Courteney Cox, sobre sus retoques estéticos: “No me di cuenta de que se me veía realmente rara con las inyecciones”
La actriz de ‘Friends’ se sincera en una entrevista sobre cómo intentó perseguir la eterna juventud de forma infructuosa y comenta con humor su adicción a los productos de belleza y su amistad con Jennifer Aniston y Lisa Kudrow
El 22 de septiembre de 1994, seis casi desconocidos jóvenes actores aparecían por primera vez juntos en la pantalla para dar el pistoletazo de salida a la que sería la mayor experiencia profesional de sus vidas: interpretar juntos a los amigos de la serie Friends, una de las comedias más exitosas de todos los tiempos. Desde ese instante, los seis se convertirían en algunos de los rostros más observados del planeta, y sus vidas cambiarían para siempre. De hecho, tres décadas después de aquella experiencia, que tocó a su fin en mayo de 2004, todos ellos han seguido con sus trayectorias co...
El 22 de septiembre de 1994, seis casi desconocidos jóvenes actores aparecían por primera vez juntos en la pantalla para dar el pistoletazo de salida a la que sería la mayor experiencia profesional de sus vidas: interpretar juntos a los amigos de la serie Friends, una de las comedias más exitosas de todos los tiempos. Desde ese instante, los seis se convertirían en algunos de los rostros más observados del planeta, y sus vidas cambiarían para siempre. De hecho, tres décadas después de aquella experiencia, que tocó a su fin en mayo de 2004, todos ellos han seguido con sus trayectorias con distinto éxito pero con una poderosa exposición mediática. Ahora Courteney Cox, quien dio vida a Monica Geller, ha hablado del paso del tiempo, de su vida actual y de cómo Friends sigue siendo algo fundamental para ella.
Cox, de 57 años, ha abordado todos esos temas en una larga entrevista con el diario británico The Times. En pocos años la actriz llegará a los 60 años, un hito vital que para ella “no tiene nada de malo”, pero que le resulta sorprendente. “Dios, es muy duro escucharlo o decirlo”, afirma. “Es solo que no me lo puedo creer. El tiempo pasa volando”. Pero llegar a esa edad también la ha hecho crecer: “No hay duda de que estoy más asentada, he aprendido muchas cosas a lo largo de mi vida: qué disfrutar, qué intentar hacer más y qué soltar”. Algo que también afecta a su aspecto físico, porque ya no es aquella treintañera de la célebre serie ni quiere serlo, ha dejado pasar esa inquietud de ser exactamente igual que antes, algo que la persiguió durante muchos años de su vida, según explica en su charla con The Times.
“Hay un momento en el que dices: ‘Ay, estoy cambiando. Empiezo a parecer mayor’. E intentas perseguir esa juventud durante años”, reconoce. “No me di cuenta de que, mierda, se me veía realmente rara con los pinchazos y haciéndole todas esas cosas en mi cara que nunca debí hacerme”. Incluso explica que ahora, una vez retirados esos implantes, se plantea colgar unas fotos en Instagram donde compare un selfi de la época en la que se inyectaba rellenos faciales junto a una de su rostro actual. “Pondría el siguiente mensaje: ‘El día en que te das cuenta de lo que están hablando tus amigos’. Porque la gente hablaría sobre mí, imagino. Pero hubo una época en la que dije: ‘Tengo que parar. Esto es de locos”.
Cox también reconoce el seguimiento —y en ocasiones la presión y la crítica— constante que durante años ha hecho la prensa acerca del aspecto de las mujeres que lógicamente envejecen, pero se muestra positiva, comprensiva. “El escrutinio es intenso, pero no sé si más intenso que la presión que me pongo encima”, asegura, contando que es “una loca de los productos [de belleza]” y que “lo probaría todo”.
