Shakira y sus hijos abandonan Barcelona de forma definitiva: “Gracias a los que secaron mis lágrimas y me hicieron crecer”
Tras pasar más de una década en la capital catalana, la cantante se muda a Miami con Milan y Sasha, tal y como firmó en el acuerdo de custodia con Gerard Piqué
Diez meses y un par de canciones de éxito mundial después de la separación de Shakira y Gerard Piqué, la cantante ha tomado definitivamente la decisión que ya anunció hace un tiempo: marcharse de España. La artista colombiana anunció el domingo, a través de sus redes sociales, que abandonaba Barcelona rumbo a su nuevo destino. Aunque no ha especificado por el momento hacia dónde se ha dirigido, cuando firmó el acuerdo de custodia de sus dos hijos, fue...
Diez meses y un par de canciones de éxito mundial después de la separación de Shakira y Gerard Piqué, la cantante ha tomado definitivamente la decisión que ya anunció hace un tiempo: marcharse de España. La artista colombiana anunció el domingo, a través de sus redes sociales, que abandonaba Barcelona rumbo a su nuevo destino. Aunque no ha especificado por el momento hacia dónde se ha dirigido, cuando firmó el acuerdo de custodia de sus dos hijos, fuentes cercanas a ella aseguraron que se asentaría en Miami (EE UU). Y así lo ha podido confirmar EL PAÍS este lunes. Tras las vacaciones de Semana Santa, Shakira empezará una nueva vida en Miami y sus hijos arrancarán allí sus estudios.
Ha sido a través de su perfil de Instagram, donde acumula más de 85 millones de seguidores, donde Shakira ha colgado el mensaje con el que se despide con claridad de la capital catalana. “Me establecí en Barcelona para darles una estabilidad a mis hijos, la misma que ahora buscamos en otro rincón del mundo, al lado de familia, amigos y el mar”. Con esas palabras, la artista comenta su vínculo con la ciudad, que empezó hace más de una década, de forma paralela a la relación con quien es su expareja, Gerard Piqué, y que es firme desde 2015, cuando asentó su residencia en la capital catalana. “Hoy iniciamos un nuevo capítulo en la búsqueda de su felicidad. Gracias a todos los que surfearon junto a mí tantas olas allí en Barcelona, la ciudad en la que aprendí que sin duda la amistad es más larga que el amor”, afirma, en una ligera pulla contra el exfutbolista del Barça y empresario deportivo catalán.
“Gracias a todos los que allí me animaron, secaron mis lágrimas, me inspiraron y me hicieron crecer. Gracias a mi público español que me ha arropado siempre con su cariño y lealtad. Para ustedes solo un ‘hasta luego’ y como decía tantas veces mi padre, ¡nos vemos en las curvas!”, finalizó su escueto mensaje Shakira, junto a una fotografía de unas vistas de Barcelona. En menos de 12 horas, su mensaje acumulaba casi tres millones de likes y unos 60.000 comentarios, muchos de ellos de despedida y otros tantos, sobre todo, de personalidades estadounidenses asentadas en Florida, como actores, presentadores, y deportistas, que le daban la bienvenida y le demostraban a la cantante su cariño.
La mudanza de Shakira estaba programada, aunque se desconocía cuándo iba a producirse. De hecho, se apuntaba a que no sería hasta después de las vacaciones de Semana Santa. Todo dependía, sobre todo, de los hijos del ya exmatrimonio, que se veían obligados a cambiar de colegio. En noviembre los abogados de ambas partes dieron a conocer que la artista se quedaría con la custodia de los niños, y que su ”único objetivo es aportarles la mayor seguridad y protección”. Piqué cedió ante la petición de la artista de sacar a los pequeños de Barcelona y de España para que pudieran llevar una vida más tranquila. Como reconocieron entonces a EL PAÍS los letrados de las dos partes, ambos siempre miraron por el interés de los chicos y evitaron llegar a un juicio que, claramente, iba a acabar mediatizado.
Tal y como ha podido confirmar este diario, Shakira le notificó a Piqué su salida del país. El jueves por la noche, los médicos de la clínica Teknon de Barcelona, en la que está ingresado William Mebarak, padre de Shakira, le explicaron a la cantante que aún no podrían operarlo, y, por tanto, ella decidió marcharse de la ciudad. Entonces les escribió sendas cartas a los responsables de los colegios de los niños, tanto en Barcelona como en Miami, para preguntarles si era conveniente el cambio escolar cuando faltan apenas tres meses para acabar el curso. Ambas partes respondieron que no había problema y que, de hecho, el parón por las vacaciones de Semana Santa podía ayudarles en la adaptación. Ella está muy pendiente de la salud de su padre, y solo terminó las gestiones de la mudanza una vez que supo que para él era un buen momento. Tras el visto bueno de las escuelas y la confirmación de que los médicos no operarían todavía a Mebarak, la cantante ha decidido marcharse.
Shakira, de 46 años, y Gerard Piqué, de 36, fueron pareja durante más de 12 años. Se conocieron poco antes del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, en 2010, y en verano de ese año se encontraron en la cita deportiva. En marzo de 2011, con la frase “les presento a mi sol”, que ella colgó en su perfil de Twitter, oficializaron su relación. La cantante no tardó en mudarse a Barcelona, donde el futbolista jugaba en las filas del Barça, y allí tuvieron dos hijos. El primero, un niño llamado Milan, nació en enero de 2013; mientras que el segundo, Sasha, llegaba dos años después, en enero de 2015.
El 4 de junio de 2022, un escueto comunicado conjunto anunciaba el fin de su relación. “Lamentamos confirmar que nos estamos separando. Por el bienestar de nuestros niños, que son nuestra máxima prioridad, pedimos respeto a la privacidad. Gracias por su comprensión”, explicaban en una nota. La pulcritud del anuncio no tardó en emborronarse con detalles más complejos. Gerard Piqué salía con una joven de 23 años llamada Clara Chía, trabajadora de su empresa, Kosmos, con la que pronto se lo vio en público por Barcelona. La respuesta de Shakira llegó, primero, como entrevista con la revista Elle, donde afirmó que atravesaba “una de las horas más difíciles y oscuras” y que por su relación con Piqué ella había puesto su carrera en segundo plano. Y, después, en forma de canción. En octubre de 2022 lanzó, junto al cantante puertorriqueño Ozuna, el tema Monotonía, toda una declaración de intenciones con frases como “no fue culpa tuya, ni tampoco mía, fue culpa de la monotonía”, “te olvidaste de lo que un día fuimos” o “me dejaste por tu narcisismo”. En el videoclip se la veía en un supermercado con un agujero (literal) en el pecho que la hacía perder el corazón.
Pero la venganza total llegó en enero, cuando junto al rapero y productor argentino Bizarrap lanzó su Session 53. No necesitó ni título para convertirse en un inmenso éxito, con una clarísima letra contra su expareja y la nueva conquista de este. Las estrofas de la letra lo dejaban más que claro: “Tanto que te las das de campeón y cuando te necesitaba diste tu peor versión”; “esto es para que te mortifiques, mastiques, tragues, tragues, mastiques”; “me dejaste de vecina a la suegra, con la prensa en la puerta y la deuda de Hacienda”; “las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”; “mucho gimnasio, pero trabaja un poquito el cerebro también”; “a ti te quedé grande y por eso estás con una igualita que tú”. Tras los acuerdos, las pullas y las críticas mutuas, Shakira ha pasado a otra fase: la de poner tierra ―y el mar― de por medio.