Sadam convierte su reelección al frente de Irak en un acto de afirmación contra EE UU

Casi 12 millones de iraquíes tienen una cita con las urnas para elegir al presidente que regirá el país durante los próximos siete años. En cualquier otro país, las encuestas señalarían los candidatos favoritos y avanzarían el resultado más probable de estas elecciones, pero en Irak no hay sondeos, y ni falta que hacen. Sadam Husein volverá a ser el elegido, y puede que incluso mejore la cifra de 99,96% de apoyo que obtuvo en 1995. Lo que no está tan claro es que pueda cumplir los siete años de mandato.

Los iraquíes deben decidir hoy si dar su apoyo o no a Husein, el único candidato por...

Casi 12 millones de iraquíes tienen una cita con las urnas para elegir al presidente que regirá el país durante los próximos siete años. En cualquier otro país, las encuestas señalarían los candidatos favoritos y avanzarían el resultado más probable de estas elecciones, pero en Irak no hay sondeos, y ni falta que hacen. Sadam Husein volverá a ser el elegido, y puede que incluso mejore la cifra de 99,96% de apoyo que obtuvo en 1995. Lo que no está tan claro es que pueda cumplir los siete años de mandato.

Los iraquíes deben decidir hoy si dar su apoyo o no a Husein, el único candidato por ley en un país en el que la oposición no puede asomar la cabeza porque se la cortan bajo la acusación de ser agentes del imperialismo o del sionismo. Pese a la amenaza de una guerra con EE UU, o quizá por ello, el apoyo de los ciudadanos a su líder es más fuerte que nunca, circunstancia que Husein quiere aprovechar para convertir la jornada de hoy en un día de reafirmación patriótica y de rechazo a Estados Unidos.

El 50% no cubre sus necesidades básicas

La posibilidad de una agresión estadounidense, junto con el daño causado por los 12 años de embargo de la ONU y la potente maquinaria de propaganda estatal, ha reforzado la adhesión del pueblo iraquí hacia su líder, como demuestran los atascos de tráfico y el ambiente festivo que domina desde primera hora de la mañana todas las ciudades de Irak.

Y eso pese a que los iraquíes tienen una renta media de 715 dólares anuales, la quinta parte de lo que ganarían si no se hubiese producido la Guerra del Golfo. Además, casi la mitad de las familias no puede cubrir sus necesidades básicas, y uno de cada tres niños menores de cinco años está mal nutrido de forma crónica. Aún así, los ciudadanos perciben esta situación como un castigo colectivo inflingido por la comunidad internacional.

Tan sólo un tercio de la población podrá votar. Para gozar de este derecho es necesario haber cumplido los 18 años, no estar incapacitado, haber cumplido el servicio militar y no tener antecedentes penales. Además, fuera del referendo han quedado los 3,6 millones de iraquíes, la mayoría kurdos, de las tres regiones del norte bajo administración de la ONU. Además, hasta cuatro millones de ciudadanos de los entre 22 y 25 que tiene el país pueden haber abandonado el país en los últimos 12 años.