La actriz ha concedido esta entrevista al hilo del estreno de una serie de terror en tono de comedia de la que es protagonista, Shining Vale, en la que su personaje, una escritora de novelas eróticas que pasa por una crisis vital, lucha contra la depresión y se ha mudado de Nueva York al campo, tiene una hija adolescente; un paralelismo con ella misma, madre de una hija de 17 años llamada Coco que está a punto de acabar el instituto. La relación de su personaje con su hija es complicada, mucho peor de la que ella tiene con la suya, a la que agradece “poder entender”. La actriz afirma, no sin cierta ingenuidad, que le sorprende la gran cantidad de seguidores que la joven, fruto de su matrimonio con el actor David Arquette (con quien se casó en 1998 y se separó en 2010) tiene en Instagram, más de 330.000. “No me gusta. Se me hace raro. ¿A qué tiene la gente apego?”, se plantea.
Aunque después de Friends ha tocado muchos palos en series, películas, vídeos musicales... además de probar como productora y directora, aquel papel de la divertida, controladora y competitiva cocinera Monica Geller sigue y seguirá marcando su vida desde que logró hacerse con él, cuando tenía 30 años. Ahora, casi tres décadas después, afirma que cada vez que sigue viendo un episodio le parece “relevante y divertido”. “Me alegro de que haya sobrevivido a todos estos años y que a la gente le encante. Si dejaran de quererla sería mucho peor”. Como curiosidad, ella misma asegura ser perfeccionista y también le gusta cocinar (a menudo cuelga recetas en su perfil de Instagram) y recibir a gente en casa, al igual que a su personaje.
Cox afirma que nunca renegará de la serie, que nunca se cansará de ella. “Fue una parte enorme de mi vida. Llegar a ella fue algo muy afortunado, y pasé por muchas cosas durante 10 años”. Acerca de la reciente reunión de sus protagonistas, la actriz asegura que fue “fantástico” volver a ver a todo el mundo, un recuerdo de lo bien que lo pasaban. También habla de la gran presión que sufrió quien era su pareja en la pantalla, el actor Matthew Perry, que interpretaba a Chandler, porque el público se riera. “Había mucha presión sobre él”, reconoce. También habla de la alegría de reencontrarse con las otras dos actrices protagonistas, Jennifer Aniston y Lisa Kudrow, con las que sigue manteniendo una relación muy estrecha. “Estamos muy cómodas juntas. Hemos compartido muchas cosas y nos reímos. La risa de Lisa es la más contagiosa que he oído nunca. Es adorable. Tenemos conversaciones profundas, y también momentos muy divertidos”, asegura.
Pese a llevar tres décadas en la industria haber hecho papeles de culto como el de Monica en Friends o el de Gale en la saga de Scream, o precisamente por ello, la actriz sigue enfrentándose a las inseguridades de una profesión compleja. “No quiero volver a exponerme sin tener la seguridad de que va a funcionar”, reconoce. El diario británico le pregunta acerca de una serie de la que rodó el capítulo piloto hace cinco años y que al final ningún estudio quiso comprar, uno de los mayores golpes profesionales de su carrera. “Me dio una buena sacudida y me duró un tiempo. Durante años, de hecho, tuve miedo de que nada volviera a salirme”, reconoce, explicando que también sabe que lo mejor es no leer las reseñas pero que a veces le resulta inevitable consultarlas, pero más que para ver qué dicen sobre la película, para saber qué se escribe sobre ella.
Desde hace ocho años, y tras una ruptura de seis meses, Cox mantiene una relación con el norirlandés Johnny McDaid, de 45 años, guitarrista de la banda Snow Patrol, con quien comparte vida a ambos lados del Atlántico pero con quien, afirma, no tiene planes de boda. Preguntada sobre si suele juntarse con parejas y amigos que son más jóvenes que ella (como el cantante británico Ed Sheeran, de 31 años, de quien es íntima y que se aloja en la casa de la actriz en Malibú cuando visita la zona), afirma que no piensa demasiado sobre el asunto y que tiene muchas amistades que rondan la treintena. “Me siento como si fuera joven”, afirma. “Para mí son de la misma edad... hasta que me paro a pensarlo”, se dice.