David Dawson: “Harry Styles y yo nos prometimos cuidarnos mucho en las escenas de cama”
El intérprete inglés es uno de los protagonistas de ‘My Policeman’, una ficción en la que encarna a un joven comisario de arte lanzado a vivir su homosexualidad en la Inglaterra de los años 50
David Dawson (Cheshire, 40 años), soñaba con actuar antes de hablar seguido y para cuando alcanzó la adolescencia ya había cumplido aquel sueño. Estudió interpretación en la Real Academia de Arte Dramático de Londres, la escuela centenaria en la que miles de intérpretes luchan por entrar. En aquel momento, Amazon era solamente una tienda online. Hoy, Dawson es uno de los protagonistas de My Policeman, el ambicioso largometraje recién estrenado en Amazon Prime Video que tiene a ...
David Dawson (Cheshire, 40 años), soñaba con actuar antes de hablar seguido y para cuando alcanzó la adolescencia ya había cumplido aquel sueño. Estudió interpretación en la Real Academia de Arte Dramático de Londres, la escuela centenaria en la que miles de intérpretes luchan por entrar. En aquel momento, Amazon era solamente una tienda online. Hoy, Dawson es uno de los protagonistas de My Policeman, el ambicioso largometraje recién estrenado en Amazon Prime Video que tiene a Harry Styles como máximo reclamo.
Aunque Dawson lleva 17 años frente a las cámaras, My Policeman le ha traído algunas “primeras veces”. La principal: jamás había protagonizado una película. En esta ficción encarna a Patrick, un joven comisario de arte, lanzado a vivir su homosexualidad, que en la Inglaterra de los años cincuenta estaba penada. “Ni siquiera conocía esta parte de nuestra historia. Cuando empecé a prepararme para la película, quise ver documentales y escuchar cómo algunos gais hablaban de su experiencia. Aquello me ayudó bastante a crear el personaje. Todo lo que suponga rebuscar en el pasado me interesa mucho”, comenta.
La ley que persigue a los personajes de esta película se redactó en el siglo XIX y estuvo vigente hasta 1967. “Mientras leía el guion, me pareció muy personal. Hablaba de un gay, en mi propio país, en épocas recientes. Yo lo hubiera pasado mal. Mucha gente desconoce que, hasta hace poco, a los gais nos metían en prisión. Me alegro de ayudarles a recordar, a mirar atrás, tomar rumbo. Si logramos que la gente hable de esto, ya estamos sumando un grano de arena”, reitera.
Él mismo es un actor abiertamente homosexual e intuye que ese paso no es necesariamente fácil para todo el mundo. “Cada viaje es diferente y lleva su propio ritmo”, asevera. De eso trata este largometraje. En la película, Patrick está lleno de vida y desata sus pasiones sin reservas, pero el policía del que habla el guion, interpretado por Harry Styles, vive encorsetado en un matrimonio tradicional. Habrá quien piense que historias así ya se han contado, pero a pesar del contexto histórico que narra, el enfoque de My Policeman cae entre lo tierno y lo solemne. O sea, el estado mental exclusivo de los enamorados.
“Imaginé un personaje curtido en los malos ratos, pero que obvia esa parte de su existencia. Alguien que busca la belleza en la vida, el arte y la música. Quiere dar a su amante tanto cariño y diversión como pueda. Trabajé este papel desde el optimismo”, reflexiona. La película alterna dos líneas temporales. El Patrick al que él encarna en la juventud será algún día un anciano dependiente, que suplica por la calada de un cigarrillo y, naturalmente, busca recuperar el abrazo de su amante. “Habrá quien diga que esta película es trágica. Al fin y al cabo, todos son víctimas de la sociedad y el momento en el que viven. Pero creo que aporta esperanza”. La historia está inspirada en hechos reales.
El Patrick envejecido está interpretado por Rupert Everett, referente de la escena británica y pionero entre los artistas que han hecho pública su homosexualidad: las leyes que enmarcan My Policeman aún estaban vigentes cuando él era niño. Dawson y Everett no comparten un solo plano de la película, pero pasaron horas hablando por teléfono para comentar el personaje. La pandemia aún arreciaba cuando tuvieron lugar las primeras lecturas de guion y los intérpretes no pudieron verse en persona. Ese trabajo en equipo se ha visto premiado en el Festival de Toronto, donde el reparto principal de esta pieza ha ganado un premio colectivo.
También se ensalza la interpretación de Dawson. Como cuenta el actor, él aún no ha leído las reseñas. Suele esperar al menos dos meses tras el estreno para echarles un vistazo. Esa misma crítica que alaba a Dawson le anticipa un futuro en Hollywood. Pero lo cierto es que él ya lleva un tiempo en el catálogo internacional. Ha actuado en Luther (2010-2019), Peaky Blinders (2013-2022) o The Last Kingdom (2015-2022). “Que nadie se engañe, ¡los actores aceptamos todo el trabajo que podemos! Los intérpretes a los que admiro son aquellos a los que no reconocemos de un papel para otro”, anota.
A él le encantaría interpretar a un villano retorcido. El terror y el suspense le gustan desde siempre. También anhela trabajar junto a Ryan Murphy, como han hecho Kathy Bates y Angela Bassett, dos de sus referentes: . “Con esta película he tenido mi primera alfombra roja, ¡pues claro que me ilusionan cosas así! O que familiares de toda Inglaterra viajen hasta Londres para acompañarme en un estreno. Estaba en casa de mis padres cuando supe que me habían dado el papel y abrimos champán. Pero lo que quiero para mañana es lo mismo que hasta ahora. Personajes que me asusten, que supongan un reto”, asevera Dawson.
Si algo le inquietaba mientras leía My Policeman eran verse interpretando algunas secuencias de cama. Por suerte, contaban con “coordinadores de intimidad”, personal del equipo técnico que se reúne con los actores, directores y cámaras y ayudan a pactar qué se mostrará y cómo, de forma que los intérpretes se sientan bien. Todos los miedos desaparecieron: “Harry [Styles] y yo nos prometimos que nos cuidaríamos mucho el uno al otro, en ese sentido. Que siempre habría alguien al otro lado”.
Dawson ha estado pendiente estos meses de cómo la película iba tomando forma en la sala de montaje. Igual que de pequeño soñaba con escribir, él ya se imagina al otro lado de la cámara. En lo más inmediato, eso sí, le sigue tocando de intérprete. Hasta diciembre, se encuentra rodando la serie The Burning Girls. Compartirá peripecia con Samantha Morton, una de sus grandes admiradas. “Quizá le pediría una cosa al joven David que empezaba en el teatro, y es que no se gastara el dinero antes de rellenar la declaración de la renta”.
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