Mario Vaquerizo: “He llamado a ‘La revuelta’, pero me han dicho que no interesaba”

Pareja de Alaska y uno de los hombres más famosos y divisivos de España, ahora vuelve a la música después de tres años. En su nuevo sencillo, con su grupo Nancys Rubias, no faltan referencias a la caída que casi le cuesta la vida

Mario Vaquerizo, estrella televisiva y líder del grupo Nancys Rubias.Javier Biosca

En el fondo de pantalla del móvil de Mario Vaquerizo (Madrid, 50 años), sobre la mesa del despacho de su discográfica, se ve a la estrella televisiva posando con otra estrella televisiva, la vedette murciana Charo. Pronto revela que haberlo dejado ahí no es del todo casual. “Mi móvil es un medidor. La gente que reconoce a Charo Baeza habla mi idioma”. A continuación se acelera hablando del tipo de artistas que le seducen, empezando por Charo y terminando en el Elvis gordo y crepuscular que actuaba en Las Vegas. “Todos esos que son considerados subproductos son los que a mí me gustan”.

Mario, al que algunos consideran también subproducto de la fama, ha pasado por uno de los grandes sustos de su vida tras una aparatosa caída el pasado octubre que le ha dejado secuelas con las que aún lidia, pero durante todas las entrevistas promocionales de su nuevo sencillo, Reset, en cuyo vídeo aparece subido a un giratutto parecido al que casi le cuesta la vida, hace bromas al respecto. “Mostrarse contento frente al público es un ejercicio de generosidad. Todos tenemos nuestras mierdas, nuestros días malos, pero es muy desagradable mostrar que tienes un mal día para el que te está escuchando”.

Mucha gente se tomó su caída con pitorreo. Yo le quité en todo momento importancia. No me apetecía contar lo que me había pasado o lo que se me pasaba por la cabeza cuando me daban esos diagnósticos reservados. Mi forma de ser es contar que hay un problema, pero no que tenía un 5% de visión. ¿Para qué preocupar a la gente?

¿Ya ve bien? Me he recuperado, ¡de forma milagrosa! Ahora tengo una nueva visión. ¿Tú recuerdas el bar de Malasaña Nueva Visión, que estaba frente a la Vía Láctea? No, tú eres muy joven. Pues como a mí en la facultad no me interesaba ni el grunge ni Kurt Cobain me iba al Nueva Visión y ahí descubrí a los Cramps y a los Ramones. Así que ahora yo tengo una nueva visión. ¿Veo como antes? No, pero sigo viendo. ¿Qué me ha ayudado a recuperarme? El factor suerte, el factor de la fe y en el factor de uno mismo. Yo no ingresé por la fractura en el cuello, sino en oftalmología. A los tres días de caerme dejé de ver. Y ahí me di cuenta de la gravedad de lo que había pasado. Porque yo no lo pasé mal, yo me di un hostión y no recuerdo nada. Empecé a ser consciente de la gravedad cuando me dijeron: tenemos buenas noticias, pero tal vez no vuelvas a ver. Y yo le digo: ¿pero cuáles son las buenas noticias? Y responde el médico: que estás vivo. Y eso te cambia todo.

Da decenas de entrevistas y habla en ellas a bocajarro, ¿no hay nada que se guarde para usted, que prefiera ocultar? No. Soy muy sincero. Soy periodista, he entrevistado a mucha gente y sé que no tengo que estar todo el rato hablando de mi disco. Yo agradecía mucho eso cuando era entrevistador. Me acuerdo de cuando entrevisté a Marilyn Manson y me pusieron con otros medios, Rockdelux, Mondosonoro... y le preguntaban por el disco, por su sonido. ¡Si el disco y el sonido ya está ahí para que lo escuchen! Yo iba con Vanidad, una revista de tendencias, más frívola, y le pregunté qué personaje le hubiese gustado ser de The Rocky Horror Picture Show. Y los compañeros me miraron con una cara que me fulminaron. ¿Sabes lo que me dijo Marilyn Manson delante de esos dos maricones? “Hazme dos preguntas más, que a ti te las doy”.

¿Y qué más le preguntó? Si le gustaría trabajar con John Waters, cómo sería una banda sonora para una película suya, y le dije también que parecía Rocío Jurado. Y me dijo: “¿quién es Rocío Jurado?”. Y yo le dije: una mujer que llevaba el cardado como nadie. Dicho todo esto, ¿cosas que intento no contar de mí? Que en algunos momentos estoy triste, inseguro, que a veces pienso mal de la gente, que grito mucho...

