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Hipotecas inversas, ingresos seguros escritos al revés

La transformación del valor del inmueble en una fuente de recursos es una alternativa para mayores de 65 años que necesitan cubrir mayores gastos o apetencias concretas

Laura Salces, jefa de sección de Mercados en 'Cinco Días', conversa con Juan Ángel Lafuente Luengo, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Jaume I y autor de la 'Guía para monetizar la vivienda y mejorar la pensión' del centro de investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre (centro), y Felipe de los Ríos, director general de Almagro Capital.Andrea Comas

A veces, las finanzas proponen sus trampantojos semánticos. Una confusión que mezcla sintaxis y álgebra, como sucede entre la hipoteca inversa —a la que se le ha dedicado el texto central— y la vivienda inversa. Si hubiera que formular una definición con la sobriedad de los libros financieros. podría ser así: es un instrumento financiero orientado a mayores de 65 años que tienen una casa en propiedad libre de cargas. El índice, como buen libro, consiste en transformar el valor acumulado por la vivienda en una fuente de ingresos periódicos o bien optar por un pago único, sin tener que dejarla o venderla. El dueño obtiene una renta o ingreso al mes y el total se reembolsa cuando fallece la persona o se mude de forma permanente.

Es una opción que ofrecen algunas entidades pero la estrella continúa siendo la hipoteca inversa. Aunque hay excepciones. Felipe de los Ríos, director general de Almagro Capital, tiene fe y esperanza en la vivienda inversa, un instrumento en el que cree mucho. Antes de entrar en el espacio de los números, la percepción de la persona mayor resulta única. “Va a poder seguir viviendo en su casa [lo que para los mayores es esencial muchas veces] y tendrá la liquidez que, por ejemplo, le ayudará a remodelar la casa [algo tan simple e importante como el plato de ducha en vez de la bañera], además de ingresos para el ocio, las fórmulas son seguras y además están reguladas”, explica. La normativa es la piedra de Rossetta que narra la desconfianza. Junto a los ingresos extra para quienes los necesitan en un tiempo difícil, esta cantidad se puede percibir en pagos globales, como una línea de crédito o una cuantía global. La estrategia de Felipe de los Ríos, que cuenta en el foro, es estar presente tanto en el largo plazo como en el corto de las necesidades del cliente. Por si un día hace falta en concreto una cantidad de dinero.

Renta vitalicia, otra opción

La renta vitalicia es una opción, ya apuntada, en la que algunos expertos prefieren no entrar. “Es igual que adquirir la nuda propiedad, pero en vez de dar al cliente una cantidad importante [porcentaje del valor de su casa] se le paga una renta mensual. Si ocurre una desgracia, la empresa se quedaría con el inmueble por muy poco dinero y sería aprovecharse de una persona”, advierte De los Ríos. “Está lejos de nuestra estrategia”, añade. La lógica matemática resulta clara: cuánto más mayor, más conviene suscribirla, ya sea una hipoteca inversa o, por el contrario, una vivienda inversa, porque con menor esperanza de vida recibirás más dinero. En todo caso siempre hace falta la presencia de un experto independiente para que asesore a las partes. No que decida si un producto es mejor que otro, sino si le conviene al cliente o por el contrario resultan preferibles otras opciones.

Todo este interés responde a una especie de nuevo bum del mundo inmobiliario. Poco a poco parece que nos dirigimos a una burbuja distinta, más controlada; menos explosiva. El número de hipotecas —acorde con el Colegio de Registradores— sobre viviendas contabilizadas en el tercer trimestre fue 109.200, un incremento trimestral del 17,1%. Y el total de compraventas durante el mismo periodo creció en el conjunto de las comunidades autónomas. Andalucía (23.252), Cataluña (18.445), Comunidad de Madrid (17.397) y Comunitat Valenciana (12.809). En términos interanuales —compraventas inscritas en los últimos 12 meses— a nivel nacional, el precio medio se fijó en 2.042 euros por metro cuadrado en el tercer trimestre, un aumento anual del 4,4%. Y si hacía falta un número que explique todo este crecimiento. entre julio y septiembre se inscribieron 166.609 compraventas de hogares, que supone un incremento del 13,9% sobre el trimestre anterior. Por ir al detalle, en vivienda usada se registraron 133.917 compraventas (13% ) y las nuevas cerraron con 32.692 operaciones, una subida en esos tres meses del 12,1%. En su particular eterno retorno, vuelve el interés por los inmuebles. Y aumenta la importancia, entre tener y no tener casa en propiedad.

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