El niño de ‘Love Actually’, Thomas Brodie-Sangster, lo tiene claro: ya no se hacen buenas comedias románticas
El intérprete que encarnó el amor preadolescente del hoy clásico de la Navidad asegura que la inmediatez de las plataformas de ‘streaming’ es una de las principales causas de la caída en desgracia de este género cinematográfico. “Solo suben los presupuestos en las películas de Marvel”, lamenta
Thomas Brodie-Sangster solo tenía 13 años cuando rodó Love Actually en 2003. La lista de estrellas en la película ambientada en Navidad —convertida hoy en uno de los clásicos de la temporada— era amplia, desde Hugh Grant y Alan Rickman hasta Emma Thompson y Keira Knightley. Pero estos actores reconocidísimos no eclipsaron a ese jovencísimo Brodie-Sangster, que consiguió enamorar al público en el papel de Sam, quien encarnaba la tierna historia de amor preadolescente. El actor británico tiene ahora 35 años, y recuerda con cariño ese trabajo que supuso su salto a la fama. Sin embargo, lamenta que esa magia de las comedias románticas de principios de siglo se ha extinguido con la aparición de las plataformas de streaming. “Ha llevado a producciones más baratas y guiones apresurados”, sostiene el intérprete londinense en declaraciones a The Telegraph.
Para Brodie-Sangster, Love Actually se rodó en los años “pre smartphone”, lo que él ya define como una “época pasada”. “Fue una época más sencilla, y quizá eso sea más romántico”, opina. A pesar de que él era un niño cuando se estrenaron a finales del siglo pasado, el intérprete destaca algunos de los filmes que, para él, son un ejemplo de aciertos de este género cinematográfico. “Hubo algunas grandes, como Nancy Myers y Nora Ephron, que hicieron cosas brillantes en los noventa: Cuando Harry encontró a Sally (1989), Tienes un e-mail (1998) o Sintonía de amor (1993) son películas simplemente brillantes”, considera. Aun así, confía en que la industria vuelva a tratar a las futuras comedias románticas con el mimo que piensa que merecen. “Las cosas van y vienen, las modas cambian y, cuando se hacen bien, una buena comedia romántica puede ser excelente. Espero que vuelvan”, dice.
En cualquier caso, en las últimas décadas, Brodie-Sangster ha sido más conocido por sus papeles en películas de acción, como en la saga de El corredor del laberinto (2014-2018), en la secuela Star Wars: el despertar de la fuerza (2015) o, más recientemente, en Insumergible (2024). De hecho, al discutir las posibles causas de la caída en desgracia del género romántico en el cine, el actor sugiere que hoy los estudios invierten la mayor parte del dinero en películas de acción o superhéroes porque las comedias románticas tienden a tener un desempeño inferior en taquilla.
Un ejemplo reciente ha sido el de Materialistas, protagonizada por Dakota Johnson, Pedro Pascal y Chris Evans. El filme recaudó alrededor de 108 millones de dólares —93 millones de euros— en taquilla en todo el mundo, una cifra insignificante en comparación con las cintas taquilleras del mismo género de finales de los noventa y principios del 2000.
La misma Love Actually, por ejemplo, recaudó más de 245 millones de dólares —210 millones de euros— a nivel mundial en su día, mientras que comedias románticas anteriores como Notting Hill (1999), protagonizada por Hugh Grant y Julia Roberts, recaudaron casi 364 millones de dólares —unos 313 millones de euros actuales—. La comedia romántica más taquillera de todos los tiempos, según Forbes, sigue siendo Pretty Woman (1990), con 463 millones de dólares —casi 400 millones de euros— recaudados. “Supongo que cada vez hay menos gente que va al cine, así que quizá los presupuestos están bajando en ese tipo de películas y solo suben en las de acción o del mundo Marvel, por ejemplo. Así que, quizás, las comedias románticas están más reservadas para las plataformas de streaming, y quizás eso haya cambiado el presupuesto y la magnitud con la que pueden trabajar. Cuando el volumen aumenta, la calidad suele, aunque no siempre ocurre, disminuir”, justifica Brodie-Sangster.
Otro factor que destaca el actor para explicar que las comedias románticas ya no son lo que eran es que, muchas veces, sus historias están pensadas para estrenarse directamente en esas plataformas de streaming en vez de en el cine. Así pasó en 2018 con Mi primer beso, protagonizada por Jacob Elordi y Joey King, que solo se estrenó en Netflix a pesar de su éxito; o en 2023 con Una boda explosiva, con Jennifer Lopez y Josh Duhamel, que se estrenó directamente en Prime Video sin darle una oportunidad en pantalla grande. “Generalmente, recibo guiones que parecen apresurados porque los guionistas sienten que necesitan conectar con el clima cultural de lo que está sucediendo en este preciso instante, o de lo contrario el público se fijará en otra cosa”, cuenta el actor sobre su propia experiencia. “Es bastante raro encontrar un buen guion, que esté bien pulido. Hoy, todos los guiones se hacen a toda prisa porque, en cierto modo, tienen que serlo. Reciben luz verde por un tiempo determinado. Luego solo tienen que enviar lo que tengan para llamar la atención. Y, muchas veces, no es muy bueno”, critica.
A finales de noviembre, Brodie-Sangster volvió a meterse en el papel de Sam y a vestir una parka como la que llevaba en Love Actually para un anuncio del nuevo Google Pixel. El irónico anuncio muestra al actor en el banco donde grabó la famosa escena de su charla con Liam Neeson —que interpreta a su padrastro— y recrea varios de sus momentos estelares en la historia, como por ejemplo, cuando toca la batería; pero cada vez que piensa que un fan está fotografiándole, en realidad está utilizando el maravilloso zoom de su nuevo smartphone para captar algo ajeno a él. “Pensé que era bastante gracioso y que solo funcionaba si se hacía de una manera un poco tonta, sin burlarse de Love Actually, sino, tal vez, burlándose un poco de mí... al estilo de Ricky Gervais [el humorista británico]”, explica.
Más allá de la broma del anuncio, asegura que hay muchos fans de Love Actually que le reconocen y que siguen pidiendo una secuela más de dos décadas después: “Es maravilloso que me asocien con la Navidad... no es algo de lo que me aburra. Es algo de lo que estoy muy orgulloso y me alegra haber formado parte de ello”. Y reconoce: “Quiero decir, que el amor, realmente, no pasa de moda”.