Dani Alves y Joana Sanz dan la bienvenida a su primer hijo juntos
El exfutbolista, quien ya tiene dos hijos de una relación anterior, y la modelo amplían su familia tras un largo proceso para quedarse embarazada marcado por el juicio del brasileño por un delito de agresión sexual
El exfutbolista Dani Alves (Bahía, Brasil, 42 años) y su actual esposa, la modelo Joana Sanz (Tenerife, 33 años), han dado la bienvenida a su primer hijo juntos. Así lo ha confirmado este martes 7 de octubre en exclusiva Vanitatis, que informa que la modelo canaria ha dado a luz en Barcelona y ya se ha trasladado a su casa en Esplugues de Llobregat. Por el momento, los dos no se han pronunciado al respecto. Ella tan solo ha publicado unos stories en su cuenta de Instagram, en la que acumula más de 900.000 seguidores, en los que agradece el cariño a una conocida marca el envío de un ramo de flores.
El nacimiento del pequeño se produce tras el largo proceso de Sanz para quedarse embarazada, un proceso que estuvo marcado también por el juicio y la condena de Alves a cuatro años y medio de cárcel por un delito de agresión sexual. Después de que el Tribunal Superior de Cataluña absolviera a Alves, el pasado 28 de marzo, la Fiscalía presentó el pasado mayo un recurso de casación.
Sanz anunció su embarazo el pasado 31 de marzo, tres días después de la absolución de su marido. “No quería compartir nada hasta que fuera más que evidente, pero quise compartirlo por las que están en la lucha. Tuve que lidiar desde los 22 años con preguntas de ‘¿para cuándo el bebé?’… Qué presión social tan aterradora”, escribió en su perfil de Instagram, junto a un largo vídeo en el que mostraba el test de embarazo positivo y una ecografía de su bebé. “Nunca tuve instinto maternal, ese deseo de tener hijos o de que me guste cargar el bebé de alguien. Con el paso de los años mi grupo de amigas fueron teniendo bebés y las redes sociales se llenaban de nacimientos (supongo que por edad es lo que toca). No es una broma la frase de ‘se te va a pasar el arroz’. Hay tanto desconocimiento sobre la edad reproductiva de la mujer y que no es tan fácil quedarse embarazada”, explicó sobre su decisión de ser madre.
En la publicación donde Sanz anunciaba su embarazo, la modelo no mencionaba a Alves, a pesar de su reconciliación con el futbolista —con el que rara vez se deja ver en actos públicos—. Sin embargo, el pasado 2 de agosto compartió dos fotos junto a él, en las que el exfutbolista posa su mano en el abultado vientre de la modelo. Es una de las pocas publicaciones de Sanz en las que sale su marido. Ese mismo día, Alves también compartió una foto sonriendo junto a la barriguita de Sanz en su perfil de Instagram, con 35,6 millones de seguidores.
Sanz y Alves se casaron en 2017 en Formentera tras dos años de relación y, hasta ahora, no tenían hijos en común. El deportista sí tiene dos hijos —Victoria y Daniel— fruto de su matrimonio con su primera esposa, Dinorah Santana, de quien se divorció en 2011. “Ahora que ha pasado el periodo ‘de riesgo’, estoy mucho más tranquila, llena de felicidad y de ilusión por mi bombón. Han sido momentos muy duros y dos años de auténtica montaña rusa emocional, pero ahora estoy aquí. Con una felicidad desbordante y con una bendición que viene en camino”, dijo la canaria a la revista ¡Hola! el pasado abril.
Sanz se enteró a través de la prensa de que Alves había sido acusado por la presunta violación a una mujer en la discoteca Sutton de Barcelona. El 20 de enero de 2023, cuando el futbolista regresó a España para el funeral de su suegra —que murió una semana antes de las acusaciones—, el exjugador del Barça fue detenido y la jueza le envió a la cárcel por riesgo de fuga. Un mes más tarde, el 15 de marzo, Joana Sanz anunció su separación de Alves a través de un comunicado escrito de su puño y letra y publicado en su cuenta de Instagram. “Aquí está una mujer fuerte que pasa a la siguiente etapa de su vida”, escribió entonces. Sin embargo, meses después ambos hicieron pública su reconciliación.
En su texto en redes sociales para anunciar el embarazo, Sanz explicaba que, hace cinco años, se planteó con “mucho miedo” la idea de ser madre. “Miedo porque un ser humano dependerá de mí para sobrevivir, miedo de no trabajar, miedo de perderme yo como mujer…”, detallaba. Luego relataba que a los 27 años, una “mujer sana”, como ella misma se describe, tuvo que pasar por dos fecundaciones in vitro, tres pérdidas y una operación de trompas, además de “la aparición de endometriosis”. “Me hice pruebas de todo tipo a lo largo de los años, con unos embriones divinos y sin encontrar el porqué a nada. La frustración y el por qué ‘todas’ se embarazan como por arte de magia me atormentaba. Estoy acostumbrada a que con esfuerzo, trabajo duro y perseverancia consigo lo que me proponga, pero esto no va así querida. Para colmo me tuve que tragar la dichosa pregunta de ‘¿para cuándo el bebé?’, una y otra vez con tanto dolor en el pecho”, confesaba.
“Mi último embrión congelado, mi última esperanza de tener esa razón por la que ser fuerte en la vida. Aquí está, sana y creciendo. Y yo sé que fue mi madre quien me la envió para que nunca más me sienta sola, para que le eche ganas a la vida y tenga este arcoíris lleno de amor después de tanta tormenta. Aún no me lo creo y me despierto en la madrugada con el miedo de ver las sábanas llenas de sangre o cierro los ojos en las ecografías hasta que escucho que todo está perfecto. Todo llega, no desistas”, comentaba al final de su largo mensaje en Instagram.