José Ángel Muñoz-Guerra
50 años / Jefe de servicios de la red de proveedores de Mapfre en Madrid
El domingo 22 de marzo, cuando José Ángel Muñoz-Guerra recibió la llamada, ya se encontraba mal. Desde el recinto ferial de Madrid (Ifema), que se estaba reconvirtiendo en tiempo récord en un hospital, necesitaban técnicos muy especializados para montar las instalaciones de cobre que debían llevar el oxígeno a los pacientes de la covid-19 que iban a ingresar con problemas respiratorios. Muñoz-Guerra, jefe de servicios de la red de proveedores de Mapfre en Madrid, sabía cómo encontrar soldadores que pudieran trabajar con oxiacetileno. Sabía eso, y sabía lo que estaba en juego. Él mismo padecía los síntomas del coronavirus. Pero no dijo nada, y siguió adelante.
Febril y aislado en su habitación, sin poder entrar en contacto con su mujer y sus dos hijos, Muñoz-Guerra organizó un operativo que reunió a 70 especialistas que trabajaron la suma de 1.700 horas, Muñoz-Guerra, desde su confinamiento, consiguió, con todo el equipo, contribuir a que una de las instalaciones más estratégicas para la lucha contra la pandemia estuviese operativa en una semana.
“Había afrontado retos difíciles, he coordinado operaciones extraordinariamente complejas”, dice este arquitecto técnico con 25 años –la mitad de su vida– de dedicación a Mapfre, “pero ninguno de la trascendencia de este”.
Los técnicos de reparaciones que acuden a las viviendas de los afectados van con un servicio de limpieza que desinfecta antes y después todas las zonas que transitan, además de las herramientas
Desde que se decretara el estado de alarma, Muñoz-Guerra había liderado el equipo encargado del diseño de un protocolo para que la aseguradora pudiera seguir prestando servicio. En plena cuarentena también dejan de funcionar calderas o frigoríficos, se rompen tuberías o se bloquean cerraduras. Son reparaciones ineludibles, que han de efectuarse con urgencia, aunque el inquilino sea uno de los contagiados.
“Desde el 16 de marzo, en la zona que coordino, Madrid, hemos tenido que hacer unas 20 intervenciones en casas de personas diagnosticadas”, cuenta. “Lo habíamos previsto y estábamos preparados”: por toda la comunidad tienen, repartidos por zonas, hasta 750 equipos de técnicos capaces de abordar desde “el fallo en el latiguillo de un grifo” (el 50% de las averías en hogares en este periodo han sido de fontanería) “hasta algo más grave, como un incendio o un derrumbe”.
Lo que hacen, ahora, es que los técnicos acuden a las viviendas de los afectados acompañados por un servicio de limpieza, todos debidamente equipados con equipos de protección –mascarillas, guantes, monos desechables, pantallas oculares y hasta calzas– que se encarga de desinfectar antes y después todas las zonas que transitan, además de las herramientas utilizadas.
70 personas trabajando 1.700 horas lograron en una semana completar la instalación para el oxígeno de las miles de cama del hospital de Ifema
“Uno de los casos fue, por ejemplo, la rotura del cristal que servía de aislamiento en su cuarto a un paciente del resto de sus familiares. Lo solucionamos con igual rapidez o más que antes del estado de excepción”.
En todo el país han realizado en torno a 61.000 reparaciones de suministros (luz, agua, gas, red eléctrica…), electrodomésticos (lavavajillas, nevera o lavadora) o de cuestiones de seguridad de la vivienda, con datos hasta el 22 de abril.
Mientras, no olvidan los servicios que tendrán que prestar tan pronto se levanten las restricciones, aquellos que hoy por no ser considerados esenciales se han visto pospuestos. “Vamos a tener una avalancha de trabajo en cuanto vuelva la normalidad. Pero ya nos estamos ocupando de organizarlo todo. Tampoco en eso habrá demoras”, sentencia quien fue capaz de movilizar todo un equipo para llevar oxígeno y contribuir a convertir pabellones de una feria en un hospital en una semana.
Mapfre ha destinado seis millones de euros para contribuir al seguro de vida y asistencial que ha creado el sector para los héroes sanitarios, y también está comenzando ya a devolver primas por valor de 60 millones de euros a autónomos y pymes cuya actividad se haya visto afectada por el parón forzoso. En total, cerca de 200 millones de euros movilizados en España para luchar contra esta enfermedad.