La emoción reconquista la moda masculina
Hermès, Louis Vuitton, Dior Men, Dries Van Noten y el colofón inesperado de Valentino demuestran el vigor creativo del sector en la semana de la moda de hombre de París
Cuando la temporada de desfiles de moda masculina parecía haber concluido definitivamente, Valentino dio la campanada en el sitio menos esperado: su desfile de Alta Costura, la joya de la corona de la casa y el terreno en el que Pier Paolo Piccioli, director creativo de la casa, mejor despliega su talento para revivir con tejidos, artesanía y siluetas la sombra de un oficio crepuscular. Lo hizo con un puñado de modelos para hombre espigados en el desfile. Sobre estilizados...
Cuando la temporada de desfiles de moda masculina parecía haber concluido definitivamente, Valentino dio la campanada en el sitio menos esperado: su desfile de Alta Costura, la joya de la corona de la casa y el terreno en el que Pier Paolo Piccioli, director creativo de la casa, mejor despliega su talento para revivir con tejidos, artesanía y siluetas la sombra de un oficio crepuscular. Lo hizo con un puñado de modelos para hombre espigados en el desfile. Sobre estilizados pantalones de vestir, y camisas de popelín apareció el tour de force de la temporada, un abrigo de cachemir recubierto por 250 rosas de raso. Antaño hubiese parecido una extravagancia gratuita. Hoy, sin embargo, encaja con naturalidad en un público que ya ha conquistado el carnet de mayoría de edad en términos de moda.
Así lo atestiguan las colecciones que se han presentado en la capital francesa –o en su correspondiente espejo digital– entre el 19 y el 24 de enero. Y, en esta ocasión, la noticia volvía a ser la ropa y las colecciones, y no tanto los formatos elegidos para presentar las colecciones, que han oscilado entre la retransmisión estricta de la pasarela y el fashion film, con varios formatos intermedios.
Dries Van Noten, por ejemplo, se ubicó en uno de los extremos: un vídeo vertical que, en un plano fijo, va mostrando distintas salidas, desde la primera hasta la última. La magia aquí reside en la impasibilidad del formato, que en cierto modo traduce la honestidad sin trampa ni cartón del creador belga, que presentó todas esas prendas que uno espera encontrar en su tienda de ropa para hombre. Sastrería fluida pero sólida, estampados extraordinarios, tejidos de calidad y una ligereza que es puro equilibrio. Ni logos, ni accesorios, ni parafernalias. Solo ropa, que hoy sigue siendo su negocio principal.
Hermès optó por un formato sin aspavientos pero con muchos matices: una pieza de vídeo multipantalla que muestra a los modelos en actitud distendida y que, además de las siluetas principales, permite apreciar detalles: los bolsillos dobles de una americana, el contraste entre la piel y el paño de lana, la forma de un bolso. La colección de prêt à porter capitaneada por Véronique Nichanian sigue perfeccionando una suerte de armario masculino ideal, con prendas ligeras, artesanales, lujosas y exquisitamente equilibradas. Un triunfo sostenido en el tiempo.
La colección de Louis Vuitton es posiblemente la más compleja conceptualmente de todas las desarrolladas a Virgil Abloh hasta la fecha. Ante el espectador desfilan una serie de figuras que reconfiguran los fantasmas de infancia del director creativo: el escritor, el vagabundo, el viajante, el galerista, el hotelero, hasta los padres. En resumen, las distintas respuestas que da un niño cuando le preguntan qué quiere ser de mayor. Por eso sus prendas, aparentemente, son menos herméticas que en otras ocasiones. De hecho, tienen procedencias muy concretas, desde unos vaqueros gastados hasta unas sneakers o un traje zoot suit. En el plano comercial, apuntan a una forma de comprar ropa que no busca el total look, sino la mezcla de elementos significativos y combinables entre sí. La normalidad, sus contradicciones y su infinita variedad. Si en algún momento usted ha pensado que ahora todo se lleva, en esta ocasión Abloh le da la razón.
En Dior Men, sin embargo, Kim Jones va a lo concreto. El director creativo de la línea masculina de la casa parisina ha encadenado en los últimos tiempos varias colecciones memorables, siempre inspiradas en artistas contemporáneos o en colaboración con ellos. Para el próximo otoño, une fuerzas con el artista escocés Peter Doig, cuyos estampados, colores y motivos dan fuerza a una colección basada en la ropa de ceremonia. Chaqués para un evento intergaláctico, esmóquines para una cena de gala en el Blitz Club y prendas deportivas que mantienen el tipo a base de tejidos y bordados primorosos. Lo imposible se le da muy bien a Kim Jones, que esta temporada se enfrentaba al reto de diseñar esta colección y su primera de Alta Costura para Fendi. Y, si la semana de la moda de Milán ha alumbrado nuevas formas de entender lo práctico, la de París ha recordado que, en medio de tanta obsesión futurista sigue resonando el frufrú de los tafetanes de la moda de siempre.
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