La respuesta de Britney Spears a las acusaciones de Kevin Federline en sus memorias: “Su constante manipulación es extremadamente dolorosa y agotadora”

Habrá que esperar hasta el próximo 21 de octubre para saber todo lo que el bailarín y DJ Kevin Federline (California, 47 años) cuenta sobre su relación con Britney Spears (Misisipi, 43 años) —de la que han pasado ya dos décadas— en su libro de memorias titulado You Thought You Knew (Creíste saberlo). Lo que sí se sabe ya es que su matrimonio y separación de la princesa del pop, con quien tuvo dos hijos que actualmente son mayores de edad, le ha servido al autor para volver a poner en el foco a la cantante de Toxic.

De su preocupación por ella habló recientemente en The New York Times, donde contó que teme por su comportamiento errático, a pesar de observarla en la distancia, dado que llevan años sin hablarse. Por su parte, la cantante no ha tardado en salir a defenderse de lo que considera las “mentiras piadosas” de su exmarido en el libro. Lo ha hecho en un comunicado publicado en su red social X —con 53 millones de seguidores—, que comienza con un contundente: “La constante manipulación (gaslighting, dice en inglés) por parte de mi exmarido es extremadamente dolorosa y agotadora".

En sus próximas memorias, editadas por Listenin en Estados Unidos, Federline afirma que “la situación con Britney parece estar avanzando rápidamente hacia algo irreversible”. También asegura que “resulta imposible seguir pretendiendo que todo va bien” y sentencia: “Desde mi punto de vista, el tiempo se acaba y nos estamos acercando a la hora decisiva. Si las cosas no cambian, va a pasar algo malo, y lo que más me preocupa es que nuestros hijos se queden con los problemas”.

Como respuesta a estas declaraciones, la cantante continúa así su defensa en su post de X, publicado hace solo unas horas y que acumula ya casi dos millones y medio de visualizaciones: “Siempre he suplicado y gritado poder tener una vida con mis hijos. Las relaciones con los adolescentes son complejas. Me he sentido desmoralizada por esta situación y siempre les he pedido, casi suplicado, que formen parte de mi vida. Lamentablemente, siempre han sido testigos de la falta de respeto que me ha mostrado su propio padre. Tienen que asumir la responsabilidad de sí mismos”. Ha detallado, además, cómo es esa escasa relación con sus hijos: “Uno solo me ha visto durante 45 minutos en los últimos cinco años y el otro solo me ha visitado cuatro veces en ese mismo periodo. Yo también tengo mi orgullo. A partir de ahora, les diré cuándo estoy disponible”, continúa el mensaje en la red social.

En su actual gira por los medios estadounidenses antes de publicar You Thought You Knew, el bailarín, que se casó con Spears cuando tenía 22 años y él 26, en septiembre de 2004, también ha contado que en la noche antes de la boda la cantante llamó a su expareja, Justin Timberlake, y él le dejó claro entonces a su futura esposa que no se casarían si ella aún sentía algo por el cantante, lo que esta le negó, asegurando que tan solo se trataba de una llamada de despedida. “Créeme, esas mentiras piadosas del libro son solo para ganar dinero [straight to the bank, una expresión en inglés] y yo soy la única que sale realmente perjudicada. Siempre les querré y, quien realmente me conoce, no prestará atención a lo que dicen los tabloides sobre mi salud mental y mi consumo de alcohol. En realidad, soy una mujer bastante inteligente que ha intentado llevar una vida sagrada y privada durante los últimos cinco años. Hablo de esto porque ya estoy harta y cualquier mujer de verdad haría lo mismo”, ha finalizado la intérprete de Baby One More Time en su declaración en X.

Sobre la dura batalla entre el bailarín y la cantante por la custodia — se divorciaron en 2006 y fue para él en 2008—, de la que ambos han hablado en sus respectivas memorias, Federline ha declarado: “Solo he tratado de ayudar a mis hijos a tener una relación increíble con su madre. Y es duro porque cuando reflexiono sobre todo lo que ha ocurrido, veo que mis hijos no saben quién es la mujer con la que me casé. He pasado dos décadas tratando de cerrar ese hueco”. En su próximo libro, llega a relatar que los chicos le rogaron que no les hiciera pasar tiempo con ella. Ahora, según él, ha llegado el momento de “dar la voz de alarma” y ayudarla.