Rosa Clará: “Este país tiene que activarse. Hay que moverse”

La diseñadora de moda nupcial explica que las bodas se siguen celebrando, aunque adaptadas a la pandemia. Cumple 25 años en el negocio con una idea: “No contemplo ni fusionar ni ser fusionada”

La diseñadora Rosa Clará, esta semana en Barcelona.Juan Barbosa

Rosa Clará (Barcelona, 1959) no está sola en su despacho de Barcelona. A su izquierda, su hijo, Dani Clará. La diseñadora se refiere a él como su sucesor, el que llevará la libreta de retos, pero también de deberes. Ahora toca superar esta crisis económica. Luego poner el foco en China, un mercado donde están realizando sus primeros pasos. La firma nupcial, con 500 trabajadores, 140 tiendas y 4.000 puntos de venta, celebra su 25 aniversario. Y como ...

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Rosa Clará (Barcelona, 1959) no está sola en su despacho de Barcelona. A su izquierda, su hijo, Dani Clará. La diseñadora se refiere a él como su sucesor, el que llevará la libreta de retos, pero también de deberes. Ahora toca superar esta crisis económica. Luego poner el foco en China, un mercado donde están realizando sus primeros pasos. La firma nupcial, con 500 trabajadores, 140 tiendas y 4.000 puntos de venta, celebra su 25 aniversario. Y como a tantas otras, la pandemia les ha provocado un parón en seco.

¿Cómo afronta una empresa nupcial restricciones que imponen bodas de menos de diez personas?

Realmente no es así. En este momento están permitiendo las bodas con restricciones, bodas de otra manera. Yo te puedo decir que el fin de semana pasado estuve en una boda de 200 personas, absolutamente legal, y hecha y ordenada de otra manera. Por ejemplo: en la iglesia con mascarillas y en el aperitivo mesas de seis personas con distancia. A la hora de cenar, los jóvenes a un lado y las personas mayores, entre las que me incluyo, en la otra punta. Cuando acabó la cena, nos despidieron a los mayores y la gente joven se quedó con la mascarilla.

Aún así, se han cancelado muchas bodas este año por la pandemia.

Evidentemente. Cuando surgió todo el tema, se pospusieron casi el 50% de las bodas. Lo que pasa es que ya a partir de septiembre se han ido realizando de otra manera. Hay ejemplos, como las celebraciones en petit comité y con todas las medidas de precaución.

El coronavirus ha destruido nuestra vida social.

Totalmente. Por lo menos la ha cambiado. Nos cuesta ir a restaurantes.

Y, entonces, ¿qué sentido tiene vestirse bien en época de confinamiento?

Yo intento activar el país por todos los medios. Sé lo que es tener tiendas cerradas. Pero sí que es cierto que mis amigas me dicen: ‘Yo para qué me voy a comprar nada, si no voy a ningún sitio, voy en chándal todo el día’. Desde aquí me encantaría mandar un mensaje positivo que, con todos los controles, hay que empezar a mover este país. Tenemos que pensar que nos podemos morir de hambre y avanzar. Este país tiene que activarse.

¿Y eso pasa por comprar ropa?

Por supuesto.

¿Cómo ha afecta la actual crisis a Rosa Clará empresa?

Quizás menos que a otras compañías porque estábamos viviendo el mejor momento de nuestra historia, con crecimientos espectaculares, desde septiembre hasta que empezó la pandemia en marzo. Tuvimos entonces un parón seco del cual estuvimos viviendo de lo bien que nos había ido en los meses precedentes. Hemos tenido la enorme ventaja de que no estábamos endeudados. Tenemos una parte de la plantilla en ERTE, pero es que no hay solución: tiendas cerradas y menos afluencia de novias en las tiendas.

Rosa Clará y su hijo Dani, quien heredará el negocio del diseño nupcial.Juan Barbosa

¿Algún brote verde cercano?

El gran brote verde que veo es Alemania. Es el país que antes se reactivó. Tengo mucha esperanza en las pruebas baratas, eso nos darán confianza para salir a la calle y podrás exigir a los invitados que se los hagan.

¿Habrá más fusiones?

No contemplo ni fusionar ni ser fusionada.

Pronovias acabó vendiendo a un fondo. Ha sido su competencia todo este tiempo. ¿Se siente aliviada?

La competencia en España sigue siendo Pronovias. Pero nosotros desde siempre hemos puesto piñón a nuestros proyectos y hemos mirado muy poquito a un lado. Nuestra política sigue igual.

¿Barcelona sigue siendo una potencia de la moda nupcial?

A nivel de otras marcas no tengo ni idea, me preocupo de mi casa. Las principales marcas españolas quizás sí se concentran en Barcelona, pero son marcas no muy grandes y con poca repercusión en el mundo.

¿Se ocupan de muchas bodas homosexuales?

No tantas, pero estaríamos encantados. Serían dos y nosotros felices.

¿Quién marca el estilo de vestir?

Sí que tenemos las mejores empresas de moda del mundo en España y ellas marcan el ritmo. Pero, ¿quién guía la moda dentro de este país para que la gente se vista bien? Creo que lo tenemos un poco perdido en este momento. Debería marcar el ritmo todas aquellas personas que tienen cierta visibilidad.

¿Piensa en la jubilación?

Bueno… (Risas). La responsabilidad de que Dani esté aquí me involucra mucho más en los proyectos de futuro. No le he presionado en absoluto y ha tenido la libertad para tomar sus decisiones.

¿Proyectar el futuro sobre el sucesor no es un error? Hay muchos ejemplos de fracaso, también en la moda.

Ahora superar una primera generación es un milagro. Si no hubiera visto en él cualidades para llevar a esta casa donde queremos llegar, te aseguro que no estaría. Nos hubiéramos podido plantear, como han hecho muchos que han visto que sus hijos no funcionaban para el negocio, vender. Era una opción más tranquila para mí. El hecho de que Dani tenga una serie de cualidades, sin pasión de madre, que veo clarísimo que puede hacerlo mucho mejor yo.

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