Qué plantas evitar en una casa con animales para impedir su intoxicación

La costilla de Adán, pothos, crotón o aloe vera son algunas de las plantas populares en muchos hogares con perros o gatos, cuyas familias no saben que pueden provocar diarreas, sarpullidos, intoxicaciones letales o problemas a largo plazo en la salud de los animales

Un gato se come una planta.Kilito Chan (Getty Images)

Un gesto tan inofensivo como regalar un ramo de flores o una planta a alguien que vive con perros o gatos puede suponer una visita posterior al veterinario, si no se tienen en cuenta las variedades tóxicas para las mascotas. Lo mismo sucede con las modas botánicas, que llevan a comprar plantas populares en redes sociales, sin considerar su toxicida...

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Un gesto tan inofensivo como regalar un ramo de flores o una planta a alguien que vive con perros o gatos puede suponer una visita posterior al veterinario, si no se tienen en cuenta las variedades tóxicas para las mascotas. Lo mismo sucede con las modas botánicas, que llevan a comprar plantas populares en redes sociales, sin considerar su toxicidad.

La tendencia greenery o urban jungle, es decir, la decoración con plantas, ha llenado los hogares de especies tan exuberantes como la monstera (Monstera deliciosa / Monstera Adansonii), el anturio o flor del flamenco (Anthurium spp.), la diefembaquia (Dieffenbachia spp.), el lirio de la paz (Spathiphyllum), orejas de elefante (Alocasia spp.) o las calas (Zantedeschia aethiopica). Todas estas reinas de interiorismo verde, de la familia Araceae, de cuidados sencillos y estética perfecta para decorar un rincón del salón, son un peligro para los pequeños animales por su alto contenido en oxalatos de calcio. Pero no son las únicas. Una de las pocas formas que tiene el mundo vegetal para defenderse ante plagas de insectos, parásitos y hongos son las sustancias químicas en su composición —metabolitos secundarios como los alcaloides, terpenos, glucósidos y saponinas—, que pueden estar presentes en las hojas, tallos, semillas, frutos o bulbos de plantas vivas o flores cortadas. Si, de forma accidental, estas especies vegetales son ingeridas por las mascotas, puede que no provoquen la muerte de forma instantánea, pero sí podrían derivar en problemas de salud a medio y largo plazo debido a los posibles agentes neuro, hepato, nefro y cardiotóxicos de algunas de las variedades ornamentales que son tendencia.

“Muchas plantas que tenemos en nuestro entorno, tanto en jardines —como las adelfas— como en el interior de casa —como rododendros o azaleas— son potencialmente peligrosas para los animales de compañía. Y son más de las que nos imaginamos. La costilla de Adán, el crotón o las plantas típicas de Navidad, el acebo o el muérdago, por ejemplo, se compran sin conocer su toxicidad”, explica Marcos Pérez, profesor en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura y miembro del Grupo de Investigación en Toxicología de este centro. “Normalmente, los perros y gatos son listos y no se acercan, pero los cachorros, más inexpertos y curiosos, pueden mordisquearlas y ahí empiezan los problemas. También se dan casos de perros o gatos que, según sus dueños, nunca se acercaron a esa planta ni la mordieron… hasta que lo hacen. La única forma de evitar una intoxicación es no introducir esas plantas en los hogares con mascotas”, añade.

Los animales que más peligro corren son aquellos que pasan varias horas solos (y aburridos) en el hogar, cerca de tentadoras macetas y jarrones con ramos de flores frescas. En aquellas plantas que afectan al tracto digestivo, el proceso de intoxicación es rápido y los primeros síntomas son evidentes: las mascotas empiezan a salivar y babear, con la lengua fuera, y pronto aparecerán las molestias gastrointestinales. También pueden estar más apáticos, sin ganas de moverse. En cambio, si han ingerido plantas que afectan al tracto urinario con una exposición paulatina y frecuente, las familias observarán dificultades o dolor para orinar, a medio y largo plazo.

Aun así, la reacción de perros y gatos es diferente, ya que los felinos aguantan sin quejarse durante más tiempo, hasta que ya es demasiado tarde. Precisamente, en las plantas que producen lesiones renales, la dosis quizá no ha sido tan alta como para provocar un proceso grave y rápido, pero las analíticas desvelarán los parámetros renales alterados y, pasado el tiempo, será difícil señalar la relación entre la planta y el diagnóstico. En cualquier caso, los veterinarios recomiendan vigilar con lupa el crecimiento y progresión de cada una de las hojas y tallos presentes en el hogar para observar si la mascota los está mordiendo.

