La villa francesa de Amiens le pide un préstamo a Madonna: un cuadro idéntico a otro desaparecido en 1918
La cantante compró en los años ochenta una obra de arte similar a ‘Diana y Endimión’, de Jérome-Martin Langlois, que el Ayuntamiento de la ciudad perdió en la I Guerra Mundial
“Madonna, probablemente usted no conocerá Amiens, pero hay un vínculo especial entre usted y nuestra ciudad”. Así arranca el vídeo en el que Brigitte Fouré, la alcaldesa de Amiens —una ciudad al norte de Francia de poco más de 130.000 habitantes—, le “ha rogado” a la cantante estadounidense que le preste un cuadro de su colección personal, similar a una obra del Ayuntamiento que desapareció durante la I Guerra Mundial, en un bombardeo alemán de 1918, por lo que se considera que fue robado o ...
“Madonna, probablemente usted no conocerá Amiens, pero hay un vínculo especial entre usted y nuestra ciudad”. Así arranca el vídeo en el que Brigitte Fouré, la alcaldesa de Amiens —una ciudad al norte de Francia de poco más de 130.000 habitantes—, le “ha rogado” a la cantante estadounidense que le preste un cuadro de su colección personal, similar a una obra del Ayuntamiento que desapareció durante la I Guerra Mundial, en un bombardeo alemán de 1918, por lo que se considera que fue robado o destruido. El objetivo sería que los habitantes de la localidad puedan volver a admirar esa obra en 2028, con motivo de la candidatura de Amiens como Capital Europea de la Cultura, un título que este 2023 ostentan tres localidades: Timisoara (Rumanía), Veszprém (Hungría) y Eleusis (Grecia).
”Madonna, he oído que usted compró hace unos años un cuadro, Diana y Endimión, una obra de Jérome-Martin Langlois (1779-1838)”, declara la alcaldesa en un vídeo difundido el lunes 16 de enero en su página de Facebook. ”Es probable” que ese cuadro “fuera una obra prestada por el museo del Louvre al museo de Bellas Artes de Amiens antes de la I Guerra Mundial, y cuyo rastro perdimos”, explica la alcaldesa en ese vídeo en francés, con subtítulos en inglés.
Brigitte Fouré asegura que no está cuestionando en absoluto la “adquisición legal” del cuadro, que Madonna compró en una subasta de Sotheby’s en 1989 por 1,3 millones de dólares. De todos modos, la obra podría ser una copia del propio autor, según dictaminaron en su día los expertos del Louvre, cuando la tabla reapareció en público en los años ochenta, décadas después de su desaparición. La artista ha posado en más de una ocasión con el cuadro; en sus redes sociales se la ha visto retratándose en su casa con la obra, de gran tamaño, colgada junto a una escalera.
En las fotografías se puede ver que el cuadro es idéntico al desaparecido, pero algunas mediciones hechas a partir de ellas demostrarían que le faltan tres centímetros de altura. Además, tampoco tiene una firma de Langlois, que sí tendría el original. Según ha explicado el canal público France 3 y como recoge la agencia Efe, si la obra llegara a suelo francés podría no volver a salir del país galo, ya que las obras que pertenecen al Estado francés no pueden ser vendidas.
Lo que se desconoce es si efectivamente Madonna compró una copia del cuadro o si el que se subastó en los ochenta era realmente el original (y, dado el caso, si la cantante conoce que es el auténtico). La alcaldesa Fouré asegura que aunque el cuadro sea una copia hecha por el propio Langlois, “se parece enormemente a la obra” original. “Me gustaría que los habitantes de Amiens pudieran volver a verla”, ha explicado.
Una portavoz de la casa Sotheby’s ha asegurado al diario The New York Times que el cuadro que se puso a la venta en los años ochenta era una réplica, y que el original fue destruido en el bombardeo alemán de 1918. Los expertos del Louvre (que conocen que Madonna tiene la obra en su poder desde entonces) también llegaron a la conclusión de que el cuadro no era el mismo; de hecho, si hubiera sido el auténtico no podría haber salido de Francia. La portavoz no ha querido desvelar el nombre del comprador que hace casi 35 años se hizo con ella, pero ha asegurado que la venta se produjo por mucho menos dinero de lo entonces anunciado: 440.00 dólares. Por otra parte, Diana y Endimión no aparece en el listado de obras de arte destruidas en el Museo Picardy en ese bombardeo, pero es que tampoco aparece en la recopilación de obras expuestas que se hizo en 1911. Se desconoce si estaba en un almacén, en otro lugar o si, más adelante, se sacó de la pinacoteca para protegerlo de los estragos de la guerra.
Diana y Endimión fue un encargo del rey Luis XVIII de 1817, destinado a su exhibición en el palacio de Versalles; de hecho, en la llamada sala de Diana. Comprado por el Estado francés, fue prestado a la ciudad de Amiens en 1872, donde se exhibió en el Museo Picardy local desde 1878 y donde permaneció hasta la I Guerra Mundial. Entonces desapareció. En la obra se ve a Diana, diosa romana de la caza, observando en plena noche y de forma amorosa al pastor mortal Endimión, que aparece dormido, mientras un ángel se interpone entre los dos. La leyenda cuenta que Diana se enamoró de la belleza del pastor, se acercó, le besó ligeramente en los labios... y entonces Endimión despertó y la vio. Ella huyó (había hecho voto eterno de castidad) y él se quedó pensando que era un sueño. Algo que sucedió varias noches, hasta que Diana le pidió a su padre, Zeus, que durmiera a su amado. Entonces le llevó a una cueva en el sagrado monte Latmo y le besó. Según otra versión, fue Zeus quien le concedió un deseo a Endimión, que le pidió poder dormir el sueño eterno, lo que le conservó joven e inmortal para siempre y, por tanto, y ya sin votos de castidad mediante, tuvo más de un centenar de hijos con Diana.
Por el momento Madonna no ha dado explicaciones al respecto ni ha contestado a la petición de la alcaldesa Fouré. La cantante estará en Europa el próximo otoño, con una gira mundial recientemente anunciada que la llevará por 11 ciudades del Viejo Continente. Quizá entonces pueda hacer una visita a la pequeña Amiens.