un Comité contra el derecho de voto de los extranjeros presentó 200.000 firmas de ciudadanos flamencos opuestos a la ley.

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Por su parte, el diputado liberal francófono Philippe Monfils, cuyo partido ha votado a favor del texto, considera que unos 120.000 extranjeros se beneficiarán de este nuevo derecho, que Bélgica lleva discutiendo desde 1970, cuando se presentó por primera vez en el Parlamento una proposición de ley sobre la materia. En Europa, Noruega, Suecia, Dinamarca, Holanda e Irlanda ya han reconocido el derecho al voto de los ciudadanos no europeos. Y España y Portugal se lo han otorgado a aquellos procedentes de países que actúan de manera recíproca. El Reino Unido, por su parte, reconoce el derecho al voto a las personas originarias de la Commonwealth.

Este gesto en favor de los inmigrantes se produce justo cuando la vecina Holanda ha aprobado la ley de asilo más controvertida de las últimas décadas. Esta ley sanciona la expulsión de 26.000 inmigrantes sin permiso de residencia, que aprobada el pasado martes en el Parlamento por 83 votos a favor y 57 en contra. Propuesto por la coalición democristiana y liberal en el poder, el plan ha provocado la repulsa del 60% de la población, el Consejo Nacional de las Iglesias y la organización internacional Human Rigths Watch. La votación vino precedida de numerosas manifestaciones en contra de las expulsiones.

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