Dos perros rodeados de plantas de interior en una casa.Eva Blanco Fotografia (Getty Images/Westend61)

“Si al volver del trabajo encontramos el crotón tirado en el suelo y sus hojas rotas, la recomendación sería acudir al veterinario directamente, sin pensarlo, con la mascota y los restos del crotón. Y lo mismo pasa con cualquier planta potencialmente venenosa que tengamos en casa y haya sido ingerida”, explica Pérez. “Conozco un caso cercano de dos gatos intoxicados por comer hojas de lirio plantado en una maceta en el balcón. A pesar de iniciar el tratamiento casi en el momento, la insuficiencia renal fue tan rápida que resultó imposible salvar a uno de los gatos y en cuatro o cinco días falleció”.

En un estudio epidemiológico publicado en 2021 sobre la intoxicación de animales por plantas y zootoxinas, realizado por la Universidad de Milán (Italia), en colaboración con el Centro de Toxicología de Milán, se destacó la frecuencia del envenenamiento por especies que contienen oxalatos, glucósidos, alcaloides y terpenos, presentes en la palma de sagú (Cycas revoluta), la poinsettia o flor de Pascua (Euphorbia pulcherrima), o las hortensias (Hydrangea macrophylla). Otro estudio de la Universidad de Ciencias Veterinarias de Brno (República Checa) identificó más de 50 familias botánicas venenosas, habituales en los hogares europeos.

El menor de los problemas en las plantas de la familia Euphorbiaceae (flor de Pascua y crotón, por ejemplo), será su agente dermotóxico que, en contacto con los ojos, provocará desde picores a irritación, pasando por queratoconjuntivitis y erosión de la córnea, y en contacto con la piel provocará hinchazón, picor y ardor. En caso de ingestión, pasadas unas horas, se producirá la inflamación de las membranas mucosas del tracto digestivo, vómitos y problemas gastrointestinales. Por su parte, el bambú de la suerte (Dracaena sanderiana), la lengua de suegra (Sansevieria trifasciata), el tronco de Brasil (Dracaena fragans) y la drácena (Dracaena marginata) tienen en común las saponinas: irritantes y potencialmente hemolíticas. Las familias Amaryllidaceae o Liliaceae, que frecuentemente ofrecen hermosas flores una vez al año (tulipanes, narcisos, jacintos y azafranes), contienen alcaloides que se suelen concentrar en el bulbo, con efectos neurotóxicos y citotóxicos.

En plantas con alto contenido en oxalatos de calcio, la primera reacción se dará a nivel dermatológico, con picor y ardor en la piel, que a su vez provoca una respuesta inflamatoria y puede empeorar con ampollas, salivación, vómitos y dificultad para tragar e incluso hinchazón de la lengua y asfixia. Un consumo paulatino y mantenido en el tiempo de ácido oxálico por parte de perros o gatos también puede provocar hipocalcemia, daños en los riñones y el tracto urinario. En el caso de los lirios, el estudio checo destaca que todas las partes de la planta son tóxicas, incluso el polvo del polen, y bastan dos hojas o pétalos para resultar mortales para los gatos. El aloe vera, sobre todo el gel del interior de sus hojas, contiene saponinas y antraquinonas, que provocarán vómitos, letargo y diarrea. Y el pothos (Epipremnum aureum), frecuente en los hogares por su fácil cuidado, puede provocar ardor e irritación en la boca, babeo, vómitos y dificultad para tragar.

Un gato junto a plantas de hogar que, en algunos casos, pueden resultar tóxicas para el animal. QI YANG (Getty Images)

¿Cómo identificar las plantas tóxicas?

Aunque no existen cifras globales sobre la incidencia europea de intoxicación por plantas, sí se ha llegado a la conclusión de que los gatos pueden ser más sensibles a la toxicidad de las plantas ornamentales, mientras que los perros, lo serían a las plantas de exterior. Las familias con mascotas pueden acceder a bases de datos e informes actualizados sobre la toxicidad botánica, como el registro estadounidense del Centro de Control de Envenenamiento Animal, que depende de la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA), o el informe Plantas Tóxicas 2022, elaborado por el Ministerio de Sanidad en colaboración con la Fundación Española de Toxicología Clínica (FETOC) y orientado a la salud humana, pero que se podría extender a los animales de compañía.

