La herencia de Tony Bennett enfrenta a sus cuatro hijos

Dos de las hijas del ‘crooner’ neoyorquino, fallecido a los 96 años en 2023, han denunciado a su hermano mayor por haber gestionado mal los fondos familiares y haber robado cientos de miles de dólares

Tony Bennett con sus cuatro hijos (Danny Bennett y Antonia Bennett y, a la derecha de la imagen, y Dae Bennett y Johanna Bennett), en la celebración por el 90º cumpleaños del cantante, el 15 de septiembre de 2016 en Nueva York.Roy Rochlin (FilmMagic/ GETTY)

Una muerte siempre es una mala noticia para familiares y amigos, pero también hay veces que es peor el proceso que se inicia y que termina separando a hijos, hermanos y otros miembros de la familia por la herencia, que acaba enfrentando a quienes hasta ese momento habían sido inseparables y cuya relación se rompe por motivos económicos. Disputas por el legado de una estrella las ha habido muy sonadas, es el caso de los hijos de Alain Delon, Michael Jackson y la retirada de su padre de su testamento, la batalla por el dinero de la dueña de L’Oréal Liliane Bettencourt, el enfrentamiento entre la pareja y la familia de George Michael... Ahora son los cuatro hijos del cantante Tony Bennett, fallecido en julio de 2023 a los 96 años, quienes están enfrentados. De hecho, sus dos hijas acusan a su hermano mayor de haber estado administrando mal los fondos de su difunto padre durante años y de robar cientos de miles de dólares del fideicomiso familiar.

Considerado como uno de los grandes cantantes del siglo XX y la última gran voz clásica, Tony Bennett murió alejado de los escenarios desde hacía un par de años, pues padecía alzhéimer desde al menos 2016. Hoy sus hijos se han dividido en dos bandos en una guerra judicial por la herencia: por un lado, están Danny, de 70 años, y Dae, de 69, nacidos durante el primer matrimonio del artista con Patricia Beech; por el otro, Johanna, de 55 años, y Antonia, de 50, fruto de sus segundas nupcias con Sandra Grant. El artista se casó una tercera vez con Susan Crow, pero no tuvo más descendencia.

El proceso judicial comenzó en el mes de junio, pero nada se sabía del caso hasta ahora, cuando la revista People ha tenido acceso en exclusiva a documentos judiciales. Todo se remonta al pasado verano, cuando Antonia y Johanna presentaron una demanda contra su hermano mayor Danny por los activos del patrimonio de su padre que no se contabilizaron después de su muerte y que aseguran no haber recibido. El testamento dejaba claro cómo había quedado repartido el fideicomiso familiar: Dae, Johanna y Antonia eran beneficiarios, mientras que Danny era el único fideicomisario y, por tanto, el responsable del fondo familiar creado en 1994. Meses más tarde, Danny presentó una solicitud para transferir el caso judicial al tribunal de sucesiones o desestimarlo. Y el pasado 3 de enero, sus dos hermanas respondieron con otra demanda pidiendo al tribunal que rechazara dicha petición, asegurando que tenían “serias preocupaciones” sobre la “mala gestión” de Danny y de su papel como fideicomisario, asegurando que se ha quedado con miles de dólares del fondo. “Danny actuó en múltiples y conflictivas funciones fiduciarias durante un periodo prolongado antes de la muerte de Tony y tomó (para él y sus hijos) fondos significativos”, se apunta en este documento. Alegan que emitió cheques “como le pareció conveniente” y que se hizo “múltiples obsequios a sí mismo” en 2022.

Antonia y Johanna aseguran tener derecho a una rendición de cuentas de las acciones de Danny tanto antes como después de la muerte de su padre, ya que él estaba actuando esencialmente sin supervisión y sienten que ha habido una “falta de transparencia”. “[Tony] expresó una clara intención y dirección en sus planes patrimoniales de que sus cuatro hijos fueran tratados por igual”, afirman también en los documentos legales.

Tony Bennett en la alfombra roja de los premios Grammy, el 12 de febrero de 2012, en Los Ángeles. Adrian Sanchez-Gonzalez (ZUMAPRESS.com / Cordon Press)

Durante más de cuatro décadas, Danny fue la mano derecha del cantante e incluso llegó a ser su representante. Su padre confiaba en él y en su trabajo, delegando funciones importantes de su carrera y su patrimonio. Un cargo que ejerció todavía con más peso tras el diagnóstico de alzhéimer, cuando se convirtió en su gestor. “Danny siempre ha actuado para el mejor interés de Tony y ha trabajado diligentemente para garantizar que los planes de su padre se respetaran y se llevaran a cabo. Es desafortunado y triste que algunos opten por cuestionar sus decisiones en lugar de honrar el legado de Tony”, afirmaba una fuente cercana a la familia a People.

En los documentos se especifica un suceso que ocurrió en 2022, un año antes de la muerte de Bennett, cuando se vendieron una parte de los activos del crooner neoyorquino por los “problemas financieros” que, supuestamente, estaba sufriendo. Sin embargo, las hijas pequeñas aseguran ahora que en los registros “todavía tenía millones de dólares”. Además, señalan que en caso de haberse estado quedando sin dinero, Danny continuó “haciéndose regalos a él y a sus hijos con dichos activos”. La empresa de Danny recibió, siempre según la versión de las denunciantes, casi 2,6 millones de dólares (unos 2,5 millones de euros, al cambio actual) en comisiones, mientras que ellas solo recibieron 245.000 dólares (238.000 euros). Tanto Dae como la tercera mujer de Tony, Susan Crow, figuran también en la demandada y se les acusa de “evitar rendir cuentas por las acciones de Danny”.

Dae y Danny Bennet, en un concierto benéfico organizado en Lincoln Center, Nueva York, el 17 de abril de 2024.Nancy Kaszerman (ZUMAPRESS.com / Cordon Press)

El primogénito del cantante fue el que consiguió, en la década de los ochenta, resignificar su carrera profesional y acercarla a audiencias más jóvenes. Fue en este momento cuando se convirtió en su representante, le obligó a regresar a Nueva York y logró que Columbia volviera a contratarlo para grabar The Art of Excellence, el que sería su primer escalón de un resurgir artístico que ya no le abandonaría. A partir de este momento, continuaría la línea artística que había caracterizado su música, pero tendiendo la mano a artistas emergentes y grandes estrellas de la época. De hecho, en sus últimos años de vida consiguió fraguar una gran amistad con Lady Gaga, con quien participó en numerosos eventos y grabaciones, llegando incluso a ganar dos premios Grammy en 2015 como pareja musical. La última vez que se subió a los escenarios fue en 2021, muy debilitado por la enfermedad, de la mano de la intérprete de Bad Romance.

Pero no todo fue idílico en su carrera. En plena vorágine de dinero, fama y éxito en los años ochenta, aturdido por el alcohol y las drogas, el artista cayó inconsciente en una bañera debido a una sobredosis. Sandra Grant lo rescató, pero sería el principio del fin de su segundo matrimonio. Años más tarde conocería a su tercera esposa, Susan Crow, una profesora y gran admiradora del músico que hizo de cuidadora al final de su vida.

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