Así se ve Gaza con Julio Iglesias de banda sonora

Tarzan y Arab Nasser son gemelos nacidos en Gaza y residentes en París. Su película ‘Gaza Mon Amour’ muestra como se vive a diario en la franja palestina con Julio Iglesias de fondo.

Los directores Tarzán y Arab Nasser.guillaume kozakiewiez

Suena Que no se rompa la noche, de Julio Iglesias. De su disco Un hombre solo. Issa, un pescador palestino, residente de la franja de Gaza, también se encuentra solo. Las baladas de Julio le inspiran porque está enamorado de una modista viuda, Siham (Hiam Abbass). Los dos son los protagonistas ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Suena Que no se rompa la noche, de Julio Iglesias. De su disco Un hombre solo. Issa, un pescador palestino, residente de la franja de Gaza, también se encuentra solo. Las baladas de Julio le inspiran porque está enamorado de una modista viuda, Siham (Hiam Abbass). Los dos son los protagonistas de Gaza mon amour, de Tarzan y Arab Nasser. Que suene esa canción, ese disco, no es casualidad. Como Issa, el padre de estos cineastas, gemelos idénticos, era un romántico, “un fanático de Julio Iglesias aunque no entendiera sus letras”. “Escuchar esa canción nos trajo un recuerdo muy bonito de la infancia”, relata Tarzan (aunque es casi imposible diferenciarles). “Cuando nuestro padre nos iba a recoger al colegio, estudiábamos al sur de Gaza, era un sitio lleno de flores, con olor a fresas, el aire era limpio. Todo era precioso. Ha sido destruido por los israelís, no hay nada ya… Nos acordamos y pusimos a Julio en la película”.

Tarzan y Arab viven en París desde hace cinco años, invitados primero por una residencia artística y acogidos tras el éxito de su primera película Dégradé. Pero hace más de una década que abandonaron Gaza. “Salimos antes de cumplir los 20 años, pero nuestro corazón está aún allí, nuestros recuerdos, nuestra infancia”, dice Arab. “Aún estamos unidos al lugar y conectados todo el rato con familiares y amigos. Esta película es una carta de amor para Gaza y sobre Gaza”, añade Tarzan.

Una entrevista con estos dos hombres es un caos, más por Zoom. Vestidos cual estrellas de glam rock, ojos pintados, camisetas escotadas, botas militares, se interrumpen, contestan a la vez, para acabar diciendo lo mismo. “Somos dos cuerpos para una misma alma y dos actores para una acción”, se definen. Nacieron en Gaza y no se han separado nunca. “Hacemos todo juntos. Vivimos juntos. Tenemos el mismo punto de vista. Nos peleamos, por supuesto, pero compartimos todo”.

Tarzan y Arab Nasser, gemelos idénticos e inseparables en la vida y la creación.gwenael saliou

Juntos veían la televisión donde descubrieron el cine y también su amor por la moda, “viendo cine indio de los setenta”, se inspiraban. “A través de la televisión, nuestro sueño de dirigir, de ser artistas, empezó a crecer, hasta que a través de un profesor, el único que había estudiado fuera, en Rusia, empezamos a hacer películas”, cuentan. Estudiaron Bellas Artes y debutaron con obras de reivindicación política como Gazawood, carteles estilo Hollywood sobre el conflicto palestino-israelí. De ahí saltaron al cine. “En Dégradé comenzamos algo que hemos continuado en Gaza Mon Amour y seguiremos explorando: contar el día a día en Gaza”, explican. Lo siguiente será un western sobre Hamás, quizá lo llamen Once Upon a Time in Gaza.

Si en Dégradé mostraban la franja palestina desde los cristales de una peluquería, en la que sus dueñas y clientas se quedaban encerradas esperando que acabara el fuego cruzado; en Gaza Mon Amour, la ocupación está aún más en segundo plano, aunque es constante, en el cielo, en la televisión, disparos lejanos. “Dentro de Gaza tú no ves a los israelíes, pero los ves…”, dicen. Por eso, los Nasser no pueden volver (“Bueno, volver sería fácil, pero no podríamos salir de nuevo”), tuvieron que rodar entre Jordania y Portugal. “Todo el mundo espera ver sufrimiento al ver una película sobre Gaza. Todas las referencias que tenemos son la imagen de las noticias o los documentales”, exponen. “El problema más importante es la ocupación, claro, pero hay muchos más problemas cotidianos, no queremos victimizar a la gente, queremos mostrar otra cara: en Gaza aún se enamoran y viven una vida normal a pesar de todo, en un lugar en el que no hay horizonte desde hace mucho tiempo”.

Puedes seguir ICON en Facebook, Twitter, Instagram,o suscribirte aquí a la Newsletter.

Más información

Archivado En