Un asesinato con catana, un suicidio... La detención del actor Eric Mabius por agresión se suma a la maldición de la serie ‘Ugly Betty’

De todas las versiones internacionales que se han hecho de la popular serie Yo soy Betty, la fea, la estadounidense, realizada por la ABC, ha sido la más exitosa. Ugly Betty (2006-2010) le valió a su protagonista, America Ferrera (California, 40 años), el Emmy, el Globo de Oro y el premio del sindicato de actores como mejor actriz de comedia. “Cuando gané el Emmy... no me atrevo a volver a verlo porque lo único que recuerdo de estar en ese escenario aceptando ese Emmy fue la sensación de que nadie en la sala pensaba que me lo merecía. Y eso es una pena”, confesó la actriz en una entrevista con el canal ET Canada en 2020. Pero el síndrome del impostor de la estrella del show no es ni de lejos el peor mal que asola al entorno de la serie, donde la muerte y la delincuencia se suceden como una maldición.

El actor Eric Mabius (Pensilvania, 53 años), que en la ficción interpreta a Daniel Meade, el mujeriego empresario que al final acaba enamorándose de Betty, ha sido el último en sumarse a la lista de malditos. El intérprete, también conocido por sus papeles en Resident Evil o Crueles intenciones, fue arrestado por la oficina del sheriff del condado de Nassau (Nueva York) este jueves 20 de febrero. Mabius se enfrenta a un cargo de agresión y resistencia al arresto sin violencia, ambos delitos menores, y según la oficina del sheriff, todavía está a la espera de juicio. En la foto policial, el actor aparece con un ojo morado.

Aun así, la reciente detención del intérprete tampoco parece para tanto cuando se repasa el historial de otros miembros de Ugly Betty. Su creador, Silvio Horta, se suicidó en enero de 2020, a los 45 años. “Silvio tuvo una lucha constante con la adicción y la depresión, pero a pesar de todo, siempre encontró una manera de convertir su lucha en risas. Era un hombre amable y hermoso. Puede que ya no esté, pero su luz seguirá brillando”, aseguró entonces su familia en un comunicado.

El guionista cubanoamericano había hablado previamente sobre sentirse abrumado por las exigencias de su trabajo, revelando en una entrevista de 2008 que el éxito de Ugly Betty no le hizo sentir como esperaba.“Durante mi primer año, la gente me preguntaba constantemente: ‘¿No eres feliz? Debes estar emocionado. Tienes un programa exitoso. Debes estar pasándolo genial’. Bueno, no, no es así. Es algo que me consume por completo. Cuando llego a casa el viernes por la noche estoy tan agotado que me siento paralizado. No quiero salir, no quiero socializar y tengo mucho trabajo que hacer. Eso es todo. Esa es mi vida”, admitió.

Pero en lo que a historias macabras se refiere es difícil superar a la de Michael Brea, que tuvo un papel secundario en la serie. En noviembre de 2010, Brea, que entonces tenía 31 años, fue acusado de cortarle la cabeza a su madre con una espada samurái de un metro en su apartamento de Brooklyn después de pronunciar un discurso religioso. “Empecé a oír voces y a sentirme poderoso. Me preguntaban sobre la diferencia entre mamá y madre. Era una señal”, le dijo al New York Daily News desde la sala de la prisión del Hospital Bellevue donde se le hizo una evaluación mental después del asesinato. Según el intérprete, él no mató a su madre, sino a “su demonio interior”.

Brea describió los detalles de cómo encendió velas en su habitación y colocó una daga y una espada ceremonial masónica de un metro a su lado. También se rodeó de tres estampas de santos, incluida una de San Judas Tadeo sosteniendo una espada. Los investigadores afirmaron que robó la espada de una logia masónica, pero Brea insistió en que se la dio su padre cuando era niño. Su entorno lo justificó asegurando a los medios que las preocupaciones por el dinero y los temores sobre su estancada carrera en el mundo del espectáculo habían llevado a Brea al límite. “Michael tenía muchos problemas económicos y no podía pagar sus cuentas. Creo que esto sucedió por el estrés que le producía eso”, declaró un amigo. Fue acusado de asesinato en segundo grado y posesión criminal de un arma.

Las tramas más salvajes de Ugy Betty a lo largo de sus cuatro temporadas abarcaron desde intentos de extorsión a secuestros, pero sin duda nunca fueron tan lejos como algunos de sus actores en la vida real. Por lo menos la gran protagonista, America Ferrera, sí que ha avanzado en su carrera después de ese papel de Betty la fea que empezó a hacer con apenas 22 años. En 2023 estuvo nominada al Oscar a mejor actriz de reparto por su aplaudido papel en la exitosa Barbie y, aunque no se lo llevó, al menos ahora sí cree merecer un reconocimiento así. “Creo, como estadounidense, que no hay nada que no pueda lograr si trabajo duro, lo bastante y si lo deseo muchísimo”, contó ese año en el programa de la NSNBC Morning Joe.