“Hay una cosa muy peligrosa que es la autocensura. Yo me aplico la autocensura folclórica: decirlo todo sin decir nada, y a pocas palabras, buen entendedor. Si por el qué dirán dejo de mostrarme tal y como soy, dejo de ser una persona interesante”

A menudo sus declaraciones y exabruptos son recogidas por otros medios y muy comentadas. ¿Nunca se arrepiente de ninguna? Sí y no. Estamos en unos momentos que son un coñazo, en el que todo es blanco y negro. Y yo no soy así. En estos momentos de tanta dictadura de la cancelación, de polarización, cuando tú te muestras tal y como eres, no compensa. No compensa el ser condenado por un titular por parte de algún dogmático. Hay una cosa muy peligrosa que es la autocensura. Yo me aplico la autocensura folclórica: decirlo todo sin decir nada, y a pocas palabras, buen entendedor. Si por el qué dirán dejo de mostrarme tal y como soy, dejo de ser una persona interesante. Todos somos lo que pensamos y lo que decimos, todos luchamos por ser uno mismo.

Pese a no juzgar a nadie por su ideología, ¿no tiene ni una línea roja con la gente con la que se relaciona? Es que tengo la manga muy ancha. A ver cómo lo digo... a mí me han pedido muchas veces que vaya a las cárceles. ¿En las cárceles quién está? Si vas, quedas bien. Si no vas, no. ¿Qué haces?

Mario Vaquerizo, estrella televisiva y líder del grupo Nancys Rubias.Javier Biosca

¿Qué le pedían que fuese a hacer a las cárceles? A dar charlas, a estar allí. Y a mí no sé si me apetece estar con un violador. Tú me dices: ¿con quién no te sentarías a una mesa? Pues ahora mismo, a día de hoy, no me lo he planteado. Pues hombre, con los asesinos de Marta del Castillo pues no. Tampoco me sentaría con la gente que tiró del pelo a la Pantoja. Con la gente maleducada. Con la gente intolerante, dictatorial. Con la gente que si les das la mano te la deja floja. A mí me enseñó mi padre que entre caballeros se aprieta la mano.

En un podcast dijo: “A mí me tiraban piedras en el colegio. Llamé a mi padre y a mi hermano y ellos les dijeron que dejasen de hacerlo. Hoy no podríamos hacerlo: no meterían en la cárcel al que tira piedras, sino al que te viene a defender”. Eso lo estamos viendo hoy en día con la ocupación. Meten en la cárcel a quien está siendo ocupado, no al okupa. Todas las personas que están sufriendo bullying lo siguen sufriendo porque muchas veces hoy se ampara al delincuente y al maltratador.

“Más que ha hecho Alaska por el colectivo, o más que yo he hecho por el colectivo, hablando en femenino, no lo ha hecho nadie”

¿Pero realmente tiene esa visión tan desoladora del mundo? No, es que simplemente por callarte, porque no es políticamente correcto... te van ganando terreno. Hay que proteger a todo el mundo, pero la sobreprotección de unos puede llevar a desproteger a otros. A mi suegra, América, a lo mejor hoy le hubieran retirado la tutela de su hija porque hizo Pepi, Luci, Bom con 16 años. Es que ser buena madre también es dar libertad a tu hija. ¡Es el sentido común! Yo estoy muy contento porque mi madre y mi hermano fuesen a decirle cuatro cosas a los niños que me tiraban piedras, no volvieron a hacerlo. Y me alegro de haber vivido en una casa donde se hablaban las cosas, porque a mí me daba vergüenza contar eso. La adolescencia es lo peor. Lo más gracioso de todo es que años después uno de los que me tiraban piedras la estaba chupando en el Strong. ¡Eso es maravilloso!

Pensé que iba a decirme que le pidió un autógrafo. ¡Se lo hubiera dado! Mira, a una amiga mía un guardia civil una vez la detuvo y cuando se hizo famosa ese mismo guardia civil le pidió un autógrafo y se lo firmó.

No me va a decir quién es su amiga. No, pero creo que es fácil.

