Ingreso en prisión de Matas

Un exministro 'ejemplar' en la cárcel

La recta final de las macrocausas judiciales pone bajo sospecha a la clase política. El fraude en las instituciones se convierte en el segundo problema de España

Exministro de Medio Ambiente en el Gobierno de José Aznar y por dos veces presidente de Baleares, Jaume Matas, es un reo por corrupción. El 28 de julio de 2014 entró en la cárcel de Segovia para cumplir una condena de nueve meses de prisión, por tráfico de influencias, mientras era jefe del Ejecutivo autonómico (2003-2007) por las ayudas ilegales que libró a su redactor de discursos, el ex editorialista de ‘El Mundo’ Antonio Alemany, penado con más dos años y cinco meses, que cumple en la cárcel de Palma.

El también ex líder del PP y ejemplo político que exhibieron públicamente tanto Aznar como Mariano Rajoy, a principios de 2000 evitó ser imputado y juzgado por sus dos primeros escándalos. Por el espionaje electrónico al PSOE y sobre la maquinación para comprar votos emigrantes para Formentera, solo fueron juzgados funcionarios. Matas logró el amparo del Fiscal general y del Tribunal Supremo. Al nacer el 'caso Palma Arena', en 2008, la primera investigación de la fiscalía sobre su supuesto enriquecimiento la vetó Cándido Conde-Pumpido, que era fiscal general, y la asumió el juez José Castro.

La Audiencia de Palma le condenó por el caso de los discursos de Alemany a seis años de cárcel y el Supremo rebajó la pena a nueve meses. La sala ordenó su encarcelamiento y rechazó la petición de suspensión de la pena y su sustitución por una multa. El Gobierno no dio el indulto al ex compañero de Consejo de Ministros.

El 31 de octubre –a los tres meses de estar en la cárcel-, Instituciones Penitenciarias, del Ministerio del Interior, otorgó el tercer grado al preso Matas, un régimen de semilibertad, contra el criterio mayoritario de la junta de expertos y funcionarios. Solo tenía que ir a dormir a prisión, con los fines de semanas en libertad.

El Gobierno apoyó el que Matas disfrutara del tercer grado. Angel Yuste, secretario general de Asuntos Penitenciarios, acudió al Congreso para defender la justeza de la calificación, concedida por la junta de tratamiento. Yuste reaccionó así ante el escándalo generado.

La Audiencia afirmó que no se pueden generar posibles “espacios de impunidad, siempre intolerables y de manera especial en unas conductas de corrupción que han alcanzado dimensiones profundas en la sociedad española”. Con este criterio la sala suspendió el tercer grado, de acuerdo con el criterio del juez de vigilancia penitenciaria de Segovia. El tercer grado, “no es un derecho de gracia, ni un indulto atenuado” sino una modalidad de cumplimiento por el progreso en la integración, de readaptación social.

Matas fue exhibido públicamente por aznar y rajoy como un ejemplo de gestión política

Matas no se ha arrepentido. Es “indiscutido que el penado no asume su responsabilidad, actitud que permite cuestionarnos seriamente que se trate de persona rehabilitada y reinsertada” y que, además, ha hecho ostentación del rechazo a la condena. Su conducta fue muy grave y no se le aplicaron en la cárcel programas específicos de resocialización y reinserción. Tan solo hacía deporte y limpiaba la celda. El tribunal vio "hilarante" considerar "tratamiento" el apuntarse a un campeonato de frontenis.

Es “difícil si no imposible el detectar posibilidad de reeducación y de reinserción”, reseñó la Audiencia.“Llama poderosamente atención la ausencia de tratamiento, al no constar ningún programa específico para este interno para la resocialización y técnicas de carácter psicosocial”.

La historia judicial de Matas no ha acabado. Ha recurrido al Tribunal Supremo otra condena penal (de multa por un soborno que cobró su mujer) y está bajo la lupa escrutadora del juez José Castro y es acusado por el fiscal Pedro Horrach. Y está pendiente de ser juzgado por otros asuntos.

Hasta once años de cárcel pide Matas el fiscal Horrach en el ‘caso Nóos’ por presunta malversación de caudales públicos en concurso con un delito continuado de prevaricación y falsedad en documento público (8 años), así como por un delito continuado fraude a la administración (3 años). Reclama además 20 años de inhabilitación que carga con circunstancia agravante de reincidencia.

El 'caso Over MC' es de supuesta financiación ilegal del PP con contratos de publicidad desde el Gobierno balear y el 'caso Turismo Joven' de supuesta malversación de fondos para compensar a un empresario y edil de su grupo. El ex líder, ante la prensa y los jueces, defendió la honestidad, interés social y justeza de sus decisiones. Él solo decía: “hágase” y así quiso descargar la responsabilidad en cargos subalternos y funcionarios.