Pete Davidson, el novio de Kim Kardashian, hijo de un bombero muerto el 11-S, se consagra en Hollywood
El humorista neoyorquino de 28 años, conocido por su participación en el espacio televisivo ‘Saturday Night Live’, se ha convertido en la figura más comentada en los tabloides por sus hazañas fuera de los escenarios
“Es adorable, cautivador y vulnerable”. Estos fueron los tres adjetivos elegidos por la modelo Emily Ratajkowski en un programa de la televisión estadounidense para argumentar por qué Pete Davidson se ha convertido en el hombre más irresistible de Hollywood. A sus 28 años, el nombre del humorista presume de omnipresencia en la esfera pública, copando los titulares de la prensa especializada por su trabajo como actor y las portadas de los tabloides por su publicitada relación con la influencer y empresaria Kim Kardashian. Él se ...
“Es adorable, cautivador y vulnerable”. Estos fueron los tres adjetivos elegidos por la modelo Emily Ratajkowski en un programa de la televisión estadounidense para argumentar por qué Pete Davidson se ha convertido en el hombre más irresistible de Hollywood. A sus 28 años, el nombre del humorista presume de omnipresencia en la esfera pública, copando los titulares de la prensa especializada por su trabajo como actor y las portadas de los tabloides por su publicitada relación con la influencer y empresaria Kim Kardashian. Él se abona al misterio: “Parece ser que hay curiosidad sobre mí”.
El salto de Pete Davidson a la fama llegó con apenas 20 años, cuando hizo historia al ser uno de los humoristas más jóvenes en ser reclutado por el célebre programa televisivo de sketches Saturday Night Live. Desde 2014, el neoyorquino se ha erigido en un enfant terrible de los escenarios gracias a su estilo de comedia en primera persona, transformando en agudas ocurrencias sus propias experiencias vitales con las drogas, el sexo, la depresión o la gestión del duelo. Si bien con la película El rey del barrio (dirigida por Judd Apatow y estrenada hace dos años) ya llevó a la gran pantalla buena parte de su autobiografía, este mismo mes Davidson confirmó que volverá a interpretar otra versión de sí mismo en una serie de televisión producida por el responsable del formato satírico que lo descubrió, Lorne Michaels.
Sus inicios como monologuista, siendo apenas un adolescente, fueron parte de un ejercicio terapéutico para lidiar con la muerte de su padre, un bombero que falleció durante las labores de rescate tras los atentados terroristas del 11 de septiembre. “Me gusta hablar de las cosas que me hacen sentir muy triste. De esa forma, si acaban siendo graciosas, ya no duelen”, confesó en la revista Interview. Davidson no ha tenido reparos a la hora de hacer chistes sobre la pérdida de su progenitor, así como sobre sus múltiples adicciones o el trastorno límite de la personalidad que le fue diagnosticado. También ha bromeado sobre sus periódicos ingresos en instituciones de salud mental y centros de rehabilitación.
Pero si por algo es conocido el neoyorquino entre el público general es por un historial amoroso tan frenético como célebre. En el transcurso de los últimos cuatro años, Davidson ha protagonizado romances con la cantante pop Ariana Grande —con quien llegó incluso a estar prometido—, la supermodelo Kaia Gerber o las actrices Kate Beckinsale (Underworld), Margaret Qualley (La asistenta) y Phoebe Dynevor (Los Bridgerton). “Soy un romántico empedernido. Creo en el amor verdadero y en que estar enamorado es algo genial. Espero tener la suficiente suerte como para encontrar algo así algún día”, evocó en People.
Una montaña rusa sentimental que alcanza ahora su ascenso más mediático de la mano de Kim Kardashian, que oficializó su relación tras formalizar a principios de este mes su divorcio de Kanye West. El controvertido músico mantiene una cruzada pública contra la pareja, a la que desacredita con dureza en sus redes sociales —Instagram incluso llegó a suspender su cuenta temporalmente— y que se cobra cada día un nuevo enfrentamiento en la escena pública. Una enemistad que, como ha corroborado la empresaria, formará parte de la trama argumental de su nuevo formato de telerrealidad, Las Kardashians, disponible a mediados de abril en Disney+.
Aunque Kim y Pete habían coincidido en el cumpleaños del rapero Kid Cudi un par de años atrás, los rumores de una posible relación se desataron cuando ella acudió como invitada a Saturday Night Live el pasado mes de octubre y besó al humorista en un sketch en el que aparecían caracterizados como Jasmine y Aladdin. Poco después eran capturados por las cámaras pasando el día en un parque de atracciones y desde entonces los paparazis los han inmortalizado en varias ocasiones. La confirmación oficial de su relación llegaba la semana pasada, cuando la estrella de las redes sociales compartió una imagen en la que aparecían juntos y tumbados en el suelo ante sus más de 290 millones de seguidores en Instagram.
El carisma y popularidad de Davidson no solo han conquistado a las mayores estrellas del universo de los famosos, sino también al mundo de la moda, en el que el joven natural de Staten Island ya ha hecho sus pinitos. Además de debutar sobre la pasarela de la mano del diseñador Alexander Wang y acudir a la exclusiva gala del Museo Metropolitano de Nueva York celebrada el pasado septiembre combinando un vestido liso con una americana de Thom Browne, protagonizó la campaña otoño-invierno 2021 de la firma de plumíferos de lujo Moose Knuckles. Sus constantes cambios de peinado y tinte, así como un cuerpo repleto de tatuajes, muchos de ellos, por cierto, recuerdo de sus relaciones sentimentales —con el nombre de Kim en el pecho como última incorporación—, es parte de la estética de chico malo del Hollywood milenial que tan bien encarna.
Los últimos días, el cómico también ha copado los titulares de la prensa generalista tras ser confirmado como uno de los seis pasajeros del próximo vuelo de la empresa de viajes espaciales de Jeff Bezos, Blue Origin. Aunque Davidson iba a viajar gratis invitado por el propio fundador de Amazon, este pasado jueves se anunció que el joven renunciaba finalmente a formar parte de la lista de tripulantes de un recorrido que no supera los diez minutos de duración, pero cuyo precio sí sobrepasa los 200.000 euros. Todavía no se han hecho públicos los motivos de su abandono.