En la mayoría de los casos, no existen antídotos y solo se podrá intentar limpiar el organismo del animal cuanto antes, limitar los daños y mantener su hidratación. Ante una intoxicación accidental, circulan por Internet recomendaciones, sin base científica, que aconsejan provocar el vómito al animal o bien ofrecerle leche, sal o carbón activado. Sin embargo, en ciertos casos, el remedio puede ser peor que la enfermedad. Un estudio publicado en 2004, Intoxicaciones más frecuentes en pequeños animales, advierte que el carbón activado está contraindicado cuando el animal ya tiene vómitos —que impedirán su absorción— o si existe sospecha de perforación gastrointestinal o neumonía. Tampoco es efectivo más allá de las dos horas desde la ingestión del tóxico, salvo que se trate de agentes de eliminación prolongada. “Mi recomendación es evitar los remedios caseros y llamar cuanto antes al veterinario. Tardamos menos en llegar con la mascota a urgencias que en esperar a que funcione el remedio casero, del que quizá desconocemos la cantidad necesaria para su efectividad”, plantea Pérez.

El veterinario podrá evaluar si es recomendable inducir el vómito o hacer un lavado gástrico, que solo será efectivo en la primera hora después de la ingestión de las hojas tóxicas porque pasadas dos horas continuarán su camino hacia el intestino. En ese caso, se continuará el tratamiento con laxantes y adsorbentes para eliminar lo antes posible el agente tóxico del organismo, al mismo tiempo que se mantiene el equilibrio electrolítico con rehidratación y fluidoterapia. Si queremos evitar pasar este mal rato y prevenir el sufrimiento de perros y gatos, la mejor opción sería descartar el peligro potencial y elegir solo aquellas plantas seguras para todos los miembros de la familia.

50 plantas seguras para perros y gatos

Según el registro ASPCA de plantas seguras para perros y gatos existen, como mínimo, 573 variedades que podrían convertir un hogar en un vergel seguro para las mascotas. Para garantizar que se trate de la planta correcta, lo ideal sería acudir al vivero con el nombre científico de la variedad que buscamos. Estas son 50 apuestas seguras para interior o exterior. 

  • Achira (Canna edulis)
  • Falsa aralia (Dizygotheca elegantissima)
  • Violeta africana (Saintpaulia spp.)
  • Gerbera (Gerbera jamesonii)
  • Madreperla (Sedum weinbergii)
  • Alegría de casa (Impatiens spp.)
  • Peperomia (Peperomia obtusifolia)
  • Peperomia sandía (Peperomia argyreia)
  • Palma areca (Dypsis lutescens)
  • Pachira (Pachira aquatica)
  • Pilea (Pilea cadierei)
  • Planta de la amistad (Pilea involucrata)
  • Cinta (Chlorophytum comosum)
  • Bambú (Phyllostachys aurea)
  • Palmera chamaedorea (Chamaedorea elegans)
  • Helecho de acebo (Cyrtomium falcatum)
  • Helecho espada (Nephrolepis biserrata)
  • Helecho de Boston (Nephrolepis exaltata bostoniensis)
  • Helecho botón (Pellaea rotundifolia)
  • Hoja de sangre (Hypoestes phyllostachya)
  • Ciso (Cissus discolor)
  • Palma Kentia (Howea belmoreana)
  • Pata de elefante (Beaucarnea recurvata)
  • Echeveria glauca (Echeveria glauca)
  • Calatea (Calathea spp.)
  • Rosa (Rosa spp.)
  • Neoregelia (Neoregelia spp.)
  • Cuerno de alce (Platycerium bifurcatum)
  • Camelia (Camellia japonica)
  • Rosa de alabastro (Echeveria elegans)
  • Celosía espigada (Celosia spicata)
  • Celosía plumosa (Celosia plumosa)
  • Plumbago chino (Ceratostigma willmottianum)
  • Aster de China (Callistephus chinensis)
  • Boca de dragón (Antirrhinum majus)
  • Jazmín estrellado (Trachelospermum jasminoides)
  • Jazmín de Madagascar (Stephanotis floribunda)
  • Aciano (Centaurea cyanus)
  • Sanvitalia (Sanvitalia spp.)
  • Árbol de Júpiter (Lagerstroemia indica)
  • Magnolia estrellada (Magnolia stellata)
  • Rosa de Siria (Hibiscus syriacus)
  • Caléndula (Calendula officinalis)
  • Girasol de pantano (Helianthus angustifolius)
  • Planta del dinero (Plectranthus australis)
  • Liriope (Liriope muscari)
  • Jacinto de agua (Eichhornia crassipes)
  • Zinnia (Zinnia spp.)
  • Planta zebra (Haworthia fasciata)
  • Flor del lagarto (Stapelia variegata)

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