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La familia real británica despide a la duquesa de Kent en su primer funeral católico en 400 años

Carlos III, los príncipes de Gales y Andrés de Inglaterra acompañan al duque de Kent en el entierro en la catedral de Westminster. La reina Camila ha sido baja de última hora; se recupera de una sinusitis aguda antes de la visita de Donald Trump al Reino Unido

La familia real británica despide este martes a Catalina de Kent. La mujer del duque Eduardo falleció el pasado 5 de septiembre a los 92 años tras una larga enfermedad. Tal y como informó entonces el palacio de Buckingham, murió “pacíficamente” y rodeada de su familia en el palacio de Kensington. Casi dos semanas después del deceso, los Windsor se despiden de uno de sus miembros más queridos en la catedral de Westminster, en Londres, en el primer funeral católico de un miembro de la familia real en la historia británica moderna.

Antes de este momento, los restos mortales de la duquesa fueron trasladados este lunes 15 de septiembre desde su residencia hasta el lugar elegido para el último adiós. Poco más de tres kilómetros en los que el ataúd estuvo envuelto por un estandarte real —lo que significa que era esposa de un príncipe— y un gaitero de la Guardia Real de Dragones precedió al vehículo durante su recorrido. A su llegada a la catedral, la familia organizó una vigilia privada encabezada por el viudo. Fue la primera vez que se pudo ver al duque de Kent y a sus hijos después del fallecimiento. Hasta ahora, habían permanecido alejados del foco y haciendo frente al duelo en privado.

El féretro ha reposado durante la noche en la capilla de la Santísima Virgen María. A las dos de la tarde —hora local de Londres— ha comenzado la misa del Réquiem, un servicio funerario católico oficiado por el cardenal arzobispo de Westminster, Vincent Nichols. El palacio de Buckingham, encargado de difundir todos los detalles sobre esta despedida, confirmó la asistencia de los reyes Carlos III y Camila, así como la presencia de otros miembros de la familia real británica, como los príncipes de Gales. Pero dos horas antes del servicio religioso, informaban de que la reina no iba a poder asistir: “Se recupera de una sinusitis aguda. Sus pensamientos y oraciones estarán con el duque de Kent y toda su familia”. Además, este miércoles Donald Trump empezará la visita oficial al Reino Unido. Está previsto que los reyes reciban al presidente estadounidense y a la primera dama en el castillo de Windsor —el miércoles, además, está en la agenda una procesión en carruajes y la cena de Estado—.

Este es el primer funeral católico de un miembro de la familia real británica en 400 años. El monarca es la máxima autoridad de la iglesia anglicana y todos los miembros de la familia, desde 1701, deben ser protestantes, así como también quienes se casen con ellos. Catalina de Kent se casó como protestante, pero decidió convertirse al catolicismo en 1994, convirtiéndose en la primera en hacerlo de la historia más reciente —no sucedía desde la decisión del rey Carlos II en su lecho de muerte, en 1685—. La reina Isabel II era conocedora de su intención, dio su visto bueno y aprobó la conversión. “Me gustan las normas y la iglesia católica te da normas. Me gusta saber qué se espera de mí, es lo que he querido toda la vida”, explicó la duquesa de Kent en una entrevista con la BBC. Desde entonces, su deseo era que su funeral se celebrara en la catedral de Westminster, la iglesia católica romana más grande de Inglaterra y de Gales. Tras la misa, el féretro será trasladado en coche fúnebre al cementerio real de Frogmore, en Windsor, tal y como confirmó el palacio de Buckingham.

Este martes es la primera vez que Carlos III va a una misa católica en suelo británico. Sí asistió a la canonización en Roma de John Henry Newman en 2019 y al funeral del papa Juan Pablo II en 2005. Además, el pasado mes de abril, los reyes se reunieron en privado con el papa Francisco en el Vaticano durante su visita de Estado a Italia; siendo el último jefe de Estado en tener una audiencia con él antes de su muerte. Aunque el acto ha sido privado, los medios británicos no han tardado en hacer público el mensaje que el papa León XIV ha enviado al rey Carlos III y que se ha leído durante el acto religioso. “Encomendado su noble alma a la misericordia de nuestro Padre Celestial, me uno de corazón a quienes dan gracias por el legado de bondad cristiana de la duquesa, demostrando en sus muchos años de dedicación a sus deberes oficiales, su patrocinio de obras de caridad y su devota atención a las personas vulnerables de la sociedad. A todos los que lloran su pérdida, con la firme esperanza de la resurrección, les doy de buen grado mi bendición apostólica”, reza el escrito.

Quienes también han estado presentes en el funeral de la duquesa de Kent han sido Sofía de Edimburgo —esposa de Eduardo de Inglaterra—, el príncipe Andrés y su exmujer, Sarah Ferguson, que mantiene el título de duquesa de York a pesar de su divorcio en 1996. Han sido los primeros royals en llegar a la catedral de Westminster y lo han hecho juntos. A continuación, han llegado los príncipes de Gales, Guillermo y Kate Middleton. También ha estado presente la princesa Ana de Inglaterra acompañada de su marido, Sir Timothy Laurence. Todos los invitados han vestido de riguroso luto.

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