Los Quince sientan las bases de la reforma institucional de la UE en la cumbre de Laeken
La Presidencia propone Helsinki como sede de la agencia alimentaria y que Barcelona albergue la agencia de información de visas
Los líderes de la UE han llegado hoy a un acuerdo para sellar la Declaración de Laeken en la que sientan las bases para la preparación de la próxima reforma institucional prevista para 2004. Los Quince han acordado los términos para el lanzamiento de una Convención que las llevará a cabo y que estará presidida por el ex presidente francés Valery Giscard D'Estaing.
La Convención celebrará su sesión inaugural el 1 de marzo de 2002, bajo presidencia española de la UE y sus dos vicepresidentes serán los ex primeros ministros de Italia, Guliano Amato, y de Bélgica, Jean-Luc Dehaene.
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Los líderes de la UE han llegado hoy a un acuerdo para sellar la Declaración de Laeken en la que sientan las bases para la preparación de la próxima reforma institucional prevista para 2004. Los Quince han acordado los términos para el lanzamiento de una Convención que las llevará a cabo y que estará presidida por el ex presidente francés Valery Giscard D'Estaing.
La Convención celebrará su sesión inaugural el 1 de marzo de 2002, bajo presidencia española de la UE y sus dos vicepresidentes serán los ex primeros ministros de Italia, Guliano Amato, y de Bélgica, Jean-Luc Dehaene.
Sus trabajos concluirán un año después, a tiempo para permitir que su presidente presente al Consejo Europeo los resultados de los debates, como muy tarde en junio de 2003.
El objetivo es buscar "una Unión más simple, más fuerte en la búsqueda de sus objetivos y más presente en el mundo" a través de un acercamiento comunitario "claro, transparente, eficaz y gestionado de forma democrática", según el texto de la Declaración.
Tal y como fue establecido en Niza, el primero de los desafíos y reformas de la UE renovada es el mejor reparto y definición de competencias entre la Unión y los Estados miembros. Para ello "pueden restituirse tareas a los Estados miembros o confiar nuevas misiones a la Unión o ampliar las competencias actuales".
Simplificación de los tratados
En este sentido, se plantea el dilema de garantizar que el nuevo reparto de competencias no conduzca a un aumento furtivo de competencias de la Unión o que no se solapen sobre materias de competencia exclusiva de Estados miembros y, llegado el caso, de las regiones.
El segundo reto es la simplificación de los tratados y sus instrumentos jurídicos. Se abre así la vía para que la Convención estudie la necesidad de reducir el número de instrumentos legislativos, normas directas, Directivas marco e instrumentos no vinculantes (dictámenes, recomendaciones, coordinación abierta). También se replantea el uso de legislaciones marco, que dejan más margen a los Estados miembros.
Respecto a los problemas de democracia, transparencia y eficacia de la Unión Europea, el nuevo órgano abordará la forma de reforzar la autoridad de la Comisión Europea, la designación de su presidente (toma fuerza la elección directa) y del Parlamento Europeo (ampliando la codecisión). Los parlamentos nacionales deberán comenzar a implicarse también en el proceso europeo.
Asimismo, los jefes de Estado quieren mejorar la eficacia del proceso decisional y el funcionamiento de las instituciones en una Unión de cerca de 30 miembros: uso del veto, rotaciones semestrales de la presidencia de la Unión, relación entre el Alto Representante y el comisario de Exteriores y representación de la UE en las organizaciones internacionales.
Por otra parte, los Quince no han dudado en replantear la pervivencia actual de cuatro tratados, una simplificación que podría terminar en la adopción de un texto constitucional.
Las nuevas agencias europeas
En la cumbre los líderes de la UE también debaten el reparto de una decena de sedes de nuevas agencias europeas en una difícil negociación, ya que algunas cuentan con la candidatura de ciudades de varios países.
En este sentido, el primer ministro belga y presidente de turno de la UE, Guy Verhofstadt, ha propuesto conceder a Helsinki la sede de la Autoridad Europea de seguridad alimentaria de la Unión, la más ambicionada del "paquete" que se reparte.
Barcelona compite con Helsinki, Parma (Italia) y la ciudad francesa de Lille por la sede de la Autoridad de Seguridad Alimentaria. Sin embargo, fuentes de la Presidencia han señalado que todavía "no hay una propuesta cerrada" y que los líderes mantienen negociaciones bilaterales.
Verhofstadt también ha propuesto que Lisboa albergue la Agencia de Seguridad marítima y que Barcelona sea la sede de una agencia que se ocupará "del intercambio de información en materia de visados".
La ciudad holandesa de La Haya tendrá la sede de Eurojust, Londres, la Academia de Policía Europea y Colonia, la Agencia de Seguridad Aérea, Roma, la Protección Civil, y Lille, la de Seguridad Ferroviaria, según fuentes diplomáticas.