En el documental Alaska Revelada dijo usted que el colectivo LGTBQ se había vuelto contra su esposa. ¿Lo cree de verdad? Más que ha hecho Alaska por el colectivo, o más que yo he hecho por el colectivo, hablando en femenino, no lo ha hecho nadie. Yo no pertenezco a ningún colectivo, porque dentro de un colectivo, aunque represente una causa común, hay muchas opiniones. Yo por eso soy individualista, sin estar en contra de ningún colectivo. Pero dentro del colectivo, como Alaska empezó a trabajar con Jiménez Losantos, la tildaron de facha. Y a mí eso... pues me cago en el colectivo, porque mi mujer es de todo menos facha, y Losantos también. Si nos movemos en los dogmas, nos perdemos. ¡Pero si me han llamado del Orgullo! El que quiera ir con la pancarta, que vaya. Yo estoy a favor de todo. ¡Todos mis amigos son maricones! Solo tengo dos amigos heterosexuales, que además son heterosexuales raros.

Usted es amigo de Pablo Motos y excolaborador de El Hormiguero. ¿Iría a La Revuelta? Si ellos quieren sí. Yo he llamado, pero me han dicho que no interesaba. Pero tampoco quiero entrar en ninguna guerra, yo creo en el derecho de admisión y cada uno en su casa recibe a quien quiere. Yo voy a todos los sitios menos a programas que falten al respeto a la gente.

“No me sentaría a la mesa con la gente maleducada. Con la gente intolerante, dictatorial. Con la gente que si les das la mano te la deja floja. A mí me enseñó mi padre que entre caballeros se aprieta la mano”

¿Qué programas son esos? No lo sé, porque no les presto atención, no me interesan.

Usted habla mucho de dinero, ¿por qué cree que en España está mal visto admitir que gusta el dinero? Porque la gente es muy falsa. El dinero bien ganado lo veo muy honrado. ¡El dinero bien ganado lo veo muy honrado! Mira, eso da para una canción. Yo soy autónomo, no tengo paga extra ni mes de vacaciones. Si tengo que estar tres semanas seguidas trabajando para ganar más dinero y comprarme un abrigo de piel falsa de Yves Saint Laurent... que luego me dio rabia porque yo pensaba que era piel verdadera. Me lo dijo Elena Benarroch.

¿Cuánto le costó? 20.000 pavos. Pero para eso los gano. ¿No hay gente que se compra un coche? Pero bueno, aunque no sea de piel estás pagando la marca, el diseño de Carabelo.

¿Vaccarello? Vaccarello, eso, es que no sé cómo se llama. Que habrá que pagarle a él.

Usted se quejaba mucho de que los medios no prestaban atención a su grupo, pero anoche los vi una hora en prime time. Hombre, ayer estuve en El Hormiguero, pero es que ese programa está hecho por un marciano, Pablo Motos, que viene del underground y se permite hacer lo que quiera. Pero si yo tuviese que estar en un programa de música no me considerarían músico porque no sabemos tocar.

Pero ahora está tomando clases de canto. Sí, pero eso ha sido por el accidente. Como la laringe está aplasta por llevar tanto tiempo collarín y como tengo que volver a actuar, y como canto, aunque la gente se crea que no, y quiero estar bien de voz, estoy dando clases de canto. Y me estoy divirtiendo un montón porque relaja mucho. ¡Con 50 años aquí tomando clases de canto gracias a un accidente que casi me deja paralítico!

En sus fantasías, ¿en qué posición le gustaría que estuviese su grupo Nancys Rubias? Me gustaría hacer una gira por la América profunda, por clubes de mala muerte, de teloneros de The Horrors. Que por cierto, cuando los conocí nos quedamos con ellos en la piscina en Benicassim.

¿Fueron majos? Majísmos. Todos los ídolos que he conocido los he acabado admirando. A Deborah Harry, que vino a cenar a mi casa, a Ana Torroja...

¿Qué ídolo le queda por conocer? A Enrique Naya, de las Costus. Hubo un día una cosa muy bonita que escribió Olvido que fue que si existiera el cielo y le dieran oportunidad, ella pasaría una tarde con su abuelita y con Enrique. Yo, como copio todo, también me gustaría esa oportunidad. Cinco horas con Warhol, cinco horas con Enrique Naya...

¿Usted cree que irá al cielo? Sí. Porque soy buena gente. Cuando me muera me gustaría que dijeran: era muy pesado, pero buena gente. Y vestía bien.

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