La reina Sofía añade Málaga a su Semana Santa y preside el desembarco de la Legión
La emérita, una habitual en Palma durante estas vacaciones, visita la ciudad andaluza junto a su hermana Irene de Grecia para presenciar por primera vez el traslado del Cristo de la Buena Muerte a su casa hermandad
La reina Sofía, de 85 años, ha hecho un parón en sus tradicionales vacaciones de Semana Santa en Palma (Mallorca) para asistir este jueves al tradicional desembarco en el Puerto de Málaga de la Legión, que ha acudido a su cita con la Semana Santa para acompañar al Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, titular de la Cofradía de Mena. A pesar de la lluvia y el viento, doña Sofía ha ido con ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La reina Sofía, de 85 años, ha hecho un parón en sus tradicionales vacaciones de Semana Santa en Palma (Mallorca) para asistir este jueves al tradicional desembarco en el Puerto de Málaga de la Legión, que ha acudido a su cita con la Semana Santa para acompañar al Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, titular de la Cofradía de Mena. A pesar de la lluvia y el viento, doña Sofía ha ido con su hermana Irene de Grecia, de 81 años, y juntas han presenciado el momento en que miles de personas que se han acercado hasta el recinto portuario han recibido a los miembros del Tercio Don Juan de Austria de la Legión. Estos han llegado a la ciudad andaluza poco antes de las 10 de la mañana a bordo del buque Contramaestre Casado de la Armada Española.
Como es tradición, los legionarios han entonado su himno El novio de la muerte durante las maniobras de aproximación al dique de Levante. Ahí los esperaban doña Sofía y su hermana, acompañadas por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, y el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), el General Amador Enseñat y Berea, entre otras autoridades militares, civiles y religiosas.
Completado el atraque, los legionarios han desembarcado uno a uno y a paso ligero por la pasarela del buque para quedar formados ante las autoridades en el puerto, donde han tocado el himno de España. La reina emérita, bajo un paraguas para protegerse de la lluvia, ha sido la encargada de pasar revista a las tropas entre aplausos y vítores del público. A la cita también han acudido el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y su pareja, Teresa Urquijo, con quien se casará el sábado 6 de abril en la capital. Entre los asistentes también estaban Rafael Ruiz, vocalista de Los del Río, y Antonio Banderas, asiduo a la Semana Santa de ciudad natal como cofrade de la hermandad Lágrimas y Favores. Acompañado de su pareja, Nicole Kimpel, el actor y la reina emérita se saludaron con un cariñoso abrazo ante la mirada de todos los presentes, uniformados y no.
Poco después de las 10.30, las tropas han comenzado a desfilar a paso legionario, de 160 pasos por minuto, por el muelle y las calle del centro para dirigirse a la plaza Fray Alonso de Santo Tomás, donde las autoridades han presenciado el traslado del Cristo de la Buena Muerte a su casa hermandad, que ha comenzado a las 12.00. Este es uno de los momentos más emblemáticos de la Semana Santa en Málaga, ya que los legionarios trasladan a hombros al Cristo hasta su trono procesional, una ceremonia que tiene su momento álgido con la interpretación de El novio de la muerte.
Esta es la primera ocasión en la que doña Sofía acude a este acto, del que el entonces príncipe Felipe fue testigo en abril de 1996 en su estreno en la Semana Santa malagueña. Sin embargo, la reina emérita sí que ha asistido en varias ocasiones a ver procesiones de Semana Santa, en especial en Palma, lugar habitual donde suele pasar unos días de vacaciones en estas fechas. Este año ha vuelto a ser fiel a su cita mallorquina y el pasado martes acudió, también junto a su hermana Irene, al concierto benéfico que cada año organiza Projecte Home Baleares en la catedral de la ciudad. Hace poco menos de un mes, también estuvo ahí para recoger la Medalla de Oro de las Baleares que le concedió el Gobierno autonómico por su compromiso social con las entidades de la isla y es probable que este domingo vuelva a Palma para acudir a la Misa de Pascua, como es habitual en ella cada año. Una cita que era una tradición para la Familia Real desde 1995, pero que en los últimos años se convertía en noticia por el goteo de ausentes en el posado de los Borbones.
Su viaje a Málaga comenzó el miércoles, cuando la Archicofradía del Paso y la Esperanza compartió unas imágenes de la reina emérita visitando su salón de tronos. Doña Sofía dejó constancia de su visita en el libro honorífico y recibió la medalla de la archicofradía, según mostraron en las redes sociales de la institución.