Lady Gaga gana: no tendrá que pagar medio millón a la cómplice del robo de sus perros
La demandante, que participó indirectamente en el secuestro de las mascotas, exigía a la cantante la recompensa que prometió en su momento para recuperarlos. Según ha dictaminado ahora la jueza, Jennifer McBride “no tenía derecho a beneficiarse de su mala conducta”
Lady Gaga puede respirar tranquila. No le debe nada a Jennifer McBride. Un juez de Los Ángeles, California, ha dictaminado que la cantante y actriz, de 37 años, no necesita pagarle a McBride, cómplice en el secuestro en febrero de 2021 de sus dos perros, Koji y Gustavto, una recompensa de 500.000 dólares (477.000 euros) por devolvérselos, según los documentos judiciales a los que ha tenido acceso la revista People. McBride fue arrestada junto a ...
Lady Gaga puede respirar tranquila. No le debe nada a Jennifer McBride. Un juez de Los Ángeles, California, ha dictaminado que la cantante y actriz, de 37 años, no necesita pagarle a McBride, cómplice en el secuestro en febrero de 2021 de sus dos perros, Koji y Gustavto, una recompensa de 500.000 dólares (477.000 euros) por devolvérselos, según los documentos judiciales a los que ha tenido acceso la revista People. McBride fue arrestada junto a otras cinco personas en abril de 2021 por maquinar el secuestro de los canes, así como por el disparo y la lesión crítica al paseador de perros de la artista, Ryan Fischer. McBride y el resto de los implicados querían obtener beneficios tras la venta de las mascotas en el mercado negro. Además, McBride interpuso la demanda en febrero del año pasado, al pedir un millón y medio de dólares por daños adicionales al dictaminar que Lady Gaga “cometió un incumplimiento de contrato, fraude por promesa falsa, y fraude por tergiversación”.
Ha sido la jueza encargada del caso, Holly J. Fujie, que aseguraba en el sumario que la denuncia de McBride era “legalmente insuficiente en su totalidad”, pues participó en el robo, y además “no tenía derecho a beneficiarse de su mala conducta al tratar de hacer cumplir el contrato”. El auto final de la jueza se ha conocido este lunes 2 de octubre después de los 20 días que la demandante precisó para enmendar su declaración. Según McBride, ella “no estuvo involucrada de ninguna manera en el robo” y solo “tomó posesión de los perros para devolverlos”. El equipo de abogados de Lady Gaga alegó que sus palabras “no tenían sentido”. El tribunal ha considerado, finalmente, que “nada de lo alegado por la demandada cambia la sentencia final” y que no permitirá a McBride solicitar otra queja, por lo que el caso se cierra.
En el momento del intento de robo, McBride mantenía una relación con su cómplice Harold White. Su hijo Jaylin (White) fue uno de los participantes activos del robo y el tiroteo ―junto con sus compañeros James Jackson y Lafayette Whaley―. Uno de los primeros comunicados de prensa publicados por el Departamento de Policía de Los Ángeles decía que la pareja estaba “determinada a ser cómplices”. Poco después fueron detenidos por un intento de asesinato, cargo por el que no llegaron a ser condenados.
James Jackson fue quien disparó a Fischer, el paseador de perros de confianza de Lady Gaga. El atacante no refutó el intento de asesinato en el que la víctima acabó con graves lesiones corporales y fue sentenciado a 21 años de prisión en diciembre de 2022. Debido a su declaración, se le imputaron cargos menores, incluidos conspiración para cometer robo, hurto en segundo grado, agresión con un arma de fuego semiautomática y un delincuente que portaba un arma de fuego oculta en un vehículo.
Fischer, que sufrió una embolia pulmonar por el tiroteo y permaneció con la cantante estadounidense durante su recuperación, compartió una declaración mientras Jackson era juzgado. Explicó que se había endeudado desde el tiroteo y le dijo a Jackson: “Te perdono. Con el ataque, alteraste completamente mi vida. Sé que no puedo superar completamente la noche en que me disparaste hasta que te diga esas palabras”. De los perros, añadió: “Fueron devueltos a su madre. No creo que hubiera podido vivir conmigo mismo si hubieran muerto”.