Guillermo de Inglaterra califica de petulante e insultante el comportamiento de su hermano
Fuentes de la casa real aseguran que el príncipe se muestra “conmocionado y entristecido” por el comportamiento del duque de Sussex
Los miembros de las casas reales no hablan de sentimientos en público, pero sí tienen maneras de que sus opiniones trasciendan. En las últimas horas, tras el anuncio de que Enrique de Inglaterra y Meghan Markle dejaban de ser miembros activos de la familia real, varios portavoces han filtrado a medios de comunicación cómo se fraguaron los hechos y cómo ha sentado la noticia en palacio. Así, se ha sabido que Guillermo de I...
Los miembros de las casas reales no hablan de sentimientos en público, pero sí tienen maneras de que sus opiniones trasciendan. En las últimas horas, tras el anuncio de que Enrique de Inglaterra y Meghan Markle dejaban de ser miembros activos de la familia real, varios portavoces han filtrado a medios de comunicación cómo se fraguaron los hechos y cómo ha sentado la noticia en palacio. Así, se ha sabido que Guillermo de Inglaterra se ha sentido “conmocionado y entristecido” por el comportamiento de su hermano hacia Isabel II y cree que la declaración del duque de Sussex fue “petulante e insultante para la reina”, quien explicó a su nieto que una vida de servicio público no es compatible con la lucrativa nueva carrera de la pareja en Estados Unidos.
En aquel momento, Isabel II les retiró sus patrocinios reales y emitió un comunicado en el que explicaba que el matrimonio dejaba pertenecer activamente a la casa real. La nueva situación ha añadido aun más tensión a la relación de los hijos de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales. Fuentes de palacio afirman a varios medios de comunicación británicos que las diferencias entre Guillermo y Enrique suponen la ruptura más grave en décadas dentro de la familia real británica. Los hermanos se han apoyado y cuidado desde que su madre murió, pero ahora les separa una gran brecha.
Guillermo, el mayor, nunca ha entendido la marcha de su hermano pequeño y menos aun la manera en la que ha gestionado todo. Este último capítulo lo ha pillado por sorpresa: el príncipe aún albergaba alguna esperanza de acercamiento, tras pasar de ser inseparables y de compartirlo todo a vivir completamente alejados. Además, se siente más comprometido que nunca con la situación que vive en su país por la pandemia. Con su abuela recluida en el castillo de Windsor, su abuelo ingresado en una clínica y su padre protegido por ser persona de riesgo, Guillermo ha asumido muchas tareas de representación. En estos tiempos difíciles esperaba contar con el apoyo de su hermano menor, pero no solo le ha dolido la postura de Enrique, sino también la forma en que ha tratado a la reina.
Según informaciones recogidas en las últimas horas por la prensa británica, Isabel II se quedó sorprendida al conocer que Enrique y Meghan habían concedido una entrevista Oprah Winfrey, que se grabó el pasado martes. La periodista pasó dos días en casa de los Sussex preparando el programa que se emitirá en la CBS el 7 de marzo y que tiene una duración de 90 minutos. The Sun asegura que Winfrey tuvo acceso a la vida íntima de la pareja, mientras otros medios afirman que, con esta entrevista, los duques también intentaron acelerar su marcha definitiva de la familia real y que la decisión de la reina de retirarles los patrocinios nada tiene que ver con ella y sí con el hecho de haber emprendido una nueva vida en California. La pareja reside allí con su hijo Archie y espera ahora la llegada del segundo.
Al explicar la posición de la Reina sobre lo que constituye un servicio público, una fuente de palacio ha dicho al Daily Mail: “La gente debe poder mirarte a los ojos y saber que estás aquí para ellos, no para filmar un documental de Netflix. Ser un miembro de la realeza es hacer un servicio público, no servirte a ti mismo. Si el servicio público no es su propósito principal, y ganar dinero lo es, entonces es imposible representar a la Reina”. Y un asistente real añadió al mismo diario: “Cuando alguien ha dedicado toda su vida al deber como la Reina, es comprensible que tenga opiniones muy firmes sobre lo que implica el deber público”.
Guillermo y Kate acogieron a Enrique en su hogar del palacio de Kensington durante años mientras permaneció soltero. Además, los tres trabajaron juntos en las fundaciones creadas para mantener el legado solidario que dejó su madre. La llegada de Meghan cambió la relación entre los hermanos. Guillermo se mostró inicialmente receloso por la rapidez con la que Enrique hizo oficial su noviazgo con la entonces actriz y fijó la fecha de boda. Sabía que Enrique estaba loco por ella, pero le pidió que se lo tomara con calma.
En aquel momento, una fuente de palacio contó a The Sun: “Guillermo le dijo a su hermano que no sabían nada sobre sus antecedentes, sus intenciones, sobre cómo era realmente. Quería enfatizar que formar parte de la familia real es una tarea dura y sometida a una presión y un escrutinio implacables”. Posteriormente se supo que, semanas antes del enlace, las dos cuñadas, Kate y Meghan, se enfrentaron durante los preparativos y que desde entonces hubo tensión entre ellas. Ahí comenzó el distanciamiento.