Jorge Javier Vázquez, ingresado en un hospital de Perú por mal de altura
El presentador ha compartido su estado de salud a través de su perfil en Instagram, una información que ha sido ampliada durante la emisión de ‘Sálvame’, el programa que suele presentar
Aunque se encuentre de vacaciones, Jorge Javier Vázquez (52 años) ha dado arranque a la edición de verano de Sálvame al conocerse su estado de salud. Ha sido el propio presentador quien ha dado parte de lo sucedido a través de su cuenta de Instagram, desde la que ha contado que, encontrándose en Perú, ha sido ingresado en un hospital por mal de altura: “Queridos amiguitos”, ha escrito Vázquez, “Perú es un país maravilloso. Llegué hace dos semanas y he conocido la preciosa Lima, he visto volar cóndor...
Aunque se encuentre de vacaciones, Jorge Javier Vázquez (52 años) ha dado arranque a la edición de verano de Sálvame al conocerse su estado de salud. Ha sido el propio presentador quien ha dado parte de lo sucedido a través de su cuenta de Instagram, desde la que ha contado que, encontrándose en Perú, ha sido ingresado en un hospital por mal de altura: “Queridos amiguitos”, ha escrito Vázquez, “Perú es un país maravilloso. Llegué hace dos semanas y he conocido la preciosa Lima, he visto volar cóndores y poquitito más. Porque el lunes pasado me tuvieron que ingresar en un hospital durante dos días por el mal de altura. Cuatro sesiones de cámara hiperbárica para que desapareciera el edema pulmonar, corticoides, antibióticos y qué sé yo. Una fiesta”.
Haciendo gala de su habitual sentido del humor, el presentador ha reconocido que visitó “a rastras” el Machu Picchu: “Chutándome oxígeno cada dos minutos”. O que no ha sido capaz de disfrutar de la gastronomía local por tener “la garganta inflamada” y sentir que “cada bocado es un cuchillo que se me clava en el alma”. El presentador ha ilustrado el texto con cuatro fotografías, en las que se le observa en silla de ruedas y con una vía de oxígeno, así como dentro de la cámara hiperbárica y en una habitación de hospital.
Para tranquilizar a los telespectadores, Vázquez ha entrado en directo en Sálvame a través de una conexión telefónica en la que ha corroborado su parte médico y ha dado más detalles sobre su situación: “Llegué un lunes a Lima, preciosa ciudad, de ahí fui a Arequipa, y en Arequipa cogí un tren hasta Cuzco. La primera noche en tren empecé a encontrarme fatal, la segunda noche me costaba la vida caminar. Hasta tal punto que me costaba hasta llevar el bolso de mano, que tenían que ayudar a llevarlo”, ha contado en directo el presentador. “En el hotel no podía ni llegar a la habitación. A las cuatro ya estaba en la cama y dormí hasta el día siguiente. Y el siguiente día llamamos al médico y decidieron ingresarme, porque estaba desestabilizado y con mal de altura”. El presentador ha llamado a la tranquilidad: “Es una cosa que puede pasar, lo tienen todo muy preparado, antes cuando te pasaba te derivaban a Lima y de ahí a casa. Ahora lo tienen excelentemente preparado, te sientes seguro en todo momento”.
No es la primera vez que el carismático presentador habla sin tapujos de sus problemas de salud: en marzo de 2019, Jorge Javier Vázquez tuvo que ser intervenido de urgencia a causa de un aneurisma cerebral después de haber sufrido un ictus. En aquella ocasión, también relató su experiencia en su programa: “El fin de semana anterior sufrí un desmayo estando en Marrakech. Perdí el conocimiento dos o tres minutos. Luego durante la semana tuve varios mareos, incluso presentando la gala de Gran Hermano Dúo. Pero pensé que era por estar tanto tiempo de pie”, explicó. “Luego comenzó a dolerme la cabeza. Lo achaqué al cansancio”. Y añadió: “No podía elevar la voz porque me retumbaba de manera insoportable en la cabeza”. Vázquez continuó con su explicación: “Me planté en urgencias. Calmaron mi dolor y me hicieron un escáner. Vieron una manchita en el cerebro que pensaron que podía ser un problema vascular congénito. Me recomendaron hacerme una resonancia para descartar cualquier problema importante, pero los sábados no las hacen y tuve que quedarme ingresado”. El diagnóstico fue un aneurisma congénito que desembocó en una pequeña hemorragia, por lo que tuvieron que colocarle dos stents. “Haré todo lo que me digan pero me gusta mucho mi trabajo, tengo una vida maravillosa y vivir implica esto”, dijo el presentador. “No he tenido miedo en ningún momento. No soy un inconsciente y cumpliré a rajatabla pero cuando me digan: ‘adelante’, lo haré”.
En diciembre del mismo año, el presentador tuvo que volver a pasar por quirófano para realizar un estrechamiento en uno de los stent que le colocaron en marzo. En aquella ocasión entró y salió del hospital por su propio pie tan solo 24 horas más tarde, acompañado de su madre, María Morales, y su amigo y compañero David Valldeperas, director de Sálvame. Antes de aquella segunda operación, charló con este periódico volviendo a reconocer que no tenía miedo, pero ahora era más consciente de la situación: “He vivido un año duro, mi ictus, la muerte con 48 años del gerente de mi compañía, la lucha contra graves enfermedades de dos grandes amigos... Por primera vez he tenido conciencia de que la muerte está más cercana de lo que pensamos. Ahora sigo haciendo planes, pero con la tranquilidad de que a lo mejor no se pueden cumplir”.