Cayetano Martínez de Irujo y la brecha insalvable con sus cinco hermanos
Un libro que desveló los secretos de la familia y ahora la venta al actual duque de Alba de la empresa de productos 'gourmet' que creó en 2013 auspiciado por su madre, escenifican la ruptura de la familia
De puertas hacia afuera Cayetano era el hermano díscolo de los Alba, también el hijo pródigo que se mostró cercano a su madre en los últimos años de su vida y daba la cara cuando las decisiones de la Casa lo requerían. Pocos sabían que, según su versión, los traumas familiares, la frialdad de su progenitora cuando era niño, las estrictas institutrices inglesas que le maltrataron, la muerte de su padre y la llegada de Jesús Aguirre a su vida, como segundo marido de Cayetana de Alba, habían trastocado de tal manera al penúltimo de los hijos de la duquesa como para perseguirlo durante años y crea...
De puertas hacia afuera Cayetano era el hermano díscolo de los Alba, también el hijo pródigo que se mostró cercano a su madre en los últimos años de su vida y daba la cara cuando las decisiones de la Casa lo requerían. Pocos sabían que, según su versión, los traumas familiares, la frialdad de su progenitora cuando era niño, las estrictas institutrices inglesas que le maltrataron, la muerte de su padre y la llegada de Jesús Aguirre a su vida, como segundo marido de Cayetana de Alba, habían trastocado de tal manera al penúltimo de los hijos de la duquesa como para perseguirlo durante años y crear en él un dolor del que aún no está claro si ha conseguido liberarse.
Él ha confesado: “la cocaína me perturbó por completo y solo quería seducir a las mujeres”. Pero también que no podía valorarlas “por el miedo a lo que me pasó con las nannies”. Que gracias a él la Casa de Alba entró en el siglo XXI, eso sí por encargo de su madre, y que un mes después de morir ella, en concreto el 1 de enero de 2015, su hermano Carlos, actual duque de Alba le “quitó todo: todas las atribuciones que tenía dentro del palacio y dentro de la estructura, me dejó sin sueldo, me dejó en la calle. No tenía ningún ingreso”. Todas estas revelaciones forman parte del libro De Cayetana a Cayetano que él mismo escribió y que no era difícil adivinar caería como una bomba en una familia ya de por sí distanciada.
Cayetano dijo en las sucesivas entrevistas que se sucedieron con motivo de la publicación del libro en 2019, que sus tres hermanos mayores, Carlos, Alfonso y Jacobo, “no le querían”. Y que se sentía más próximo a los dos más pequeños, Fernando y Eugenia. Los hechos demostraron después que a ninguno le había gustado que los trapos sucios –si son verdad, cosa que muchos de ellos niegan– se lavaran fuera de la Casa, aunque hacerlo sirviera de redención y medicina para su propio hermano.
Los últimos movimientos entre ellos y las últimas declaraciones de Cayetano han terminado por confirmar que su relación con el resto de la familia está rota. La ausencia de todos ellos, menos Fernando, en el hospital donde tuvo que ser operado de urgencia en septiembre de 2019 a causa de una obstrucción intestinal, y también en la presentación de su polémico libro en noviembre retrataron ya una quiebra anunciada. Ahora Cayetano da por zanjada su relación tras vender a su hermano mayor Carlos por 300.000 euros la empresa gourmet que montó en 2013 y con la que se comercializaban productos elaborados en las fincas de la familia (carne, queso, jamón de bellota, aceite, dulces...), según ha publicado Informalia. El duque de Alba también asume la deuda de un millón de euros que tenía la empresa.
Al principio todos se mostraron escépticos con el proyecto pero después, siempre según la versión de Cayetano, cambiaron de opinión y viendo la aceptación de la idea entre el público, apoyaron la marca incluso con su presencia. Todos menos Jacobo, conde de Siruela, el alma libre de la familia y fundador de la editorial Siruela, que no quiso vender a su hermano la carne de las fincas que le pertenecían. Cayetano también cuenta que otro de los proyectos de la empresa era crear vajillas inspiradas en las que existen en los diferentes palacios de la familia en colaboración con la firma Vista Alegre y que sus hermanos solo pusieron problemas para poder indagar en los archivos o realizar fotografías.
En declaraciones a Vanitatis Cayetano Martínez de Irujo afirma haber tirado la toalla: “Después de la última operación me di cuenta de que tenía que mirar por mí y mis hijos. Desligarme completamente porque estaba mi salud en juego. Hablé con los abogados, con el administrador de Liria, y les dije que tenían que hablar con mi hermano para decirle que había dos soluciones: una, volver a lo de antes y encargarme de todo, pero con su apoyo, y la otra que se la quedara y la administrara a su gusto. La marca está estabilizada para ir pagando el crédito inicial. A mí me han devuelto el dinero que yo puse y Carlos se ha subrogado al crédito que se pidió para cada marca”.
La Casa de Alba según quien es hoy su titular, Carlos Fitz-James Stuart, la forman él y sus hijos. Nadie más. Cayetano se compara con un “salmón nadando contracorriente” y asegura no mantener ningún contacto con su hermano mayor. Sus quejas, su necesidad de cariño y reconocimiento no parece que tengan que ver con el estado de sus cuentas, ya que asegura que las inversiones que ha realizado en agricultura van bien y que ha recuperado la esponsorización de la firma BMW. Dice estar contento, pero la brecha entre los hermanos parece insalvable y las cenas familiares de Navidad en el palacio de Liria una escena difícil de imaginar a corto plazo.