Courteney Cox llega a los 60 sin decirle adiós a Monica Geller

A principios de semana, en su último lunes antes de cumplir 60 años, Courteney Cox publicaba un pequeño vídeo, de apenas 15 segundos, en su perfil de Instagram. Ante sus nada despreciables 15 millones de seguidores, se veía a la actriz, nacida en Alabama y asentada en Los Ángeles, bailar bajo la frase: “Preguntándole a mi madre cómo bailaba en los ochenta”. Su rostro parecía algo tenso en los primeros segundos, hasta poco después desabrocharse la sudadera y empezar a moverse con más alegría con otros movimientos. Los dos ba...

A principios de semana, en su último lunes antes de cumplir 60 años, Courteney Cox publicaba un pequeño vídeo, de apenas 15 segundos, en su perfil de Instagram. Ante sus nada despreciables 15 millones de seguidores, se veía a la actriz, nacida en Alabama y asentada en Los Ángeles, bailar bajo la frase: “Preguntándole a mi madre cómo bailaba en los ochenta”. Su rostro parecía algo tenso en los primeros segundos, hasta poco después desabrocharse la sudadera y empezar a moverse con más alegría con otros movimientos. Los dos bailes que ejecutaba eran los que le dieron la fama en los noventa y la hicieron convertirse en una actriz de talla mundial en los 2000. El primero era el que Monica Geller, su personaje de Friends, baila en una célebre secuencia de la serie junto a su hermano Ross (David Schwimmer); el segundo, el que interpretaba junto a Bruce Springsteen en el célebre videoclip de la canción Dancing in the dark, en 1984. Ambos fueron los disparaderos de una entonces veinteañera novata que ahora, cuatro décadas después, ha alcanzado el estatus de estrella pero que no termina de soltar aquellos inicios que hoy la han llevado hasta las colinas de Hollywood.

Courteney Cox llega a los 60 convertida en una intérprete absolutamente reconocible dentro del star system, pero con ese peso que afecta a tantos actores (a menudo a actrices) que han tenido una fama estratósferica en sus primeros papeles y a los que, por una u otra cuestión, en la edad adulta no han terminado de triunfar. Tras ser descubierta en la serie Enredos de familia en 1982 (protagonizada por un jovencísimo Michael J. Fox, a cuya novia interpretó en las dos últimas temporadas) y tras el sonado vídeo de Springsteen de 1984, Cox pegó fuerte con Friends, y todo parecía ir encarrilado cuando logró el papel de la reportera Gale Weathers en Scream en 1996, una saga que arrancó cuando ella estaba en la conocida serie y que después se alargó en 2011, 2022 y 2023, aunque ya sin el mismo tirón. También entonces sus papeles parecieron desinflarse.

Ha sido difícil ver a Cox, una actriz talentosa, con una gran vena cómica, en películas que llegaran a las salas o en algo más que un par de capítulos seguidos de una serie. En los 20 años que han pasado desde Friends, su único papel destacable ha sido el de la madre divorciada Jules Cobb en la comedia Cougar Town, que se extendió durante seis años, de 2009 a 2015. Desde entonces, con la excepción del par de secuelas de Scream, su vida actoral ha estado muy limitada. Pero no su papel dentro del mundillo hollywoodiense, que le ha llegado a otorgar una estrella en el Paseo de la Fama hace apenas año y medio.

Aunque su carrera esté en horas bajas, Cox como personaje no. Porque al final lo que más vende de Cox es la propia Cox. Su imagen ha quedado ligada a una de las series más importantes de la historia de la televisión moderna, y ella lo sabe y lo aprovecha. Sus redes sociales dan cuenta de ello, y sus apariciones públicas también. Lo que gusta de Courteney es Monica. De los seis posts que ha publicado en su perfil social desde mayo, tres hacen referencias a Friends. Además de con su hija Coco y con su pareja, el músico Johnny McDaid, buena parte de sus fotos son con Jennifer Aniston y Lisa Kudrow, dos de sus mejores amigas, pero también sus coprotagonistas en la serie.

De hecho, cuando destapó su estrella en Hollywood, en febrero de 2023, fueron ellas dos quienes la acompañaron, además de la también actriz Laura Dern, otra buena amiga. “Son unas amigas maravillosas y son familia. Somos como hermanas”, afirmaba una emocionada Cox al inaugurar su reconocimiento. “Os quiero mucho y es precioso que hayáis salido y os hayáis mostrado por mí en público de la forma en que lo hacéis con frecuencia en privado”. Por su parte, Aniston aseguraba en su discurso: “Nos sentimos muy honradas de estar hoy aquí para hablar en tu nombre como tus compañeras de trabajo, tus amigas y tu familia, tus hermanas. Y eso ha ocurrido desde que te conocemos, desde hace mucho tiempo. Ha sido así desde que nos conocimos, hace casi 30 años. No, 30 años no, debe ser una errata”, bromeaba.

Los Geller han llevado la voz cantante en el grupo, aunque de formas muy distintas. David Schwimmer fue quien, en la tercera temporada, propuso a sus cinco compañeros negociar de manera colectiva para lograr mejores salarios, e iguales, para todos ellos. Comenzaron cobrando 22.500 dólares por capítulo; en la octava temporada, cada uno cobraba un millón. Pero él prácticamente ha desaparecido del mapa de la popularidad, con proyectos escogidos y escasa presencia pública. Cox, en cambio, también hace honor a su papel —pese a que en las audiciones iniciales de Friends optara al de Rachel Green, que finalmente se llevó Aniston—, pero de una manera mucho más pública, y personal. Como han explicado a menudo sus compañeros, fue y es el pegamento del grupo. “Tenemos que cuidarnos. Eso es lo que ella nos inculcó a todos, lo que está en nuestro ADN, que nos apoyáramos y nos quisiéramos”, contaba Aniston en esa ceremonia, y Kudrow aseguraba que eso era lo que les había convertido “en uno de los repartos más unidos, cariñosos y que se apoyan el uno al otro de, diría, la historia de la televisión”. Tanto que incluso, en evidente tono de humor, ha limpiado las estrellas de sus amigas.

Probablemente la actriz la explote más que los demás, pero lo que es indudable es que, como para el resto de sus compañeros, la alianza entre Cox y Friends es ya inquebrantable. El fallecimiento de Matthew Perry el pasado octubre no hizo más que demostrarlo: no solo moría él, para millones de personas en todo el mundo moría también Chandler Bing. Un hombre al que la serie le dio mucho, pero también se lo quitó, con constantes adicciones al alcohol y a las drogas durante el rodaje que le pasaron una carísima factura. No ha sido el único. Su novia en la ficción ha reconocido que apenas se acuerda de nada de aquel entonces. “No recuerdo ni grabar la serie, tengo una memoria malísima”, comentaba en 2020 en una entrevista con Jimmy Kimmel. “Obviamente, recuerdo pasármelo muy bien y querer a todo el mundo y me acuerdo de ciertas etapas de mi vida. Estaba ahí, sí, pero no me acuerdo de los episodios”. Friends da, Friends quita.