Melody: “Me siento superorgullosa de lo que ha conseguido ‘El baile del gorila”
La cantante cumple 20 años en la música, pero la pandemia le ha impedido celebrar el aniversario con su público
Hace 20 años España se movía al ritmo de El baile del gorila. También lo hacía Latinoamérica porque aquella canción pegadiza y de coreografía sencilla fue un éxito que perduró varios años. Su intérprete, Melodía Ruiz Gutiérrez (Dos Hermanas, Sevilla, 30 años), más conocida como Melody, no reniega del tema que la catapultó a la fama cuando era una niña: “Es un temazo. Creo que nunca se va a pasar de moda. Se sigue cantando y se sigue compartiendo. Me siento superorgullosa de lo que se ...
Hace 20 años España se movía al ritmo de El baile del gorila. También lo hacía Latinoamérica porque aquella canción pegadiza y de coreografía sencilla fue un éxito que perduró varios años. Su intérprete, Melodía Ruiz Gutiérrez (Dos Hermanas, Sevilla, 30 años), más conocida como Melody, no reniega del tema que la catapultó a la fama cuando era una niña: “Es un temazo. Creo que nunca se va a pasar de moda. Se sigue cantando y se sigue compartiendo. Me siento superorgullosa de lo que se ha conseguido con esta canción, de lo que es y lo que significa para mucha gente y para muchos niños”.
Su vozarrón, su energía, su salero y su desparpajo conquistaron al público y a El Fary, que ejerció de su padrino en la música. Por lo que se percibe durante una conversación por videollamada, Melody continúa siendo la misma niña alegre que tenía muy claro que quería dedicarse “al mundo de la música y del arte”. Llama la atención la positividad que transmite a través de la pantalla; tanto que alegra el día a cualquiera. “Mi base en mi vida es el amor”, expresa en un momento de la charla, que perfectamente podría resumir cómo es ella. No para de reírse, y mucho. Incluso se le escapa alguna que otra carcajada pese a tratar asuntos más delicados. Por ejemplo, cuando relata que en una ocasión un periodista transcribió sus palabras haciendo énfasis en su acento, a modo de burla. Trata de ponerse seria y comienza: “Te voy a decir una cosa”. Pero no puede reprimir la risotada de lo ridículas que considera situaciones así: “Me parece de tan cortito hacer eso. Qué quieres que te diga”. Eso sí, saca fuerzas para expresar con aplomo: “Yo no voy a cambiar mi acento por nadie. Yo soy andaluza, me siento muy orgullosa y creo que hablo un andaluz que se entiende muy bien”.
Le da mucha importancia a ser buena persona con los demás, a rodearse de la gente que la quiere, a ser constante, trabajadora y hacer las cosas con corazón. “Cuando uno hace las cosas bien, creo que el universo te premia”, sostiene. Aunque reconoce que el camino no ha sido fácil, pues crecer como persona y evolucionar como artista teniendo que demostrar que atrás quedó la niña de 10 años es algo poco sencillo. De hecho, desde hace un tiempo gestiona su propio sello discográfico: “Decidí grabar por mi cuenta porque creo que era lo más sano, lo mejor para seguir ahí. Y creo que hemos acertado bastante”.
En esta andadura profesional propia le acompaña su familia, especialmente su padre, Lorenzo Molina, componente de Los Kiyos, y su hermano, Eleazar Ruiz, con quien formó el grupo Melek 2. Con su progenitor ha compartido escenario varias veces — “Nosotros nos miramos y ya estamos compenetrados”, dice— y a su hermano lo considera una persona esencial en su vida: “Es mi mitad. Sin mi hermano yo no podría hacer nada”. La clave para gestionar su fama desde tan pequeña ha residido en su familia, que ha estado siempre detrás de ella para apoyarla en su carrera: “Me han inculcado unos valores y me han ayudado mucho a saber que no hay nadie más que nadie”. Tal es su apego que actualmente reside en Mijas (Málaga) para permanecer cerca de los suyos: “Tengo mi vida aquí, tengo mi casa, tengo mi familia, tengo mi gente. Hoy en día tenemos muchas facilidades para viajar y en un momento estamos de un sitio a otro”.
Desde su incipiente éxito se acostumbró a subirse a aviones y trenes para promocionar su trabajo en España y Latinoamérica. Preguntada acerca de si siente que el público latino valora más su trabajo, reconoce que este es más efusivo en sus muestras de cariño, pero añade: “Desde hace muchos años tengo la suerte de poder decir que tengo un público muy amplio y que he podido trabajar tanto en mi país como fuera”. Hace unas semanas regresó a España de su primera visita a Perú, que tanto para ella como para su equipo ha supuesto un periplo muy especial y esperan repetirlo pronto. “Este viaje me ha dado la vida. Me ha llenado de energía y de ganas de seguir hacia delante”, relata la cantante, que allí ha podido retomar algo que echaba de menos: un concierto en directo, aunque con público virtual. “A mí lo que más me gusta es cantar en vivo y en directo. Quiero estar ya con el público compartiendo estos momentos que tan importantes y tan necesarios son para la vida, para seguir hacia delante. Así que espero que poco a poco ya se vaya normalizando la situación”, comenta la intérprete, que ha aprovechado este tiempo para trabajar en otros proyectos.
En Perú grabó una nueva versión de su tema No Sé, acompañada del grupo Explosión de Iquitos, y tuvo la oportunidad de visitar a los Bora, una tribu indígena, algo que hizo más emocionante su viaje. Esta aventura ha supuesto la manera de celebrar las dos décadas de Melody en la música. Para este año tenía pensado publicar una recopilación de canciones y organizar un concierto. Sin embargo, la pandemia del coronavirus ha retrasado ese homenaje, aún sin fecha.
Con un tono más serio, pero sin perder su brío, recuerda que vivió un confinamiento difícil porque perdió a varios seres queridos. “En esos momentos tan duros en los que realmente se toca fondo, te das cuenta de que en la vida uno tiene que ser agradecido cada día y tienes que vivirla y darte cuenta de que estás vivo”, sale a relucir su optimismo. Como muchos otros artistas, estuvo muy conectada con sus fans a través de las redes sociales y entre carcajadas dice: “Creo que he saludado más que el Papa en la India”. Opina que el sector musical está infravalorado pese a haber sido clave durante la cuarentena y destaca que detrás de cualquier proyecto hay horas de aprendizaje y trabajo que no se valoran.
Se considera una persona trabajadora y exigente consigo misma. Eso se puede apreciar en programas de televisión en los que ha participado, como Tu Cara Me Suena o en la selección del candidato para representar a España en Eurovisión en el año que se eligió a Soraya Arnelas. Próximamente será uno de los rostros de Los miedos de…, en Telecinco, espacio televisivo del que se limita a decir entre risas: “Hay mucho miedo. Si lo llego a saber, no voy”. También en septiembre presentará una nueva canción, Sin Ley, y está finalizando la producción de otra.
Al hacer balance de su trayectoria, Melody es incapaz de refrenar su risa nuevamente.
-¿Dirías que la niña de 10 años estaría orgullosa de la mujer en la que se ha convertido?
-La niña de 10 años me ve a mí ahora y me dice: ‘Melody, qué graciosa te has puesto’. Hombre, yo creo que sí.